I. Introducción Antes de entrar al tema, veamos la postura de quienes promueven las represas y la de aquellos que se oponen a estas. Lo que dicen los promotores de las represas es que hay demandas de energía, que las hidroeléctricas proporcionan energía más barata y no son contaminantes, generan desarrollo, empleo, electrificación de las […]
I. Introducción
Antes de entrar al tema, veamos la postura de quienes promueven las represas y la de aquellos que se oponen a estas.
Lo que dicen los promotores de las represas es que hay demandas de energía, que las hidroeléctricas proporcionan energía más barata y no son contaminantes, generan desarrollo, empleo, electrificación de las comunidades, energía para exportar, que va a ver proyectos, que va a sacar a la gente de la pobreza, etc.
En cambio, los que se oponen a las represas señalan los impactos adversos de las represas, como la carga del endeudamiento, el sobre-costo, el desplazamiento y empobrecimiento de personas, la destrucción de importantes ecosistemas y recursos pesqueros, y la inequitativa distribución de costes y beneficios.[1]
Para ejemplificar esta última postura, cito algunos ejemplos que se han hecho público en otros países:
• «La mujer maquillada de guerrera bajo ágilmente su machete. La hoja curvada se detuvo a milímetros del hombro de José Antonio Muniz Lopes, el ingeniero jefe de la compañía de electricidad brasileña Eletronorte. Muniz se fue tranquilizando a medida que Tuira, la mujer Kayapó, apoyaba la parte plana del machete contra su cara. «Usted es un mentiroso»- le dijo a punto de escupirlo. «Nosotros no necesitamos la electricidad. La electricidad no nos va a dar nuestro alimento. Necesitamos que nuestros ríos corran libremente: nuestro futuro depende de ello. Necesitamos nuestras selvas para cazar y recolectar. No necesitamos su represa». [2]
• «Hace ya cuatro años, el proyecto de La Parota ha provocado fuerte oposición entre habitantes de las poblaciones afectadas, quienes argumentan que la construcción de la presa forzaría al desplazamiento de 25 mil personas -de las cuales más de 70 por ciento se dedica a actividades agrícolas-, inundaría 17 mil 300 hectáreas, provocaría la desaparición de los mantos freáticos que abastecen de agua al puerto de Acapulco y causaría, con ello, un grave deterioro ambiental. A raíz de los intentos oficiales por imponer el proyecto, los campesinos han enfrentado amenazas de expropiación de tierras por parte del gobierno federal, al tiempo que han denunciado un dudoso proceso de legitimación de la obra por medio de la realización de asambleas ejidales y comunales fraudulentas, y con una constante campaña de hostigamiento gubernamental contra los opositores. La conjunción de estos elementos ha exponenciado la crispación social y la violencia, latentes siempre en diversas regiones de Guerrero por la desigualdad y la marginación, y esta circunstancia ha derivado en la muerte de tres ejidatarios, así como en heridos y detenidos a causa de los enfrentamientos. [3]
• «José Venus Hernández Nicanor, integrante de la dirigencia del Cecop, [4] advirtió que los comuneros no permitirán la construcción. «No sean tercos, el pueblo ya acordó que la presa no pasará, así lo pueda decir el gobernador, el presidente Felipe Calderón o quien sea, porque nosotros como campesinos ya fijamos nuestra postura, y es que nuestras tierras no están en venta».
• El día 20 de abril se realizó una Consulta Comunitaria de Buena Fe en el Municipio de Ixcán, Quiché (Guatemala) sobre la construcción de hidroeléctricas, exploración y explotación petrolera en este municipio. En la Consulta participaron 21,155 personas, de los cuales 13,353 son mayores de edad y 8,802 son menores de edad. Los resultados de la consulta son muy claros: por el SI se manifestaron 1,829 personas (8.65%); el NO se manifestaron 18,992 personas (89.73%) y abstención expresa 344 (1.63). [5]
Pues precisamente por el surgimiento de estos conflictos alrededor de las represas, fue establecida, en 1992, la Comisión Mundial de Represas
II. La Comisión Mundial de Represas
La Comisión Mundial de Represas (CMR) fue establecida por el Banco Mundial (BM) y la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) con el objetivo de revisar la eficacia de las represas grandes para impulsar el desarrollo y evaluar las alternativas para desarrollar recursos hídricos y energéticos y desarrollar criterios, lineamientos y normas internacionalmente aceptables para la planificación, diseño, diagnostico, construcción, operación monitoreo y desmantelamiento de las represas.
