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Lo pienso y lo vuelvo a pensar

Fuentes: Rebelión

Lo pienso y lo vuelvo a pensar, una y otra vez me golpea en la mente que los supuestos ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba, son una premeditada arremetida contra los caminos ya transitados por las dos naciones rumbo a una estabilización de relaciones, cuyo punto inicial fue el 17 de diciembre de 2014. […]


Lo pienso y lo vuelvo a pensar, una y otra vez me golpea en la mente que los supuestos ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba, son una premeditada arremetida contra los caminos ya transitados por las dos naciones rumbo a una estabilización de relaciones, cuyo punto inicial fue el 17 de diciembre de 2014.

Bajo la amenaza de «ataques de una naturaleza desconocida», la administración de Trump decidió «defender la seguridad» del personal, y retirar a la mitad de sus funcionarios. Asimismo, ha eliminado la emisión de visados a los cubanos, ha expulsado a funcionarios cubanos de Washington y recomienda a los estadounidenses no viajar a la isla.

Reitero, lo pienso varias veces y todas las coordenadas me enrumban a considerar que esta no es una acción precipitada, es una acción PREMEDITADA, con toda certeza lo aseguro: ¡para nada me toma por sorpresa! este accionar del gobierno republicano que ahora manda en la «superpotencia mundial».

No es extraño que Estados Unidos, trate de desviar la atención de la opinión pública con respecto a Cuba, pues se acercan días difíciles para su política exterior con respecto a la mayor de Las Antillas, cuando el venidero primero de noviembre, la inmensa mayoría de las naciones, en la ONU, den otra estocada mortal contra el inhumano bloqueo.

Claro está que como parte de su campaña presidencial, Trump prometió en Miami a la oposición del Gobierno cubano modificar la relación con Cuba y es una deuda que tiene que pagar hasta con quien más lo vapuleó y vilipendió durante su campaña rumbo a la Casa Blanca, el archiconocido anticubano: Marco Rubio, pero más que todo y primero que todo, se trata de una descarada actitud imperial.

Este es un nuevo ataque contra Cuba, de eso no hay duda, los escenarios son otros, los aires que se respiran son otro, sin embargo hay algo que no cambia, ni cambiará en los casi 60 años de agresiones, persecuciones y presiones por parte Washington hacia La Habana, y eso es la dignidad y el patriotismo de los nacidos en esta tierra de mambises.

Las premeditadas acciones del gobierno de Trump contra el pueblo cubano encontrarán, por encima de todo, el ejemplo que da Cuba al mundo, y tras esa premeditación es ¡triste! apreciar como este depravado señor desconoce la historia de esta patria.

Así de simple se han trazado la jugada «ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba», y con este pretexto se han retirado de su sede en La Habana múltiples funcionarios, y al respecto sin pensarlo mucho con toda seguridad me dije: Si se van que se larguen, a fin de cuenta como dijo nuestro gran Jefe Indio de la Patria Grande, el querido Evo en forma de interrogante en un gran foro: ¿Saben por qué en EEUU no hay golpe de Estado…? Porque en EEUU ellos no tienen embajada.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.