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Entrevista a Isabel Moreno, física y meteoróloga.

«Me da miedo que mis hijos vivan en un mundo en el que no se respete la ciencia»

Fuentes: El diario

“La gente no está sabiendo identificar los bulos sobre el cambio climático”, dice la divulgadora, que lanza ‘Atmósfera de Bulos’, un libro pensado para que la población pueda rebatir las mentiras sobre el clima: “Es necesario que estemos preparados para lo que viene”

Isabel Moreno (Madrid, 1992) es una de las figuras más destacadas dentro del mundo de la comunicación medioambiental. Graduada en Física y especializada en Meteorología y Geofísica, es una de las estrellas del programa Aquí la tierra, de TVE, que presenta junto a Quico Taronjí los domingos y en el que acerca la información meteorológica con un tono ameno y cierto desparpajo.

Pero su actividad divulgativa no acaba ahí: entre otras cosas, Moreno trata de aportar su granito de arena en aquellas redes donde reinan las fake-news, como Instagram o TikTok. Ella, sin embargo, es uno de los tantos perfiles de referentes científicos que se han ‘bajado del carro’ de X, una de las plataformas en las que más acoso ha recibido por parte de cuentas de negacionistas del cambio climático, a las que la red no pone límites. Pero no es un caso aislado: según un estudio de Science Media Centre, en los últimos años al menos la mitad de los científicos —y, en especial, las científicas— de España han recibido ataques tras hablar de cuestiones como el clima.

Incesante en su labor, la meteoróloga publica ahora, de la mano de Plan B, sello de Penguin Random House, Atmósfera de bulos, libro en el que desmonta uno por uno los argumentos negacionistas más frecuentes en torno a la emergencia climática.

¿Cree que la ‘nube negacionista’ ha acabado haciendo mella en la sociedad española?

Este sector hace mucho ruido y mucho daño, pero es muy residual, muy pequeño. Sin embargo, a mí me ha llegado a ocurrir que un vecino me suelte en el ascensor un comentario negacionista que yo creía que era fácil de identificar como bulo. Es entonces cuando una se da cuenta de que la gente no necesariamente está sabiendo identificar estos bulos.

Por otro lado, somos muchas las personas que estamos dando un paso a un lado y hemos dejado de comunicar ciencia en redes sociales ante los mensajes cada vez más agresivos que hay por parte de este sector, y eso es muy peligroso. Yo no imaginaba la posibilidad de recibir amenazas de muerte por hablar de cambio climático. Da la sensación de que muchos divulgadores estamos empezando a hacer contenido para rebatir los bulos que se sueltan en vez de estar marcando nosotros los temas de los que se van a hablar. Eso también muestra la mella que ha hecho este sector. 

En aras de desenmarañar todas esas confusiones que se han podido crear en la población después de tanto ‘machaque’ negacionista: ¿Qué cosas sobre la crisis climática se pueden afirmar con rotundidad y en qué cosas sí que hay debate o dudas dentro del propio mundo científico?

Se puede afirmar con rotundidad que el cambio climático existe, que está causado por el ser humano, que es grave, y que no lo podemos detener con facilidad. De hecho, hay cosas que no podemos detener hagamos lo que hagamos, como la subida del nivel del mar. ¿Dónde hay debates? Pues a un nivel más específico. Por ejemplo: si perdemos todo el hielo que tenemos en el Ártico, ¿qué va a pasar con la dinámica atmosférica? ¿Vamos a tener más nevadas en el norte de Europa? ¿No? Y ojo, se trata de un debate científico, por lo que tiene una base científica y está basado en estudios y en datos. U otros no científicos, como ¿cuál es el modelo que queremos para mitigar los peores escenarios del cambio climático y adaptarnos a esta nueva realidad? 

¿Cuáles diría que son los tres argumentos negacionistas que más se repiten?

El de que ‘el clima ha cambiado siempre’, el de que ‘en la Edad Media hizo más calor que ahora’ y el que señala que ‘el CO₂ es solo el 0,04 % de la atmósfera’ o aquel que sostiene que ‘el CO₂ es bueno para las plantas’.

Los argumentos negacionistas que más se repiten son aquellos que son verdades a medias. Es decir, es verdad que el clima en la Tierra siempre ha cambiado, pero ahí hay que añadir un pero muy largo

¿Por qué diría que son los más populares? ¿Qué tienen para ‘triunfar’?