III. Opinión de la CMR
Opina la Comisión que no existe ninguna duda justificada acerca de que las represas han contribuido de un modo importante y significativo al desarrollo humano, y los beneficios que se han derivado de ellas han sido considerables por un lado y, por otro lado, en demasiados casos, para obtener estos beneficios se ha pagado un precio inaceptable, y frecuentemente innecesario, especialmente en términos sociales y ambientales, por parte de las personas desplazadas, las comunidades río abajo, los contribuyentes fiscales y el medio ambiente.[6]
IV. Conclusiones del Informe de la Comisión
La Comisión Mundial de Represas (CMR) en su Revisión Global de Grandes Represas, presenta amplia evidencia de que las represas grandes no han logrado producir la electricidad ofrecida, suministrar el agua requerida ni prevenir los perjuicios por inundaciones en la medida predicha por sus promotores. [7] En la revisión de resultados concluye que las represas consideradas en la Base de Conocimientos mostraron una marcada tendencia a sufrir retrasos en la ejecución y costos significativos. En otras palabras, estas obras superan ingentemente a sus presupuestos de costos y de tiempo de construcción.
Cada vez más se conoce mejor la naturaleza genérica de los impactos que tienen las represas sobre los ecosistemas, la biodiversidad, los medios de subsistencias de río abajo y los impactos sociales. En cuanto a los impactos sobre los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de subsistencia, conforme la Base de Conocimientos de la Comisión, es evidente que las grandes represas han provocado.
> La pérdida de bosques y de hábitats naturales, de poblaciones de especies, y la degradación de las cuencas ríos arriba debido a la inundación de la zona de los embalses.
> La pérdida de la biodiversidad acuática, de la pesquería río arriba y abajo, y de los servicios brindados por las planicies de inundación rió abajo, por los humedales, y por los ecosistemas de las riberas, y estuarios adyacentes.
> Impactos acumulativos en la calidad del agua, en las inundaciones naturales y en la composición de las especies, cuando en el mismo río se construyen varias represas.
En los términos de los impactos sociales, la Comisión encontró que existe una gran variedad de impactos que abarcan las vidas, los medios de subsistencia y la salud de las comunidades que dependen de los ambientes ribereños afectados por las represas. Concluye la Comisión que:
> Entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazados en todo el mundo por las represas.
> Millones de personas viven río debajo de las represas- en particular aquellas que dependen de las planicies de inundación naturales y de la pesca- han visto sus medios de subsistencia seriamente dañados y se ha puesto en peligro la productividad futura de sus recursos.
> Los grupos indígenas y tribales y las minorías étnicas vulnerables han sufrido desplazamientos de un modo desproporcionado y han experimentado impactos negativos en sus medios de subsistencia, cultura y espiritualidad.
> Las poblaciones afectadas que viven cerca de los embalses, las personas desplazadas y las comunidades río abajo han tenido que enfrentarse a menudo con problemas de salud, y con consecuencias negativas en sus medios de subsistencia debido a cambios ambientales y sociales.
> Entre las comunidades afectadas, las diferencias entre los sexos se han incrementado y las mujeres han soportado con frecuencia de un modo desproporcionado los costes sociales y se las ha discriminado a menudo a la hora de participar en los beneficios.
Todo lo que señala el informe de la Comisión Mundial de Represas (CMR) viene a confirmar los argumentos de quienes se manifiestan en contra de este tipo de proyectos. Todo esto nos lleva a decir con la Comisión al no considerarse adecuadamente estos impactos, ni cumplirse los compromisos adquiridos, se ha producido el empobrecimiento y sufrimiento de millones de personas, dando lugar a que las comunidades afectadas de todo el mundo muestren una oposición creciente a las represas.
