ExxonMobil, Shell, Chevron, BP y Total no escatiman esfuerzos para obstruir los objetivos de los Acuerdos de París. La ONG británica InfluenceMap desvela en un informe la verdadera agenda de las grandes empresas petroleras.
Blanquean su imagen corporativa con amplios programas de responsabilidad social corporativa. O con proyectos innovadores en energías renovables inmersos en sus fundaciones. Aunque, en realidad, despliegan millones de dólares a la pervivencia de los combustibles fósiles. Es decir, a mantener o expandir el calentamiento global.
Siguen el argumentario de El Gatopardo , la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Aquel que pregona «cambiarlo todo para que nada cambie». Un reciente estudio de InfluenceMap así lo atestigua. Las cinco grandes firmas petroleras que gobiernan el tortuoso mercado energético (de crudo y gas, esencialmente) destinaron a lo largo de 2018 casi 200 millones de dólares -el estudio habla de 153 millones de libras- a r etrasar, controlar o bloquear cualquier iniciativa diseñada a combatir el cambio climático .
ExxonMobil, Shell, Chevron, British Petroleum (BP) y Total no dan puntada sin hilo. Hacen suyo el proverbio castellano de «ni un mal gesto, ni una buena acción». Pura imagen. El informe asegura que estas petroleras se han gastado desde los Acuerdos de París de 2015 más de 1.000 millones de dólares en estrategias de lobby , que han hecho coincidir con campañas de lavado de imagen a favor de las energías limpias. Entre otras, Climate Action 100+ , un programa de medidas contra el cambio climático que incorporó a las mayores firmas privadas del mundo.