Que son verdades a medias. No son falsos del todo. Es decir, es verdad que ha habido cambios climáticos en el pasado y que el clima en la Tierra siempre ha cambiado, pero ahí hay que añadir un pero muy largo. El CO₂ solo representa el 0,04% de la atmósfera, y es verdad, pero hay que explicar por qué ese 0,04% es una cantidad impresionante dentro del mix de gases que tenemos en la atmósfera. En la Edad Media hizo más calor que ahora. ¿Dónde? ¿En qué parte concreta del planeta? Respecto a que el CO₂ es bueno para las plantas es lo mismo: tiene efecto fertilizador en las plantas, pero necesitan otras cosas. Como son medias verdades, circulan con más facilidad.

Otro que es especialmente peligroso es el de ‘se excluye a los científicos que opinan diferente’ o ‘no hay un verdadero consenso’ porque desde ahí se puede negar cualquier cosa. ¿Se excluye a los que piensan distinto?

Es que hay muy pocos que ‘piensan’ distinto, y no se trata de ‘pensar distinto’. Es decir, cuando hablamos de consenso científico, hay personas que deben de creer que esto consiste en acercarse a una mesa donde hay un montón de científicos sentados, y que se les pregunta, uno a uno: ‘a ver, ¿tú qué opinas?’, ‘¿y tú?’, ‘¿y tú?’. 

Cuando hablamos de consenso en el ámbito del cambio climático tenemos la suerte de contar con un organismo como es el IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático] que se encarga de analizar los estudios que hay. Se analizan miles y miles de estudios, y el porcentaje de ellos que llegan a una conclusión distinta a lo que se está observando es irrisorio. No se excluye a los que ‘opinan’ distinto, pero lo que tampoco se puede hacer es crear un falso balance. Si hay un 99,9% de estudios que dicen que algo está ocurriendo, y un 0,1% que dicen que no, con altísima probabilidad, está ocurriendo. Otra cosa importante es que estamos considerando estudios fiables, no estudios que hace cualquier persona en su casa con un termómetro. Eso no es un estudio fiable. 

Con esto se me viene a la cabeza la frase de: ‘Si tú estás frente a un puente colgante y te dicen que con un 99,9% de probabilidad se caerá si lo cruzas, y con 0,1% de probabilidad eso no ocurrirá, ¿lo cruzas o no lo cruzas?’

No lo cruzas, claro. Y hay otros asuntos científicos donde hay muchísimo menos consenso. La gente que está llegando a estos resultados está especializada en el tema. Son estudios rigurosos, que han seguido un procedimiento, y que no son imbatibles. De hecho, la ciencia se construye así: tú haces experimentos que se pueden replicar y que puedes demostrar que están mal hechos en el caso de que estén mal hechos.

Además, lo bueno que tenemos con el IPCC es que cuando tú abres los informes, tienes siempre al lado de todo lo que dicen el margen de error que hay, el nivel de consenso que hay. Por eso puedes saber que el cambio climático está ocurriendo, que el planeta se ha calentado, y que no hay duda de que eso ha sido así, como tampoco hay duda de sus causas, pero no sabemos exactamente cuándo puede colapsar la corriente atlántica. En este aspecto, por ejemplo, no tenemos un gran consenso a día de hoy.

No creo que las personas que difunden este tipo de mensajes sean unas ‘gandulas’ o que sean tontas. Y creo que tratarlas de esa manera es un error y es peligroso 

Hace un par de semanas, Andreu Buenafuente dijo en televisión que el motivo por el que él pensaba que triunfaban las ideas negacionistas era que ‘son argumentos para gandules’: que el mundo es extremadamente complicado y que lo fácil es creerse alguna de estas teorías. ¿Qué opina de esta declaración?

No coincido del todo. En las cosas en las que sí coincido es en que el mundo es demasiado complejo y que es verdad que los argumentos negacionistas sirven como una respuesta muy fácil para explicar esas cosas complejas. También por eso tienen tanto éxito. Sin embargo, yo no creo que las personas que difunden este tipo de mensajes sean unas ‘gandulas’, o que sean tontas. Y creo que tratarlas de esa manera es un error y es peligroso. Ahora mismo estamos viendo cómo esa gente se ha agrupado, sobre todo, a partir de la pandemia, pero hay que plantearse también por qué se unieron. Entonces lo que menos podemos hacer es excluirles y tratarles de tontos. Este tema es también lo suficientemente complejo como para reducirlo a que estas personas son unas gandulas. 

