Es el oráculo que interpretan sacerdotes yoruba desde la isla caribeña y sirve de guía a las y los creyentes para vencer obstáculos y dificultades
La protección de la tierra para que siga brindando alimentos, la atención de las familias sobre las hijas e hijos y la defensa y respeto a las tradiciones, se incluyen en las alertas que hace para las sociedades en 2018 la Letra del Año, la tradicional adivinación de religiones afrocubanas divulgada la víspera.
También conocida como las predicciones de Ifá, que por tercera ocasión emiten de forma unificada la Asociación Cultural Yoruba de Cuba (ACYC) y el Consejo de Sacerdotes Mayores de Cuba, indica que el signo regente es OSA SHE, con Yemayá como divinidad que gobierna, acompañada por Eleguá, por lo que la bandera del año es mitad blanca mitad azul, con ribetes negros.
En el panteón yoruba, Yemayá es la diosa de la maternidad y el mar y Eleguáes un pequeño niño que tiene los poderes de cerrar y abrir los caminos, es decir, el desenvolvimiento de las personas.
Reunidos el 31 de diciembre de 2017 en la ceremonia de apertura de 2018, los miembros de la Comisión organizadora de la Letra, sacerdotes de Ifá(el máximo grado en la Regla de Ocha-Ifá) de las diferentes ramas religiosas existentes en el país, emitieron las predicciones que incluyen los refranes del signo, enfermedades, acontecimientos de interés y recomendaciones.
La Letra del año comenzó a emitirse a finales del siglo XIX y los registros indican que el iniciador en Cuba fue el babalawo Remigio Herrera (Adeshina), de origen africano, apoyado fundamentalmente en cinco de sus ahijados. Si bien en los siglos XIX e inicios del XX las ramas más tradicionales estuvieron dirigidas por africanos, luego le sucedieron cubanos.
En conferencia de prensa, presidida por representantes de la ACYC, el Consejo de Sacerdotes Mayores de Cuba, del Consejo de Asesores del Consejo de Mayores de Cuba, del Consejo de Obbá de Cuba y del Consejo de Iyalaoshas de Cuba, se aclaró que el oráculo de Ifá tiene infinidad de signos y caminos y que su transitar es netamente religioso.
«La Letra del Año son los caminos de Ifá que razonados y estudiados por los babalawos nos sirven para transmitirles a las personas que se atienden con nosotros o que acuden a nosotros en busca de consejos para trazarles más o menos el camino a seguir», explicó el religioso Lázaro Cuesta, vicepresidente honorífico de la ACYC.
Ante preguntas relacionadas con el cambio generacional en el gobierno cubano ante la anunciada salida del presidente, Raúl Castro, en abril venidero, Cuesta destacó que la Letra del Año no es política, «no es partidista, la letra del año no habla con nada ni con nadie y habla con todos».
Se dio a conocer los cuatro refranes: toda persona es digna de respeto, los padres no piden bendición a los hijos, si no se sabe la ley con que se vive en este mundo, se debe vivir al otro y el hijo sigue la tradición del padre.
Al respecto, el babalawo Víctor Betancourt explicó que aquellas vinculadas con la pérdida de tradiciones aluden a aspectos relacionados con la música, la moda, la continuidad religiosa y «esa sabiduría que fue guardada de generación en generación y se ha perdido».
En el año, según el oráculo, se incrementarían las enfermedades neurológicas, del tracto digestivo, la impotencia a temprana edad como resultado de la promiscuidad, y las de transmisión sexual.
La madre tierra
Problemas en el sector agrícola fundamentalmente en la producción de viandas, granos y hortalizas como consecuencia de la poca fertilización de los suelos, movimientos telúricos que pueden conducir a derrumbes y catástrofes naturales, se encuentran entre los acontecimientos de interés social que destacan las predicciones para 2018.
Cuesta insistió en que «el proceso de la tierra es tan extremadamente complicado que todo lo que aparece ahí es posible inclusive en grado superlativo, producto de los maltratos que la tierra sufre, la cantidad de elementos ajenos a ella que le estamos introduciendo, las pruebas que se hacen desde el punto de vista cientifico», entre otros aspectos.
«Si los dirigentes mundiales no le prestan atención a este fenómeno, la abundancia de hoy se va a convertir en miseria de siempre, por eso llamamos a que se haga un análisis valorativo del tratamiento que se le da a la tierra», instó el líder religioso.
Al interpretar el mensaje de Ifá, llamó a brindarle a la tierra la debida atención y limitar el uso indiscriminado de determinados elementos químicos pues de lo contrario «llegará un momento en que ella dejará de producir y entonces vamos a tener que hacer obras y milagros para que restituya la fuerza que nosotros le hemos quitado».
Cuesta añadió que ante un signo de tal magnitud, los sacerdotes de Ifá harán una obra a nivel nacional y «darán de comer a la tierra, con todos los elementos, rituales y ceremonias requeridos para solicitar que el poder divino ayude a resolver esos problemas».
Letra unificada
Hasta hace tres años se emitían dos letras diferentes, una de la Comisión Organizadora de la Letra del año Miguel Febles Padrón y otra, de la ACYC.
Sobre la unificación, Cuesta señaló que las cosas marchan con los «obstáculos y dificultades que creamos los hombres en el camino, pero la idea fue buena y los que decidimos unirnos mantenemos la necesidad de la unidad».
«Si nos unimos a buscar una sola letra que sirviera de orientación al pueblo religioso y no religioso que hoy se interesa por estas cosas, tenemos que ser capaces nosotros mismos de ir limando las asperezas, despejando los obstáculos y empezar a entender que el cambio fue necesario para beneficio de nosotros mismos y de la sociedad y los religiosos del mundo que nosotros orientamos», apuntó.
Fuente: http://www.ipscuba.net/sociedad/letra-del-ano-emite-recomendaciones-para-cuba-y-el-mundo/