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Más izquierda, más nuestra

Fuentes: El Correo Digital

Ezker Batua/Berdeak celebró el pasado fin de semana en Bilbao su VI Asamblea general. Sé que ante actos de esta naturaleza, que definen la trayectoria política de una formación para los próximos cuatro años, siempre se recurre a tópicos grandilocuentes como pueden ser ‘encuentro histórico’, ‘cita clave’ o ‘un antes y después’. No caeré en […]

Ezker Batua/Berdeak celebró el pasado fin de semana en Bilbao su VI Asamblea general. Sé que ante actos de esta naturaleza, que definen la trayectoria política de una formación para los próximos cuatro años, siempre se recurre a tópicos grandilocuentes como pueden ser ‘encuentro histórico’, ‘cita clave’ o ‘un antes y después’. No caeré en esta trampa, pero sí diré, en cambio, que Ezker Batua/Berdeak ha asumido importantes retos en esta VI Asamblea general. En primer lugar, nuestra propia denominación es otra. Mantenemos las señas de identidad de Izquierda Unida federal, pero a partir de ahora nos llamamos Ezker Batua/Berdeak y no Izquierda Unida/Ezker Batua.

Se trata de un paso adelante en una estrategia, a largo plazo, que implica la redefinición de Ezker Batua/Berdeak como una opción política que aspira a constituirse en el referente de la izquierda en Euskadi. Sabemos que no es una tarea fácil, pero nuestra credibilidad y coherencia nos acompañan. Nos consta que son muchas las personas progresistas que demandan la consolidación de un proyecto autónomo, capaz de canalizar las demandas sociales, que reivindican la consecución de la paz y la justicia social. Hablamos de una formación política que trabaja por la emancipación humana y la igualdad de todas las personas, más allá de su identidad nacional, su género, su estatus económico o su procedencia.

Sabemos por experiencia que en Euskadi no hay espacio para el debate más allá del origen o las consecuencias del llamado ‘conflicto vasco’. Es cierto que éste es un tema clave para nuestro futuro, y debemos abordarlo desde la normalidad democrática y sin más límite que la voluntad popular libremente expresada. No nos cabe ninguna duda, y prueba de ello es nuestra defensa del federalismo de libre adhesión. Ahora bien, hay otras muchas cuestiones que inciden directamente en la vida de la ciudadanía y que quedan ocultas tras esta coyuntura, que se erige en protagonista indiscutible de la vida pública en Euskadi. Estoy pensando, por ejemplo, en asuntos que afectan a colectivos amplios, especialmente a la juventud, como son el acceso a una vivienda o a un empleo estable y con derechos.

A diferencia de lo que ocurre en otras formaciones políticas, en la VI Asamblea general de Ezker Batua/Berdeak hemos profundizado en todos estos fenómenos, y hemos comprendido que sólo a través del fortalecimiento de la izquierda se podrán avanzar soluciones a estas materias y a otras como son la inmigración o la construcción de una alternativa de paz y diálogo, no sólo en Euskadi sino también en el mundo. Nadie está legitimado -y tampoco Ezker Batua/Berdeak- para apropiarse de las señas de identidad de la izquierda. Somos conscientes de que éste es un espacio amplio, en el que trabajamos fuerzas políticas, centrales sindicales y movimientos sociales. Por tanto, nos corresponde a todas y a todos sentar las bases de una colaboración, que para ser fructífera ha de ser a priori respetuosa con su pluralidad y sus especificidades.

En el ámbito político, hemos establecido como apuesta estratégica la unidad de acción de la izquierda. Para que ello sea factible, es prioritario que la llamada izquierda abertzale se comprometa con los derechos humanos y se desmarque de la violencia. El Partido Socialista, por su parte, deberá implicarse en un auténtico proceso de diálogo democrático en Euskadi, que vaya más allá de las palabras y asuma el reconocimiento del derecho del pueblo vasco a decidir su futuro en libertad. Trabajar por el cumplimiento de estas premisas es ahora nuestra tarea, y a ello dedicaremos tiempo y esfuerzo porque entendemos que quienes nos definimos de izquierda no debemos vivir de espaldas los unos a los otros. Más allá de las diferencias legítimas, existen puntos comunes que hay que explorar, desde el respeto y la tolerancia.

De todos modos, mientras perdure el llamado ‘conflicto vasco’, la VI Asamblea general ha reiterado su posición favorable a la constitución de gobiernos de carácter transversal, integrados por nacionalistas y no nacionalistas, tal y como ocurre en la actualidad. Consideramos, en este sentido, que el pacto tripartito, del que formamos parte junto a la coalición PNV-EA, está plenamente vigente, y lo estará también tras las próximas elecciones autonómicas si logramos previamente un acuerdo sobre bases programáticas con amplio contenido social. Igualmente, será preciso alcanzar un pacto firme sobre el modelo de convivencia para Euskadi, que sea fruto del consenso y en el cual habrán de recogerse premisas fundamentales para Ezker Batua/Berdeak, como es, entre otras, la asunción del derecho de ciudadanía, más amplio y plural que el concepto de nacionalidad.

Estas consideraciones vienen acompañadas de muchas más, entre las que cabe destacar por su trascendencia dos: la profundización en políticas de democracia interna y el nuevo marco de relaciones entre Ezker Batua/Berdeak e Izquierda Unida federal. Respecto al primer punto, recordaré que a partir de ahora nuestra militancia ejercerá un papel aún más activo en la toma de decisiones importantes, como es, por ejemplo, la incorporación de nuestra formación a futuros equipos de gobierno, tanto en Lakua como en ayuntamientos, en los que nuestros votos sean necesarios para propiciar un giro a la izquierda. Respecto al segundo punto, es preciso señalar que Ezker Batua/Berdeak, desde su constitución en 1986, siempre ha actuado como una fuerza soberana.

En consecuencia, no se puede aludir a términos como ruptura o independencia. Ezker Batua/Berdeak e Izquierda Unida federal suscribirán este mismo año un protocolo de colaboración, a través del cual nos reconocemos como entes autónomos que pactan políticas comunes. Esta práctica se corresponde con el modelo de federalismo de libre adhesión y tiene un larga historia y tradición en las relaciones establecidas entre Esquerra Unida y Alternativa de Cataluña e Izquierda Unida federal. Esta política ha sido respaldada mayoritariamente en la VI Asamblea general, cuanta con el apoyo de Gaspar Llamazares y considero también que la ciudadanía vasca sabrá valorar como positiva la presencia en Euskadi de unas siglas que se aglutinan en torno a una hoja de ruta que pasa por ser ‘más izquierda, más nuestra, y más de todas y todos’.

* Javier Madrazo Lavín. Coordinador General de Ezker Batua/Berdeak.