Recomiendo:
3

Las últimas teorías de la conspiración de la extrema derecha: la mentira como estrategia política

Fuentes: La Marea [Foto: Tuits de Cristina Seguí, Alfonso Ussía, Marcos de Quinto y Fernando Sánchez Dragó poniendo en duda el voto por correo]

Sembrar las dudas sobre el voto por correo, calificar de «autoataque» el atentado contra la sede de Podemos en Cartagena o el contubernio ruso-mediático para dar voz a discursos antisemitas han sido algunas de las últimas teorías de la conspiración de la extrema derecha.

La derecha se agarra a la misma estrategia post 11M. Este era el título del artículo publicado el 22 de abril del pasado año, en pleno confinamiento, en el cual analizábamos cómo los partidos reaccionarios trataban de generar dudas y azuzar la conspiranoia sobre la pandemia, algo similar a lo que había sucedido tras los atentados de Atocha, en 2004.

Desde entonces, la estrategia ha sido sostenida en el tiempo. Las teorías de la conspiración se han convertido en parte del discurso político de la extrema derecha y de la derecha más extrema. Un fenómeno que no es nuevo, ni tan siquiera español. Como sostienen los politólogos Joseph E. Uscinski y Joseph M. Parent –autores de American Conspiracy Theories– este tipo de teorías se dan, en mayor medida, dentro de aquella ideología que ha perdido el poder político

Además, “desde una perspectiva histórica las teorías conspirativas modernas más relevantes han sido literalmente reaccionarias”. Así lo asegura el profesor de Teoría Sociológica y Análisis Electoral en la Universidad de Granada Alejandro Romero, que acaba de publicar Contubernios nacionales (Akal), un libro en el que aborda las teorías de la conspiración de la derecha española. Según explica, se trata de una estrategia que tiene como objetivo “la deslegitimación de adversario político, al cual se convierte en enemigo de la patria”.

Antes vino la entrada de los comunistas en el Gobierno, después, la pandemia de la COVID-19 terminó de abonar el terreno para la proliferación de este tipo de teorías. El doctor en Historia Carles Senso, autor de Fascismo mainstream, argumenta en dicho trabajo que “la extrema derecha encontró con la pandemia una excusa perfecta para sacar su versión más reaccionaria allá donde gobernaba la izquierda”. El caldo de cultivo era ideal: “La materia prima de la confabulación conspirativa es una mezcla de incertidumbre, impotencia, desconfianza y división. […] la pandemia nos ha aportado cantidades abundantes de los cuatro elementos”, explica Alejandro Romero. En este contexto, las personas fallecidas por coronavirus han sido el arma arrojadiza más potente desde sectores conservadores, que contraponían la versión oficial sobre las cifras.

Las teorías, además, acaban dando lugar a ese concepto denominado postverdad. “No es simplemente la mentira instrumental de toda la vida. […] no basta con que un político suelte sin despeinarse un embuste insultantemente obvio. Es necesario, además, que los receptores del embuste lo acepten y lo difundan a sabiendas de su falsedad, anteponiendo su militancia en la causa del embustero”. Así, la falacia del “virus chino” tuvo buena acogida entre los votantes y simpatizantes de la ultraderecha tras la insistencia del líder de Vox Santiago Abascal: “[China] o bien lo produjo artificialmente o bien permitió que se propagara por todo el mundo entre ocultaciones y entre engaños”, dijo en octubre en el Congreso.

Para Romero, este tipo de teorías de la conspiración pueden ser “muy rentables políticamente cuando se logra que una proporción relevante del electorado crea en ellas”. Estas han sido algunas de las últimas difundidas desde la extrema derecha española: 

El ataque a la sede de Podemos en Cartagena

Ha sido una de las últimas confabulaciones conspirativas nacidas en redes sociales, el lugar predilecto para sembrar estas teorías. Después de que Podemos Cartagena denunciase un ataque a su sede con un cóctel molotov, desde sectores vinculados a la extrema derecha y a la derecha más ultra se comenzó a poner en duda dicho ataque. “Esperemos que la policía investigue y encuentre a los culpables de este posible autoatentado”, escribía en Twitter el exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto citando otro tuit del afiliado a Vox Arturo Villa, en el que hablaba de “montaje” y “cutre” el vídeo difundido por la formación política.