Para disminuir los conflictos generados y con el fin de que no se sigan generando futuros conflictos, y para que los gobiernos impulsen desarrollos que generen bienestar humano, justos, equitativos e incluyentes y sustentables, la Comisión Mundial de Represas (CMR) propone un nuevo enfoque hacia la toma de decisiones, en base al reconocimiento de los derechos y la evaluación de los riesgos para todos los actores cuyos derechos podrían verse afectado. Esto quiere decir que todos/as los actores a quienes se les imponen riesgos contra su voluntad, deben incluirse en las decisiones del desarrollo.
V. Prioridades Estratégicas para la Toma de Decisiones
La Comisión desarrolló un modo constructivo e innovador de toma de decisiones en la forma de siete prioridades y sus correspondientes principios de política. Las prioridades estratégicas son los siguientes:
Prioridad Estratégica No. 1
Obtener la aceptación publica.
La aceptación pública de las decisiones importantes es esencial para el desarrollo equitativo y sustentable de los recursos de agua y energía. La aceptación surge del reconocimiento de los derechos, del tomar en cuenta los riesgos, y de la protección de los derechos de todos los grupos de personas afectadas, en particular de los grupos indígenas y tribales, de las mujeres y de otros grupos vulnerables. Los procesos y mecanismo de tomas de decisiones que se utilicen deben facilitar la participación e información de todos los grupos, y resulta en la aceptación demostrable de las decisiones principales. Cuando los proyectos afectan a grupos indígenas y tribales, esos procesos se guían por su consentimiento libre, previo y basado en información adecuada.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. El reconocimiento de los derechos y la evaluación de los riesgos constituyen la base para la identificación y la inclusión de los implicados en las tomas de decisiones relacionadas con el desarrollo de los recursos de agua y energía.
2. El acceso a la información en general, a la información jurídica y de otro tipo, debe estar a disposiciones de todos los implicados, en particular de los grupos indígenas y tribales, las mujeres y otros grupos vulnerables, para facilitarles que participen informadamente en los procesos de tomas de decisiones.
3. La aceptación pública demostrable de todas las decisiones importantes se alcanza mediante acuerdos negociados de un modo abierto y transparente, realizado de buena fe y con la participación de todos los implicados tras haber sido informados.
4. Las decisiones sobre proyectos que afectan a grupos indígenas y tribales se guían por el consentimiento libre, expresado con anterioridad a la toma de decisiones, tras haber sido informados, y alcanzado a través de sus órganos representativos formales e informales.
Prioridad Estratégica No. 2
Evaluación exhaustiva de las opciones.
A menudo existen alternativas a los proyectos de represas. A fin de explorar estas alternativas, se deben evaluar las necesidades de agua, alimentos y energía, y se debe definir claramente los objetivos, La alternativa mas adecuada para el desarrollo se identifica a partir de una variedad de opciones posibles, y la elección se basa en una evaluación comprehensiva y participativa del conjunto de opciones institucionales, técnicas y de política. En el proceso de evaluación los aspectos sociales y ambientales son tan importantes como los factores económicos, financiero. El proceso de evaluaron de opciones continua en todas las fases de planificación, desarrollo y operaciones del proyecto.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. Las necesidades y objetivos en materia de desarrollo se formulan claramente, mediante un proceso abierto y participativo antes de identificar y evaluar opciones para el desarrollo.
2. Se utilizan enfoques de planificación que tienen en cuenta toda la variedad de objetivos en materia de desarrollo para evaluar las opciones de política, institucionales, de gestión y técnicas, antes de tomar la decisión de iniciar un programa o proyecto.
3. Se da la misma importancia a los aspectos sociales y ambientales que a los factores económicos y financieros a la hora de evaluar las opciones.
4. Se da prioridad en la evaluación de alternativas al aumento de la eficacia y sustentabilidad de los sistemas de agua, irrigación y energía existentes.
5. Si se escoge una represa tras una evaluación comprehensiva de las opciones, se aplican principios sociales y ambientales en la revisión y elección de opciones y en todas las fases de planificación, diseño, construcción y operación del proyecto.
Prioridad Estratégica No. 3
Tratamiento de las represas existentes.
