La situación actual en España de los expresos «disidentes», liberados por el Gobierno de Cub a , me recuerda , salvando la distancia, algunos versos del poema » Se equivocó l a p aloma» , de Rafael Alberti: » Se equivocó la paloma . / S e equivocaba . / P or ir al Norte […]
La situación actual en España de los expresos «disidentes», liberados por el Gobierno de Cub a , me recuerda , salvando la distancia, algunos versos del poema » Se equivocó l a p aloma» , de Rafael Alberti:
» Se equivocó la paloma . / S e equivocaba . / P or ir al Norte , fue al Sur . /Creyó que el trigo era agua . /Se equivocaba. / …»
Creyeron que por su trayectoria contrarrevolucionaria, como asalariados de l gobierno de Los Estados Unidos y de la Unión Europea , recibirían un trato diferente al que Roma le daba a los traidores. Se equivocaron.
Creyeron , por sus «meritorios servicios» , que serían recibidos en España como héroes , y que continuarían recibiendo salario o al menos exorbitantes pensiones de sus patrones.
Se equivocaron.
No hubo recibiendo de héroes, ni siquiera de las «rutilantes estrellas» del firmamento artístico y literario que tanto los había estimulado cuando eran «disidentes» con empleo , ni hoteles cinco estrellas, ni pensione s , y tampoco subsidio como desempleados .
Hubo modestos m oteles y centros para refugiados , donde también se alojaban, al decir de algunos de ellos ubicados en Málaga: » 40 personas de otras culturas, la mayoría refugiados de África» , o sea: negros.
Hubo también ayuda monetaria , la que no recibían otros inmigrantes que sí eran perseguidos políticos, pero la considera ron in suficiente , porque no les permitía acceder a la soñada sociedad de consumo Ayuda, que los actuales gobernantes de España, sin tener en consideración los servicios que le brindaron cuando el Partido Popular estaba en la oposición , se ocuparon de cancelar. Se equivocaron.
Creyeron que podían protestar contra el gobierno español y la policía española los trataría como la de Cuba, de la que inventaron tantas mentiras y vivieron de ellas. Ahora sí fueron golpeados brutalmente y detenidos . Han conocido lo que es una verdadera represión policial , algo que nunca pudieron ver en Cuba. Se equivocaron.
Unos hablaron de huelga de hambre y otro se ha suicidado. ¿Dónde están los autotitulados «defensores de los derechos humanos», de allá y de acá, que todavía no han iniciado alguna de sus conocidas campañas mediáticas en solidaridad con sus semejantes? ¡Cuánta hipocresía!
Soñaron y desearon ir al capitalismo y reniegan, como antes hicieron de su patria. Se equivocaron.
Fueron en busca de «libertad y democracia», y también se equivocaron.
Están rabiosos , pero sería insultante compararlos con los Indignados, ellos son: Arrastrados.
Tampoco tienen relación alguna con la paloma equivocada de Rafael Alberti, me disculpo, ellos son buitres.
Si la terquedad no los enceguece , algún día podrán sacar sus propias conclusiones .
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