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La recesión no afectará a los presupuestos

Madrid 2016, una mala idea en el peor momento

Fuentes: Diagonal

En octubre, el Ayuntamiento aprobó unos presupuestos «al límite de sus posibilidades», pero esto no influirá en la promoción de la candidatura para organizar los juegos olímpicos de verano de 2016. Desde que Juan Antonio Samaranch saltó desde la modesta Federación Española de Hockey a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), aquella alocución griega […]

En octubre, el Ayuntamiento aprobó unos presupuestos «al límite de sus posibilidades», pero esto no influirá en la promoción de la candidatura para organizar los juegos olímpicos de verano de 2016.

Desde que Juan Antonio Samaranch saltó desde la modesta Federación Española de Hockey a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), aquella alocución griega Citius, altius, fortius (más rápido, más alto, más fuerte) se ha convertido en un lema publicitario que parece justificar una concepción del deporte basada en el patrocinio, los focos y la farmacopea.

Los juegos olímpicos no natos de Madrid 2016, «los juegos de las personas», como los ha bautizado Alberto Ruiz Gallardón, afrontarán a principios de año la recta final de la segunda fase en el camino hacia la designación. De momento, las casas de apuestas sitúan a Madrid empatada con Tokyo y Río, sólo un punto porcentual por detrás de Chicago: la ciudad de Obama es hoy por hoy la gran favorita para organizar el éxtasis olímpico de 2016.

Andrés Naya, del movimiento vecinal de Barcelona, recuerda para DIAGONAL lo que supuso la organización de los juegos de 1992: «El optar a ellos se convirtió en un asunto de Estado. Nosotros nos metimos sólo con la Barcelona olímpica, es decir, con las intervenciones que se preparaban para ser sede: estadio, comunicaciones, comunicaciones, villa olímpica, etc.»

Naya señala que para las asociaciones fue casi imposible generar un clima de crítica dado el sentimiento de «orgasmo colectivo» que rodea a estos macroeventos. Como ha comentado para este periódico María Ángeles Nieto, de Ecologistas en Acción, el deporte es una excusa para el flujo de capitales. Los Juegos Olímpicos traen pocos beneficios a la ciudad, «porque exigen unas inversiones muy elevadas en una serie de infraestructuras que realmente no son necesarias, que en la mayoría de los casos son muy elitistas y que luego tienen un escaso uso social por parte de la mayoría de la población».

‘M2016’ pasa desapercibido

Nieto reconoce que, en esta ocasión, el movimiento antiolímpico madrileño está desorganizado: «Creo que se tiene la sensación de que no existen posibilidades. Aunque nunca se sabe, porque el COI es muy corrupto». Para Naya no es una cuestión de posibilidades, la clave es que los ayuntamientos necesitan amortizar un proyecto que ha supuesto recalificar terrenos y solares: «Si no se llevan a cabo deprisa los Juegos Olímpicos, al menos parte de ese proyecto, que se ha hecho sin discutir, se perderá».

En cualquier caso, no parece el momento para embarcarse en gastos faraónicos, ya que el Ayuntamiento ha presentado los presupuestos para 2008, que la oposición califica de «antisociales, despilfarradores y poco equilibrados». Dichas previsiones contemplan caídas de un 26% en las inversiones, un 9% en urbanismo y vivienda y un 5% en Medio Ambiente. En septiembre, Gerardo Corral, director financiero de Madrid ’16, anunciaba que, a pesar de la recesión, no se iban a escatimar gastos: «No tenemos mucho margen de recorte. Los viajes, las visitas, el dossier, la promoción… todo eso hay que hacerlo. Sólo podemos recortar, y ya lo hemos hecho, en las campañas de comunicación nacionales. Si se comparan con las que hicimos con la candidatura de 2012, el nivel es menor».

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), asegura que desde la Federación se va a vigilar que los recortes presupuestarios anunciados por el consistorio no se produzcan en equipamientos sociales, «en todo caso que se recorte de los fastos de Madrid ’16 o de obras polémicas como el eje Prado-Recoletos o la carretera de los pantanos (M-501)».

Asimismo, la FRAVM critica la opacidad con la que se está produciendo la negociación en el asunto Mahou- Vicente Calderón y el traslado del campo del Atlético de Madrid al estadio olímpico de ‘La Peineta’. Otro aspecto que preocupa a la Federación es el de las deudas. Se calcula que cada madrileño debe 2.032 euros de una deuda total que asciende a 6.000 millones.

El mito de los beneficios

Si no sale elegida, Madrid habrá gastado más de 10,7 millones de euros en la fase de elección de candidaturas y aproximadamente 29,7 millones en la fase II. En el caso de que sea designada como sede, obviamente, la cifra se disparará. La crisis económica afecta sobremanera a los presupuestos olímpicos, tanto de Londres como de las ciudades aspirantes, ya que las expectativas de recaudación se rebajan ostensiblemente.

A esto se une el hecho de que el principal ingreso de los juegos, la venta de derechos televisivos, va a parar directamente a las arcas del COI. Según Holger Preuss, profesor de la German Sport University de Colonia, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se encuentran en la frontera de la viabilidad económica. El fracaso de Montreal ’76 es el más célebre: la ciudad tuvo pérdidas por valor de 2.729 millones de dólares.

Los montrealeses tuvieron años para acostumbrarse a un ‘impuesto olímpico’ que han pagado hasta el año 2006. A raíz de eso, el plan de patrocinios del COI cambió la concepción del negocio del deporte; desde entonces, la organización de los juegos es el objetivo de ciudades que quieren «modernizar» sus instalaciones.

Las fuentes consultadas recuerdan que las ciudades rara vez reutilizan infraestructuras, al contrario, casi siempre se construyen nuevas para favorecer el movimiento del ‘ladrillo’.

Según apunta Carolina del Olmo en su texto Poco pan y mucho circo: «Cuando se trata de organizar un macroevento, el dinero que realmente afluye a una ciudad es, en primerísimo lugar, dinero público que pasa a manos de empresas privadas». En este sentido, hay que recordar que los ‘patrocinadores preferentes’ de Madrid ’16 son las adjudicatarias habituales de obras públicas: FCC, Dragados, Sacyr, Ortíz o Ferrovial, entre otras. Nieto redunda en el hecho de que «ese mito de que trae beneficios no es cierto, en todo caso son beneficios para cuatro. Por ejemplo, el COI exige una serie de plazas hoteleras que la ciudad no necesita. No hay un plan posterior que lo haga creíble».

Otro proceso que se acelera con motivo de los juegos es el ‘aburguesamiento’ o ‘gentrificación’ de la ciudad.

El incremento de precios en el alquiler y la compra de vivienda en los barrios olímpicos y en las partes más «atractivas» para el turismo, expulsa de estas zonas a los antiguos vecinos. Algo parecido pasa con las zonas verdes. Ana Méndez, urbanista especializada en paisajes, explica que los gobiernos locales tienden a arrasar la vegetación, de forma que se pierde la diversidad. En su opinión, los Juegos Olímpicos «no dan tiempo ni permiten ninguna capacidad de reacción ni de autorregulación. No permiten que la ciudad se pare a pensar dos veces si la remodelación es una buena idea».