Un análisis de la evolución de la fecundidad, medida a través de la Tasa Global de Fecundidad (hijos por mujer), evidenció que en el 2009 se obtuvo el valor más elevado de los últimos 10 años (1,70). Sin embargo, no parece factible que bajo las actuales circunstancias siga elevándose este indicador; incluso se considera poco […]
Un análisis de la evolución de la fecundidad, medida a través de la Tasa Global de Fecundidad (hijos por mujer), evidenció que en el 2009 se obtuvo el valor más elevado de los últimos 10 años (1,70). Sin embargo, no parece factible que bajo las actuales circunstancias siga elevándose este indicador; incluso se considera poco probable que pueda mantenerse a dicho nivel.
Así lo muestra el informe de resultados de la Encuesta Nacional de Fecundidad 2009 realizada por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo, publicado recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONE).
Esta es la segunda investigación de este tipo realizada en el país (la anterior data de 1987); la que se caracterizó por ampliar la temática. Incluso por vez primera fue abordada la fecundidad masculina, lo cual, además de ser una novedad en el plano nacional, resulta poco visto en el contexto internacional.
La encuesta tuvo lugar entre diciembre del 2009 y enero del 2010, y abarcó las 14 provincias y el municipio especial de la Isla de la Juventud. La población objeto de estudio estuvo conformada por hombres y mujeres con edades comprendidas entre 15 y 54 años, residentes de forma permanente en las viviendas particulares del país.
Sus resultados permiten caracterizar en el tiempo la situación anterior, actual y perspectiva de la fecundidad, variable demográfica que más incide en el crecimiento de la población en Cuba. Además, estos se consideran oportunos para el conocimiento sobre el tema y para sustentar programas y medidas relacionados con las tendencias demográficas.
Según el informe, desde el punto de vista demográfico la población cubana está transitando por lo que se podría definir como crecimiento nulo o estable, con tendencia al decrecimiento de su población en el corto plazo, lo cual constituye una situación inédita en sociedades en vías de desarrollo en ausencia de desastres naturales, epidemias letales, crisis económicas o políticas de grandes proporciones o conflagraciones militares que lo puedan explicar.
CIFRAS QUE ILUSTRAN
Las estadísticas reflejan que al concluir el año 2009 la población del archipiélago alcanzó los 11 242 628 habitantes (6 529 más que el 2008), lo que marcó un viraje luego de tres años consecutivos con crecimientos de signo negativo.
La composición por sexo y edades de la población, registró un comportamiento similar a años anteriores. El índice o relación de masculinidad se ha mantenido prácticamente invariable en los últimos años, con un valor de 1 003 hombres por cada 1 000 mujeres; el grado de envejecimiento alcanzó en el 2009 una magnitud de 17,4%.
Así, afirma el estudio, el envejecimiento es y será el principal reto demográfico para nuestra sociedad; la población cubana no debe alcanzar los 12 millones de habitantes.
En un plazo breve el decrecimiento poblacional será sostenido, la población que entra a la edad laboral será menor que la que sale de dicha edad, el coeficiente de carga o dependencia aumentará, los volúmenes de mujeres en edad fértil decrecerán y envejecerán, entre otras características.
En lo concerniente a la fecundidad, Ciudad de La Habana es la región con menores niveles. La Tasa de Fecundidad General del pasado año en dicha región se ubicó en 35,5 hijos por cada 1 000 mujeres en edad reproductiva (15-49 años), cifra que en cualquiera de las regiones restantes supera el número 42 y que en la región oriental se eleva hasta 48,7. En cuanto a la Tasa Global de Fecundidad fue de 1,5 hijos por mujer en la capital, mientras que para el resto se elevó a 1,7.
Pero es en las Tasas de Fecundidad por Edades donde se evidencian las diferencias más notables. Así por ejemplo, la fecundidad adolescente (15-19 años) en Ciudad de La Habana es de poco más de 36 nacimientos por cada 1 000 jóvenes, mientras en el Occidente -región que le sigue en orden ascendente-, es de 46, y en Oriente alcanza sus valores más elevados: casi 62.
Fuente: http://www.granma.cubaweb.cu/2010/11/16/nacional/artic05.html