Con el nombre de «We end outsourcing», un grupo de kellys españolas junto a sindicalistas de Reino Unido y Francia trabajan en la creación de un colectivo internacional contra las subcontratas abusivas.
Un grupo de kellys españolas junto a sindicalistas de Reino Unido y Francia han creado una plataforma internacional contra las subcontratas abusivas. Así lo acordaron Las Kellys Barcelona, el sindicato Voces Unidas del Mundo y el francés CNT Marsella en un encuentro en Bruselas, donde estuvieron los días 5 y 6 de noviembre invitadas por el grupo de Unidas Podemos para presentar una propuesta de directiva contra las subcontratas a iniciativa de la organización de camareras de piso.
Allí, tras explicar a eurodiputados y a funcionarios de la Comisión Europea las consecuencias de la subcontratación de fuerza de trabajo, el grupo decidió impulsar una organización a la que han llamado We end outsourcing para denunciar la precarización y la sustracción de derechos laborales que supone para trabajadores y trabajadoras ser subcontratados.
Vania Arana, integrante de Las Kellys Barcelona, ha explicado a El Salto que We end outsourcing sería una plataforma para frenar la externalización a la que se han sumado un grupo de camareras de piso italianas, así como trabajadores del Wombat ‘ s Hostel de Berlín, un hostal de la capital alemana que cerró este verano pese a tener beneficios después de que su plantilla se organizara para pedir una mejora de sus condiciones.
Arana explica que estos colectivos mantendrán una reunión en enero en Reino Unido, y que en febrero varias de las integrantes de la plataforma se encontrarán en Alemania. Además, desde noviembre existe ya contacto permanente entre las diferentes organizaciones.
Alejandro García, asesor legal de las kellys y miembro de Laie Advocats -quien asesoró a las kellys en la redacción de la directiva-, cree que la internacionalización del problema de la externalización está más que justificada. «Hay una sintonía total en las problemáticas que tenemos en los diferentes territorios», ha explicado a El Salto.
García explica que, pese a tener nombre diferentes en cada país -«prestamismo laboral» en España, «cesión ilegal» en España, «outsourcing» en Inglaterra-, la situación es exactamente la misma: «que una tercera empresa cede plantilla a otra sin aportar nada y quedándose con una parte del trabajo haciendo que la empresa principal evada responsabilidades empresariales con su plantilla y apretando plantilla para que tenga menos derechos y menos salario».
Como explicaron las kellys en Bruselas a principios de noviembre, el problema no es exclusivo del sector, ni de las camareras de piso, aunque su caso es paradigmático del problema que «se extiende como una plaga», en palabras de la abogada de CNT Marsella Lara Schaffer.