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Preparan desde Estados Unidos una nueva provocación en La Habana

Los anticastristas piden a Miami 130.000 dólares para gastar en una cumbre que durará día y medio

Fuentes: Rebelión

Con motivo de la reunión de varios grupos anticastristas agrupados en la denominada Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba el próximo veinte de mayo en La Habana, hemos consultado exhaustivamente su página web. Allí reproducen un artículo procedente de El Nuevo Herald con fecha 31 de marzo firmado por Wilfredo Cancio en el […]

Con motivo de la reunión de varios grupos anticastristas agrupados en la denominada Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba el próximo veinte de mayo en La Habana, hemos consultado exhaustivamente su página web.

Allí reproducen un artículo procedente de El Nuevo Herald con fecha 31 de marzo firmado por Wilfredo Cancio en el que los organizadores parece que se quejan de problemas de financiación y piden ayuda a Miami. Titulado «La falta de fondos dificulta la cumbre de los disidentes», se afirma lo siguiente: «Además de sortear las barreras represivas del gobierno, la reunión cumbre de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC) en Cuba encara otro difícil reto organizativo: los recursos financieros.

Por ello el 22 de diciembre ya pidieron a las organizaciones de Miami: «estamos recabando de ustedes nos permitan conocer la ayuda material con la que podremos contar por parte de cada organización, con el fin de poder elaborar el presupuesto para la realización de nuestra Reunión».

«Los promotores del foro han elaborado un presupuesto tentativo de130,000 dólares (3.25 millones de pesos cubanos al cambio actual) para garantizar desde fuentes de electricidad hasta teléfonos celulares durante los debates y sesiones plenarias», dice el artículo de El Nuevo Herald.

Parece que la electricidad tuviese un precio disparatado en Cuba y que los convocados no se fuesen a reunir físicamente y tengan previsto celebrar sus debates mediante teléfonos móviles observando este presupuesto. El texto, más adelante, comienza a concretar algunos detalles presupuestarios, por ejemplo «obsequios de recordación para todos los asistentes». Eso ya puede complicar los cálculos, todo depende de cuál sea el obsequio para quienes vayan a la asamblea. Recordemos que su duración es tan sólo de día y medio y piden 130.000 dólares para «gastos».

Parece que ya han tenido alguna terrible sangría presupuestaria: «El martes, los principales dirigentes de la APSC, Roque, el abogado René Gómez Manzano y el profesor Félix Bonne Carcasés, se vieron obligados a realizar una conferencia telefónica con exiliados de Miami usando una costosa tarjeta prepagada desde una cabina pública». De todos modos, con los 130.000 dólares a buen seguro podrán realizar muchas llamadas a Miami. Aunque también podrían haber tenido el detalle sus socios norteamericanos y aceptar el cobro revertido.

Leyendo el texto, todo son problemas para esta gente: «Para complicar la situación presupuestaria del evento, el gobierno cubano anunció la pasada semana un incremento del 8 por ciento en la tasa de cambio del peso convertible con relación al dólar». Parece que Fidel Castro revalorizó la moneda del país y abarató de este modo un ocho por ciento los productos extranjeros que compren los cubanos para complicar la reunión de mayo.

Sin embargo no se entienden estos problemas financieros, el propio artículo recuerda que «el pasado año, el presidente George W. Bush decidió entregar un respaldo adicional de 29 millones de dólares como parte de las recomendaciones de la llamada Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre» y «el programa de Cuba de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID) cuenta anualmente con 7 millones de dólares». Dicen que «el dinero no puede transferirse en efectivo a la disidencia en la isla», pero, si fuese cierto, sería por la legislación aprobada por el gobierno norteamericano, no por el cubano.

La siguiente sorpresa que descubrimos en la web de los organizadores es el número de «organizaciones cívicas que integran dicha Asamblea». Afirman que son «más de 360» que se encuentran dentro de la isla pero que no están reconocidas por el gobierno. Una cifra que contrasta con la de «organizaciones del exilio cubano en Miami» que anunciaron en El Nuevo Herald el pasado 10 de abril su apoyo a la citada Asamblea, una treintena. Es decir que hay diez veces más organizaciones disidentes, no reconocidas por el gobierno pero sí públicas, dentro de Cuba que en Miami. Se trata pues de una persecución peculiar puesto que, según afirman en su presentación en la web, «como bien se conoce, en Cuba, no está permitido disentir».

