Nacido en Granada, en 1954, Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Ex secretario general de Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía, ayer, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, dentro de la 11.ª Escuela internacional de verano de la UGT, impartió una conferencia sobre las debilidades […]
Nacido en Granada, en 1954, Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Ex secretario general de Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía, ayer, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, dentro de la 11.ª Escuela internacional de verano de la UGT, impartió una conferencia sobre las debilidades de la economía española.
-¿Cuáles son los antecedentes de la debacle de la economía española más allá de la crisis financiera internacional de 2008?
-Un modelo de crecimiento muy débil, especializado en actividades que llegaron a ser insostenibles, la especulación inmobiliaria y también un modelo productivo que tiene debilidades estructurales que vienen de lejos, con una clase empresarial muy poco dinámica, con falta de capital social, con unas instituciones fiscales y financieras muy poco dinámicas y que no favorecen un crecimiento equitativo, y luego también una inserción con el marco exterior muy problemática desde hace años.
-¿La balanza de pagos?
-Claro, y la dependencia del capital extranjero y una falta de competitividad que en España, al carecer históricamente de capital social, pues no creó las condiciones de entorno para que la producción nacional se abra fuera de España con éxito. -¿A qué se refiere con capital social?
-A un sistema de innovación, de investigación, de educación, de infraestructuras sociales, de servicios que están muy atrasados.
-¿Todo este atraso histórico se soluciona con una reforma laboral como la que se acaba de aprobar en el Parlamento?
-De ninguna manera, la reforma laboral no tiene nada que ver con ésto; es una medida sencillamente orientada a disciplinar a las clases trabajadoras. Los problemas del empleo en España no tienen que ver con el mercado de trabajo y sí con el mercado de bienes y servicios y con el entorno institucional. Eso es lo que hay que arreglar, no el mercado de trabajo. De hecho, las reformas laborales que se han hecho desde hace años no han conseguido resolver los problemas del trabajo, los han empeorado, como las condiciones de trabajo y los salarios, y esa es la prueba palpable de que se está tocando donde no se tiene que tocar.
-¿Con la última reforma laboral se da un paso importante hacia la extinción del estado de bienestar?
-El estado de bienestar está en la picota en toda Europa desde hace años. Lo que estamos viviendo ahora es una nueva fase de reforzamiento de la batalla contra el estado de bienestar. En este caso, justificada por la explosión de la deuda como consecuencia de la crisis y el envalentonamiento de los poderes financieros cuando se han vuelto a hacer dueños de la situación.
-¿Las pensiones también están en peligro?
-Están en peligro si se siguen aplicando las políticas que limitan el crecimiento, que limitan el empleo, que distribuyen la renta de una manera injusta y si se limita el gasto público que puede hacer que la economía crezca. Si se aplican las medidas liberales, que piden la privatización (de las pensiones), desde luego que están en peligro, ya que en todo el mundo se puede comprobar, sin ningún tipo de duda, que las peores pensiones se encuentran allí donde hay más capital privado en el sistema de pensiones. Sin embargo, si se hicieran políticas contrarias, de desarrollo de actividad y de empleo, de innovación, las pensiones públicas no tendrían que estar en peligro.
-¿Para cuántos años tendremos crisis?
-La crisis, de por sí, tardará un tiempo en resolverse, pero como ahora Europa está supeditándose a los poderes financieros y aplicando políticas que son las contrarias de las que habría que hacer, lo que podemos pensar es que en este segundo semestre del año de nuevo creo que caerá la actividad y muy posiblemente podríamos estar de nuevo en recesión. Lo que es seguro es que vamos a estar en una larga fase de depresión. Lo que le pasó a la economía española fue como a un motor que se le acaba la fuente de alimentación. No tengo la más mínima duda de que será lo que pasará en Europa y en España. En algunos países europeos menos, como Alemania, debido a que Alemania es como un parásito que tira gracias a los países de su periferia, es decir, tienen poco empuje para ellos mismos pero, sumados, le dan un gran empuje a Alemania. Pero es un proceso que no puede salir bien y Alemania volverá a caer en cuanto esos países empiecen a notar la disminución de su crecimiento.
-¿Cuánto tiempo podrá aguantar la economía española con un porcentaje de desempleo del veinte por ciento?
-Ya en otras ocasiones hemos aguantado tiempo. Primero, hay una gran economía sumergida y, luego, en España hay un entorno social de los trabajadores, unas redes familiares y personales muy potentes, que permiten que la gente en desempleo pueda salir un poco adelante. Pero lo que es evidente es que hay una situación personal y familiar muy dura en cientos de miles de familias. Podíamos decir que lo que está ocurriendo es que se está creando una capacidad de resistencia y de sacrificio impresionante, pero aunque pueda llegar a hacer sostenible la situación por un tiempo, antes o después estallará, y lo hará, seguramente, como en otros tiempos, por la vía de creación de corrientes políticas muy estremistas, muy xenófobas y muy fascistas, que, además, están siendo alimentadas por algunos partidos de derechas.