Existen oportunidades para optimizar los beneficios de muchas represas existentes, solucionar cuestiones sociales pendientes y reforzar medidas de mitigación y recuperación ambiental. Las represas y el entorno en el que funcionan no se consideran estáticos en el tiempo. Los beneficios y los impactos-pueden transformarse debido a cambios en las prioridades de utilización del agua, cambios en el uso y las características físicas del suelo en la cuenca, desarrollos tecnológicos, y cambios en las políticas publicas sobre medio ambientes, seguridad, económica y tecnología. Las practicas de gestión y de funcionamiento deben adaptarse continuamente a las circunstancia cambiantes a los largo de la vida del proyecto y deben dar respuesta a los problemas sociales pendientes
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. Se introduce un proceso exhaustivo de control y evaluación tras la realización del proyecto, así como un sistema de más largo plazo para las revisiones periódicas del desempeño, los beneficios y los impactos de todas las grandes represas existentes.
2. Se crean y se ponen en práctica programas para restablecer, mejorar y optimizar los beneficios de las grandes represas existentes. Entre las opciones que deben considerarse destacan las siguientes: rehabilitar, modernizar y mejorar el equipo y las instalaciones, optimizar el funcionamiento de los embalses, e introducir medidas no estructurales para mejorar la eficiencia en la distribución y utilización de los servicios.
3. Se identifican y se valoran las cuestiones sociales pendientes en las grandes represas existentes y se establecen procesos y mecanismo con las comunidades afectadas para remediarlas.
4. Se evalúa la eficacia de las medidas de mitigación ambiental y se identifican los impactos no previstos; se reconocen, se identifican y se actúa sobre las posibilidades de mitigar, restaurar o mejorar.
5. Todas las represas tienen acuerdos de operación formalizadas, con planes de licencia limitados. Si en los procesos de re-planificación o re-licenciamiento se considera ventajoso realizar cambios físicos considerables en las instalaciones, o desmantelar definitivamente la represa, se deberá llevar a cabo un estudio completo de factibilidad y evaluación del impacto ambiental y social.
Prioridad Estratégica No. 4
Sostener los ríos y los medios para ganarse la vida
Los ríos, las cuencas hidrográficas y los ecosistemas acuáticos son los motores biológicos del planeta. Son la base de la vida y del sustento para las comunidades locales. Las represas transforman los paisajes y crean riesgos de impactos irreversibles. Comprender, proteger y restaurar los ecosistemas a nivel de cuenca es esencial para fomentar el desarrollo humano equitativo y el bienestar de todas las especies. La evaluación de opciones y la toma de decisiones acerca del desarrollo de los ríos priorizan los esfuerzos para evitar los impactos, seguidos por la minimización y mitigación de los perjuicios para la salud e integridad del sistema fluvial. Evitar los impactos, mediante una selección idónea del sitio y un diseño adecuado del proyecto es prioritario. Liberar caudales ecológicos diseñados con criterios científicos puede ayudar a mantener los ecosistemas aguas abajo y las comunidades que dependen de ellos.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. Un entendimiento global de toda la cuenca en cuanto a las funciones, los valores y los requisitos del ecosistema, y de cómo la comunidad depende de éstos e influye en éstos al ganarse el sustento, es un requisito antes de que se puedan tomar decisiones sobre las opciones en materia del desarrollo.
2. Las decisiones valoran a los ecosistemas, las situaciones sociales y de salud como partes integrales del desarrollo del proyecto y de la cuenca hidrográfica, y priorizan las formas de evitar los impactos, de conformidad con un enfoque de precaución.
3. Se desarrolla una política nacional para mantener a ríos seleccionados con altas funciones y valores ecosistémicos en su estado natural. Al revisar las ubicaciones alternativas para represas en los ríos aún no desarrollados, se da prioridad a ubicaciones en los afluentes.
4. Se seleccionan proyectos que evitan impactos significativos para especies amenazadas o en peligro de extinción. Cuando no se pueden evitar los impactos, se implantan medidas viables de compensación que producirán un avance neto para la especie dentro de la región.