Los elementos sobre los que se sustentaba esta teoría han sido varios: la aparición de unas carpetas sobre las mesas de la sede tras el destello de las llamas, el hecho de que las cortinas estuviesen descorridas permitiendo ver la comisión del ataque, un análisis de la figura del atacante, que, aunque estaba encapuchado, se parecía a una representante del partido en la ciudad e, incluso, la mentira de que la formación morada no pensaba denunciar el atentado.

El especialista en redes sociales Julián Macías, responsable del canal Pandemia Digital, asegura que tras el atentado, desde la extrema derecha se lanzó la campaña #PodemosAtacaAPodemos –que llegó a ser Trending Topic– “con más de 23.000 tuits con bots que pusieron más de 1.000 tuits en un día”. Además señala a personajes como el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, el vicesecretario de Comunicación de Vox Manuel Mariscal, el responsable de Comunicación Online del PP Ismael Sirio López o el periodista Carles Enric, entre otros, como propagadores de la teoría.

No sorprende que los difusores oficiales de bulos y odio de la ultraderecha en lugar de condenar el sexto ataque contra la sede de Podemos Cartagena digan que es un autoatentado, pero es preocupante que los responsables de comunicación de VOX y PP le den alas.
ABRO HILO pic.twitter.com/ZzcxJpqDju

— Julián Macías Tovar (@JulianMaciasT) April 2, 2021

Estos diferentes bulos –desmentidos por verificadores como Maldita.es– también han sido difundidos por portales mediáticos vinculados a la ultraderecha como El Diestro, Outono o EsDiario, que de una forma u otra se han hecho eco de ellos, así como el foro Burbuja.info, que incluso cuenta con un apartado dedicado a “Conspiraciones”

Estado de Alarma, el programa online de Javier Negre, titulaba una de sus emisiones con una pregunta: “¿Es un montaje el ataque a la sede de Podemos?”. La colaboradora Cristina Seguí aseguró, en referencia a Pablo Iglesias: «Este tipo ya solamente vive de los montajes”. La pregunta como método para sembrar la duda también viene recogida en el trabajo de Alejandro Romero como una de las fórmulas para azuzar la conspiranoia: “La retórica de ‘solo hago preguntas’ o ‘hay que cuestionarlo todo’ es socorrida en la defensa de teorías de la conspiración ya que libera por completo a quien se refugia en ella de cualquier responsabilidad probatoria y le permite presentarse como adalid de la crítica y el saludable escepticismo”. Se trata, pues, de invertir la carga sobre el acusado en un especie de “presunción de culpabilidad” de la que debe intentar liberarse. 

El voto por correo para las próximas elecciones en Madrid

En una especie de ficticia Ley de conservación de la conspiranoia podríamos decir que las teorías de la conspiración ni se crean ni se destruyen, solo se trasforman. Y después de que Donald Trump pusiese en duda el voto por correo tras perder las elecciones a finales del año pasado, no era difícil pensar que dicha teoría llegase a España. 

Tras usar las elecciones de Catalunya como campo de pruebas, los comicios del próximo 4 de mayo en Madrid están siendo el campo fértil en el que está agarrando esta teoría sobre el fraude electoral. Así, después de que se conociese que la jornada electoral regional iba a celebrarse en día laborable, desde sectores vinculados a la izquierda comenzó a alentarse el voto por correo como forma de evitar la abstención en las zonas obreras de la región, las que menos suelen votar.

La confabulación se sustenta en dos pilares: en primer lugar, el Gobierno español quiere acabar con la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, representante del ala más radical del Partido Popular, y en segundo lugar el actual presidente de Correos, Juan Manuel Serrano Quintana, fue el jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Los elementos son propicios para la difusión de la idea, a la que había que añadir uno más: se trataría de un engaño a gran escala, un ingrediente catalizador de cualquier supuesta conspiración, tal y como se explica en Contubernios nacionales.

Ante un bulo similar, el director general de Participación Ciudadana y Procesos Electorales de la Generalitat de Catalunya, Ismael Peña-López, explicó a través de un hilo de Twitter la imposibilidad de llevar a cabo un fraude electoral masivo, ya que supondría “controlar miles de funcionarios de diferentes administraciones”.

Però i si tingués accés a les etiquetes?

