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30 mil personas duermen en la calle

Los «sin techo» invisibles

Fuentes: Revista Fusión

Según el último estudio publicado sobre el tema, en España hay 30.000 personas que duermen en la calle o en centros de acogida públicos y privados. A ellas hay que sumar otras 273.000 en infraviviendas, y ocho millones y medio en situación de pobreza. Cifras sobre las que nos habla Sergio Barciela Fernández, responsable del […]

Según el último estudio publicado sobre el tema, en España hay 30.000 personas que duermen en la calle o en centros de acogida públicos y privados. A ellas hay que sumar otras 273.000 en infraviviendas, y ocho millones y medio en situación de pobreza.

Cifras sobre las que nos habla Sergio Barciela Fernández, responsable del Programa Sin Techo de Cáritas Española.

-¿Dónde están esas 30.000 personas sin hogar que son invisibles para la sociedad?

-Esa gente está tan deteriorada, tan golpeada por sus circunstancias personales que no molesta, no perturba, no disgusta, no hace manifestaciones para reivindicar sus derechos. Eso hace que no veamos que están ahí. Al hilo de la invisibilidad que planteas, desde Cáritas señalamos que una de las formas de violencia desde la sociedad, es que tiende a criminalizar la miseria, y culpa a los excluidos de su situación. Se considera que esas personas han elegido vivir así, mientras que nosotros afirmamos que esta realidad la ha provocado el sistema. Es decir, el sistema genera exclusión en su funcionamiento y en la manera de articularse. De hecho, la pobreza persiste en España en un veinte por ciento de la población y esas cifras nunca se reducen, sino que se incrementan. Además hay que señalar que esas 30.000 personas son un dato menor porque pertenece al año 2001.

-¿Dirías que la cifra ha aumentado?

-Por supuesto. En 2001 no había una población extranjera tan abundante como hay ahora.

-¿Estas cifras evidencian un fracaso político y social?

-No sé si se debe a un fracaso del gobierno o de las políticas que se habilitan, pero la realidad es que la pobreza persiste en España. Y son muchas circunstancias que influyen en ello, no únicamente políticas. Nosotros hablamos de distintos caminos que pueden llevar a la exclusión y desde la UE también se han dado cuenta. Ellos creían que el empleo era la llave para la inclusión y se han dado cuenta de que un empleo inestable, indigno, precario no genera integración.

-¿Cómo se combina el boom inmobiliario con tantas personas carentes de techo donde dormir? ¿Hasta qué punto la especulación inmobiliaria está dejando a gente sin vivienda?

-Nunca antes la vivienda había tenido tan difícil acceso, y nunca antes tanta gente había estado privada de ella. Es el signo más evidente de esta situación que estamos viviendo y que se produce en muchas ocasiones por circunstancias económicas. Pero la situación que lleva a la exclusión social no es únicamente económica, puede ser un revés de la vida, la muerte de un familiar, una enfermedad. Es multicausal. Por eso podríamos señalar tres vectores como los que dejan a una persona sin hogar: el económico, el relacional y el personal. También entendemos que los cambios demográficos que estamos viviendo a nivel nacional, como el descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población, están provocando que la familia, que amparaba estas situaciones ya no lo esté haciendo. O sea, el acceso a la vivienda es el problema de fondo y la punta del iceberg de este problema son las personas sin hogar.

-¿Podemos considerar que estamos en un Estado de Bienestar con tanta gente sin hogar?

-Las estructuras de nuestros estados modernos, como el Estado Español, no están garantizando el acceso de todos los ciudadanos a todos los derechos básicos. No está garantizado el acceso a la vivienda, a la educación, al empleo, a la protección social, tema en el que España está a la cola de Europa. La actual política de contención del gasto social está suponiendo una merma de recursos adecuados para desarrollar estrategias de inserción. Eso es evidente.

-Además de recibir poca ayuda estatal, existen ordenanzas municipales que prohíben a las personas sin hogar dormir en la calle. ¿Cuáles son las ciudades más represivas en este sentido?

-Debo señalar que la exclusión social que están sufriendo las personas sin hogar, en nada se parece a la exclusión social de temas de narcotráfico y situaciones delictivas. Y ahí entra la Administración Pública Local a regular el uso del espacio público. Según un estudio de Cáritas comprobamos que se está dando una regulación del espacio público que penaliza este comportamiento. En estas medidas Barcelona es un referente y Madrid está queriendo copiar su manera de actuar. Se tratan de medidas para retirar mendigos y prostitutas de la calle sin orden judicial. Los ayuntamientos tienen que regular el espacio público y las conductas ilícitas, pero también tener la sensibilidad social suficiente para poder entender que estas personas que se encuentran en la calle están sometidas a mucha violencia. Al final quienes se encuentran más golpeados por esta regulación jurídica es la gente que está en la mayor vulnerabilidad, que son las personas sin hogar.

-¿Por qué España supera la media de personas sin hogar de la UE?

-Los cambios en los modos de producción que hemos experimentado en los últimos años con la aplicación de nuevas tecnologías, y la extensión de la globalización económica, nos han disparado económicamente. Pero crecer más económicamente no supone distribuir más y eso es lo que estamos experimentando en España. Es decir, la pobreza permanece. El aumento de la mano de obra fluctuante y de empleo inestable y precario, nos hace mantener unos niveles de competitividad muy bueno, pero a la vez afecta a mujeres, jóvenes, parados y mano de obra extranjera inmigrante no regularizada que está en nuestro país.