Además tienen en la web una nutrida galería de fotos, hay decenas de ellas con sus activistas posando en sus reuniones. Es la primera vez que veo que unos grupos políticos que se dicen perseguidos en un país que «no está permitido disentir» se encuentran en el interior, no tienen orden de detención ni de búsqueda y exponen su identidad, domicilio, teléfono y fotografías en internet. Yo creo que sólo les falta adjuntar el número de cuenta bancaria. Por si se necesitase para algo.

Sigo explorando su página y descubro un enlace denominado «Presos políticos cubanos». Aparecen clasificados por prisiones, se trata de listas con nombre y apellidos, dirección, edad, teléfono, número de identidad, nombre y número de identidad del familiar que le atiende y delito por el que cumple condena. Leo detenidamente los delitos: explosivos, tenencia ilegal de armas, tenencia de armas blancas, malversación, atentado contra la Seguridad del Estado, robo con fuerza, hurto, tenencia ilícita de armas, piratería (llevarse un avión o un barco), falsificación de documentos, terrorismo. Llegó a la conclusión que las cárceles de mi país -España- también están repletas de «presos políticos» de este tipo.

Continúo paseando por la web y encuentro un nuevo artículo de El Nuevo Herald, parece que ya no les hace falta editar ninguna publicación propia para la Asamblea, este periódico les soluciona la necesidad. Está firmado por Pablo Alfonso y se titula «La tecnología rompe la censura de Castro». Trata sobre la presentación de un libro en Miami y que, mediante videoconferencia, el acto pudo ser difundido en La Habana. Veamos cuanta gente fue: «ante una audiencia de casi un centenar de personas en Miami mientras en La Habana una docena de opositores siguieron la actividad a través de un monitor de televisión instalado en la Sección de Intereses de Estados Unidos, invitados por el Departamento de Asuntos Culturales de esa oficina diplomática». No parece que vayan a temblar los cimientos del castrismo con estas cifras. Eso sí, gracias a la docena invitada por la sección de Estados Unidos el autor y presidente de la firma consultora Jorge Sanguinetty podía afirmar pletórico: »Tenemos a un grupo de compatriotas en La Habana, escuchando y viendo esta presentación, en un hecho que abre importantes perspectivas futuras».

La web de los anticastristas tiene también un apartado denominado «Niñez y Juventud», en el que se incluyen cartas y dibujos de niños. Observo que lo que más piden en sus textos son uvas, manzanas y golosinas. Estas últimas, afirma alguna carta, no las pueden comprar los niños pobres cubanos. Los niños pobres no pueden comprar golosinas en ningún lugar del mundo, lo peculiar es que sea esa la única necesidad de los «niños pobres» cubanos. Por más que busco no aparece ninguna misiva pidiendo unos zapatos, un cuaderno o un antibiótico.

Por último pincho en los mensajes de adhesión recibidos. Uno de ellos denuncia «medidas represivas y de intimidación contra los disidentes y opositores en Cuba» con motivo de la preparación del encuentro de mayo, sin concretar agresión física o policial alguna. Observo que la denuncia de «represión» e «intimidación» procede de una organización que se denomina Asociación de veteranos de Bahía de Cochinos Brigada de Asalto 2506, es decir, un grupo armado que intentó invadir Cuba y que en su membrete incluyen el logotipo de un tipo con fusil. Yo diría que por el pasado, la denominación y el logotipo son ellos los que quieren intimidar. Por cierto, es uno de los grupos que financia el encuentro.

En realidad, para dejar algunos en evidencia no es necesario consultar a sus enemigos, basta con observar sus discursos y afirmaciones. Y es que no se puede tapar el sol con un dedo.

www.pascualserrano.net