5. Las represas grandes preverán la liberación de caudales ambientales para ayudar a mantener la integridad de los ecosistemas y el sustento de las comunidades aguas abajo y se diseñarán, modificarán y operarán con estos objetivos.
Prioridad Estratégica No. 5
Reconocer los derechos y compartir los beneficios
Las negociaciones conjuntas con las personas afectadas adversamente brindan, como resultado, disposiciones por común acuerdo para la mitigación y el desarrollo que serán susceptibles de aplicarlas. Estas disposiciones reconocen los derechos que mejorarán las formas de ganarse el sustento y la calidad de vida, y las personas afectadas siempre serán beneficiarias del proyecto. El éxito en la mitigación, el reasentamiento y el desarrollo son compromisos y responsabilidades fundamentales del Estado y del promotor del proyecto. Ellos tienen la obligación de satisfacer a todas las personas afectadas en el sentido de que trasladarse de su contexto y recursos actuales mejorará su forma de ganarse la vida. La rendición de cuentas por las partes responsables, para que cumplan con las disposiciones de acordadas de mitigación, reasentamiento y desarrollo, se asegura por medios jurídicos, como contratos, y mediante un proceso accesible de apelación legal a nivel nacional e internacional.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. El reconocimiento de los derechos y el diagnóstico de los riesgos es la base para identificar e incluir a los y las actores adversamente afectados en negociaciones conjuntas sobre la mitigación, el reasentamiento y las decisiones relacionadas con el desarrollo.
2. La evaluación de los impactos incluye a todas las personas de las zonas del embalse, aguas arriba y abajo y de la captación cuyos bienes, recursos vitales y valores no materiales son afectados. También incluyen a las personas afectadas por la infraestructura relacionada con la represa, como canales, líneas de transmisión y el desarrollo de los sitios para el reasentamiento.
3. Todas las personas reconocidas como adversamente afectadas negocian los derechos por común acuerdo, formales y exigibles bajo la ley, con relación a la mitigación, el reasentamiento y el desarrollo.
4. Se reconoce que las personas adversamente afectadas son las primeras beneficiarias del proyecto. Se negocian mecanismos por común acuerdo y con protección jurídica para compartir los beneficios con el fin de asegurar su aplicación concreta.
Prioridad Estratégica No. 6
Garantizar el cumplimiento de lo establecido.
Para asegurar la confianza y credibilidad ante la ciudadanía, se requiere que los gobiernos, los promotores de los proyectos, las autoridades regulatorias y las entidades operadoras cumplan con todos los compromisos aceptados para la planificación, ejecución y operación de las represas. El cumplimiento con las reglamentaciones, los criterios y lineamientos aplicables, y los acuerdos negociados específicamente para cada proyecto se asegura en todas las etapas cruciales de la planificación y ejecución del proyecto. Un conjunto de incentivos y mecanismos que se refuerzan mutuamente se requiere para las medidas sociales, ambientales y técnicas. Estos deben incluir una combinación apropiada de medidas regulatorias y otras, que incorporen incentivos y sanciones. Los marcos regulatorios y de cumplimiento usarán los incentivos y sanciones para asegurar la eficacia cuando se requiera flexibilidad para hacer frente a circunstancias cambiantes.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. Un conjunto claro, consistente y común de criterios y lineamientos para asegurar el cumplimiento se adopta entre las instituciones promotoras, contratantes y financieras; el cumplimiento está sujeto a una revisión independiente y transparente.
2. Un Plan de Cumplimiento se elabora para cada proyecto antes de iniciarlo, delineando cómo se logrará el cumplimiento, con criterios y lineamientos pertinentes y especificando esquemas vinculantes para los compromisos técnicos, económicos, sociales y ambientales específicos para cada proyecto.
3. Los costos para establecer los mecanismos de cumplimiento y la capacidad institucional relacionada, y su aplicación efectiva, se incorporan en el presupuesto del proyecto.
4. Las prácticas corruptas se evitan mediante la aplicación de la legislación, los pactos voluntarios de integridad, el desaforo (de abogados, jueces, etc. Del ejercicio profesional) y otros instrumentos.