El vot per correu són dos sistemes separats:
La llista la té l’Oficina del Cens Electoral.
La tramesa la fa Correus.
Hauries de controlar ambdós sistemes, simultàniament i de forma massiva.
Això és a la pràctica impossible de fer.
/5

— Ismael Peña-López (@ictlogist) January 9, 2021

En este caso, el columnista Alfonso Ussía fue uno de los difusores de esta teoría. Ya lo hizo en noviembre de 2020 en su columna en Estado de alarma: “El gran problema que tienen hoy los que aspiran a la limpieza democrática en unas elecciones es el voto por correo. Ahí se fraguan, se acumulan, se llevan a cabo todas las trampas”. De forma menos clara que en la teoría anterior, el exdiputado Marcos de Quinto también se subió al carro de la conspiración pidiendo “votar presencialmente”.

Aunque de forma oficial nadie se ha sumado a esta campaña, desde El Confidencial explican que “es fácil dar con numerosos mensajes similares de todo tipo de usuarios, como el periodista Javier Villamor, Cristina Seguí o cuentas anónimas que dicen ser cercanas al partido Vox. También empiezan a moverse memes y vídeos en WhatsApp”.

Otros como el periodista Luis del Pino –que todavía sigue subido al carro de la teoría de la conspiración de los atentados del 11-M y que es elegido como uno de los ‘grandes conspirógrafos‘ españoles según Romero–, sin embargo, ha criticado esta mentira vertida desde una parte de la extrema derecha e incluso ha animado a votar por correo ante la posibilidad de nuevos rebrotes en los días y semanas previas a los comicios madrileños.

Las proclamas antisemitas en el cementerio de la Almudena y los rusos

Este mismo medio también se ha visto en medio de una de las teorías de la conspiración difundidas por la extrema derecha. El pasado 15 de marzo, nuestro colaborador Miquel Ramos se hacía eco de un acto que se había producido un par de días antes en el cementerio de la Almudena, en Madrid, para rendir homenaje a la División Azul. En él se hizo el saludo nazi y se entonaron canciones de temática fascista; una de las oradoras, además, lanzó proclamas antisemitas: “El judío es el culpable. El enemigo siempre va a ser el mismo”.

La noticia, de gran repercusión en la prensa nacional debido a la crudeza de las afirmaciones, iba acompañada de un vídeo grabado por la agencia estatal rusa Rutply. Lamarea.com pagó una cantidad económica para tener acceso a él, al igual que hicieron numerosos medios de comunicación, principalmente televisiones que también quisieron emitir dichas imágenes. La ultraderecha, no obstante, unió lamarea.com y Rusia para lanzar una confabulación.

“Esta NAZ I [sic] está patrocinada por @lamarea_com. Putos enfermos”, publicaba Cristina Seguí, que trataba de vincular el acto a este medio por el mero hecho de que el logotipo de lamarea.com figuraba en el vídeo, algo común al haber pagado por las imágenes. A partir de ahí, comenzó a desarrollarse la teoría: “¿No ves que el plano de fondo no tiene nada que ver con el plano de la chica? Estos progres ya no saben que [sic] hacer”, aseguraba un usuario en respuesta a Seguí. Se refería al efecto difuminado del vídeo, que provocaba que la oradora antisemita apareciese mucho más nítida que el fondo; un efecto con el que ahora cuenta cualquier cámara que grabe en alta definición.

La gran calidad de las imágenes fue uno de los motivos que azuzó dicha teoría. Diferentes usuarios en redes sociales aseguraron que se trataba de un acto preparado para ser grabado y difundido por parte de la izquierda. Así, desde el lobby sionista Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), llegaron a hablar de “tramas oscuras” y preguntó por la relación de este medio “con la agencia estatal rusa @Ruptly que andaba casualmente por el acto neonazi y grabó un vídeo que acabó en exclusiva”. De nuevo, la pregunta como arma para dejar caer la responsabilidad en la otra parte, que debe demostrar su inocencia en un juicio público. 

ACOM, en un tuit en el que insultaba a dos colaboradores de este medio, también compartió una columna de el exdiputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta en la que aseguraba que el  acto fue “escenificado” y “Un videoclip de primera” grabado por la agencia rusa y posteriormente destapado por este medio. “De ahí saltó a la prensa internacional: ¡Brote neonazi en España!”, terminaba el artículo publicado en el diario conservador ABC, en el que dejaba entrever un supuesto contubernio para promocionar a la joven antisemita.

Fuente: https://www.lamarea.com/2021/04/07/ultimas-teorias-conspiracion-extrema-derecha/