5. Las instituciones financieras públicas y privadas desarrollan incentivos que compensan a los proponentes de proyectos por acatar los criterios y lineamientos.
Prioridad Estratégica No. 7
Compartir los Ríos para la Paz, Desarrollo y Seguridad
Almacenar el agua y desviarla en ríos transfronterizos ha sido fuente de considerables tensiones entre países y dentro de los mismos. Siendo intervenciones específicas para trasladar el agua, las represas requieren cooperación constructiva. Por consiguiente, el uso y manejo de los recursos es cada vez más el objeto de consenso entre los Estados para promover mutuamente sus intereses superiores para la cooperación regional y la colaboración pacífica. Esto lleva a una transición de enfoque, desde el enfoque estrecho de asignar un recurso finito, hacia la acción de compartir los ríos y sus beneficios asociados, acción en la cual los Estados serán innovadores al definir el alcance de los temas de negociación. Las entidades externas de financiamiento apoyarán los principios de las negociaciones de buena fe entre los Estados ribereños.
Principios Políticos para su realización efectiva:
1. Las políticas nacionales de recursos hídricos tendrán disposiciones específicas para los acuerdos regionales a nivel de las cuencas hidrográficas compartidas. Los acuerdos serán negociados en base a la buena fe entre los Estados ribereños. Se basan en los principios de la utilización equitativa y razonable, ningún perjuicio significativo, información previa y las prioridades estratégicas de la Comisión.
2. Los Estados Ribereños ya no mirarán al agua como un bien finito que debe dividirse, sino que se acogerán a un enfoque que no asigna equitativamente el agua, sino los beneficios que pueden derivarse de ella. Cuando sean apropiadas, las negociaciones incluyen los beneficios fuera de la cuenca y a los demás sectores con intereses mutuos.
3. Las represas en ríos compartidos no se construyen en los casos cuando los Estados ribereños planteen una objeción que sea ratificada por un panel independiente. Las controversias irresolubles entre los países se dirimirán mediante varios mecanismos de resolución de disputas, los que incluirán, como último recurso, la Corte de Justicia Internacional.
4. Para desarrollar proyectos en los ríos compartidos entre las unidades políticas dentro de un mismo país, se harán las disposiciones legislativas necesarias a nivel nacional y seccional para incorporar las prioridades estratégicas de la Comisión, de «lograr la aceptación ciudadana», «reconocer los derechos», y «sostener los ríos y los medios de ganarse la vida».
5. Cuando un organismo gubernamental proyecta o facilita la construcción de una represa en un río compartido, contraviniendo el principio de las negociaciones de buena fe entre los Estados ribereños, las entidades financieras externas retirarán su apoyo a los proyectos y programas promovidos por dicho organismo.
Por ultimo, la CMR llegó a la conclusión de que el «fin» que debe alcanzar cualquier proyecto de desarrollo es el mejorar de un modo sustentable el bienestar humano, es decir, producir un avance significativo en el desarrollo humano, sobre una base que sea económicamente, equitativa socialmente y ambientalmente sustentable. Si la construcción de una repesa es el mejor modo de alcanzar este objetivo, merece ser apoyada. Cuando otras opciones son una mejor alternativa, ellas deberían ser favorecida, y no las grandes represas.
VI. ¿Cuál podrían ser otras opciones y alternativas a las grandes represas?
Existen diversas formas en que los gobiernos pueden facilitar energía eléctrica a sus habitantes. Esto incluye mejorar las centrales y líneas de transmisión existentes, construir nuevas fuentes de energía, y reducir la demanda energética.
Para reducir la demanda energética, los gobiernos pueden incentivar a las fábricas, empresas, comercios, industrias para que usen la energía efectivamente. Esto tiene un costo menor y es mejor para el ambiente que construir nuevas centrales hidroeléctricas y represas.
Algunos mecanismos para ahorrar energía están la de ayudar a la gente a pagar por artefactos y lámparas que usen menos electricidad. Los gobiernos pueden cobrar más impuestos a las empresas y personas que usen artefactos que consuman más energía. Se puede alentar a las personas y empresas a usar la electricidad a distintas horas del día. Esto ayudará a construir menos represas.
Otro de las opciones es la de mejorar las represas y líneas de transmisión existentes. Todos sabemos que las líneas de transmisión transportan la energía desde las centrales hasta los hogares, grandes ciudades, fábricas y comercios. En muchos países, las líneas de transmisión de mala calidad desperdician gran cantidad de energía. Hacen aconsejable repararlos.
Pueden mejorarse las represas o centrales existentes limpiándolas, quitando los sedimentos y haciendo otras mejoras técnicas, con el fin de producir más electricidad.
Otras formas de generar energía para las ciudades y áreas rurales es la construcción de pequeñas hidroeléctricas con unos cuantos metros de altura con piedras, tierras o maderas. Estos no cambian el rumbo de los ríos, no desplazan a nadie o no necesitan represarlas y pueden ser operadas por las comunidades. Está también la energía biomasa, producida por el uso de los desechos de los animales y agrícolas para quemarlos en cocina, producir gas y calentar edificios, la energía solar, la energía eólica, es decir la producida por el viento, la energía geotérmica y otros.
VII. Conclusión
El informe de la Comisión Mundial de Represas confirma evidentemente las razones de las comunidades que se oponen a la construcción de las represas.
La CMR propone un nuevo enfoque para la toma de decisiones en base al reconocimiento de los derechos y la evaluación de los riesgos para todos los actores cuyos derechos podrían verse afectado. Este nuevo enfoque es la que debe guiar las acciones de los gobiernos en cuanto al desarrollo de recursos energéticos e hídricos. De ahí que el «fin» que debe alcanzar cualquier proyecto de desarrollo es el mejorar de un modo sustentable el bienestar humano, es decir, producir un avance significativo en el desarrollo humano, sobre una base que sea económicamente, equitativa socialmente y ambientalmente sustentable. Si la construcción de una repesa es el mejor modo de alcanzar este objetivo, merece ser apoyada. Cuando otras opciones son una mejor alternativa, ellas deberían ser favorecida, y no las grandes represas.
Para los pueblos indígenas, el informe y las recomendaciones de la Comisión Mundial de Represas constituye el mejor instrumento de lucha para su verdadera inclusión en la toma de decisiones estatales.
El Banco Mundial y la Unión Mundial para la Naturaleza fueron los que establecieron la Comisión Mundial de Represa y por eso, el Banco debe seguir e incluir en sus políticas de financiamiento las recomendaciones y las prioridades estratégicas formuladas por la WCD.
* Efrén Diego Domingo
Notas:
[1] Ver Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma de Decisiones. Informe de la Comisión Mundial de Represas. Una Síntesis. Represas y Desarrollo, una Introducción. Pág. 2 y 3. Noviembre, 2000.
[2] Guardianes de los Ríos. Guía para Activistas. Pág.16. Publicación de la Internacional Rivers Network.
[3] Editorial. La Parota: prevenir nuevos conflictos. http://www.jornada.unam.mx/2007/11/28/index.php?
[4] Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la hidroeléctrica La Parota, Guerrero, México. http://www.jornada.unam.mx/2007/11/28/index.php?
[5] Campo pagado. Prensa Libre, 30/04/2007.
[6] Ver Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma de Decisiones. Informe de la Comisión Mundial de Represas. Una Síntesis. Noviembre, 2000. Pág. 3.
[7] Aviva Imhof, Susanne Wong y Peter Bosshard. Guía Ciudadana sobre la Comisión Mundial de Represas, Publicado por la red Internacional de Ríos (IRN). Pág. 2
Fuentes de información:
Aviva Imhof, Susanne Wong y Peter Bosshard. Guía Ciudadana sobre la Comisión Mundial de Represas, Publicado por la Red Internacional de Ríos (IRN).
Guardianes de los Ríos. Guía para Activistas. Internacional Rivers Network (IRN).
Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma de Decisiones. Informe de la Comisión Mundial de Represas. Una Síntesis. Represas y Desarrollo, una Introducción. World Commission on Dams.
Represas, Rios y Derechos. Guía de acción para comunidades afectadas por las represas. International Rivers Network (IRN) y Linking Rights and Enviromental Protection.