Psicólogos especializados apuntan a que, en muchos casos, el negacionismo es un fenómeno que tiene que ver con una cuestión identitaria, entre otras cosas.

Sí, y además es algo que está relacionado con una forma de ver el mundo en la que no hay grises. Es decir: todo es o blanco o negro. Además, llegar a asumir uno mismo que no se puede saber de todo, y que por tanto debería fiarse de la gente que sabe del tema, puede ser algo muy complicado. Pero aquí hay una vuelta de tuerca más, y es que tienes a personas que han perdido la confianza en quienes saben del tema y en organismos oficiales. Trabajar con esto es superdifícil, porque necesitamos tener confianza en, al menos, los organismos oficiales relacionados con la ciencia, pese a que siempre podemos sacarles alguna pega. Tenemos que poder confiar.

Usted, junto a otras compañeras, vivió un acoso severo por parte de este sector el año pasado.

Con la publicación del libro se me vuelve a remover un poco. Fueron momentos de mucha ansiedad y miedo, porque como trabajo en la televisión, la gente me reconoce, sabe quién soy. Y cuando se me quedaba alguien mirando ya me entraba la duda de si se trataba de una de esas personas que me estaba amenazando en Internet. Desde entonces hasta ahora no es solo que no estemos mejor, sino que estamos peor, porque las redes sociales han tomado una deriva en la que consideran que todas las opiniones son válidas, incluso en cosas que no son opinables. 

Si tú llegas a creer que es que ‘hace el mismo calor que siempre’, tú no tomas medidas para protegerte ante el calor. Y cuando tú eres la persona encargada de tomar esas medidas para proteger a la población y compras estos discursos, la salud de la gente está en tus manos

¿Cómo de grave le parece esta deriva teniendo en cuenta la urgencia que se requiere ante la emergencia climática?

Cada minuto que no actuamos es una oportunidad perdida, y la crisis climática es algo muy grave porque sus efectos van más allá de que pases un poquito más de calor en verano. La gente se muere de calor. Entonces si tú llegas a creer que es que ‘hace el mismo calor que siempre’, no tomas medidas para protegerte. Y cuando tú eres la persona encargada de tomar esas medidas para proteger a la población y compras estos discursos, la salud de la gente está en tus manos. 

El hecho de que ahora mismo en las redes no se proteja el mensaje de la ciencia y que se ponga al mismo nivel quienes ‘opinan’ a lo que dice la ciencia, está haciendo que la gente que habla de ciencia se aparte. El mensaje que queda, entonces, es el del sinsentido, la sinrazón, y los bulos. Y encima no tienes con quién contrastarlo, porque la gente que sabe del tema se está yendo. Por ejemplo, una de las cosas que ha hecho Trump al llegar al gobierno ha sido meter un enorme recorte a la NOAA y a la NASA.

En el libro explica que, pese a lo que se presuponía en los inicios, en general, no es recomendable dejar campar a sus anchas estas ideas negacionistas. ¿Atmósfera de Bulos puede servir de herramienta para que la ciudadanía pueda reaccionar ante la desinformación?

Definitivamente. Eso es lo que busca este libro. Es necesario que la gente esté preparada para lo que viene y que sepa de nuestra voz qué es lo que se puede encontrar. Es la llamada ‘vacunación preventiva’: cuando hay un bulo que es esperable que aparezca, lo mejor es que tú te anticipes a su llegada. De esa manera, cuando lleguen, ya la gente va a saber dónde está la trampa.

Está pensado para la población general y para los que puedan tener algunas dudas, pero no es un libro para el sector negacionista, ya que este sector tiene sus propias particularidades. Para ellos hay que hacer otro tipo de trabajo. Yo últimamente cuando me encuentro a alguien de este sector lo que hago es preguntarles el porqué. ‘La Agenda 2030…’ ¿Por qué? ‘Es que la ONU…’ ¿Por qué crees que la ONU…?’.

Este libro se lo dedica a sus hijos. Dice que le mueve mucho pensar en su futuro a la hora de divulgar sobre estos temas. 

Sí, y lo llevo mal porque hay cosas que para mí no tienen sentido que para ellos sí, como que haya árboles que estén floreciendo a finales de enero en Madrid. Es algo que para mí no es normal, pero para ellos sí, porque ya han vivido así toda la vida. Los fenómenos meteorológicos extremos me preocupan también, o el tipo de adaptación que van a tener. Y, sobre todo, me da miedo que vivan en un mundo en el que no se respete la ciencia.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/isabel-moreno-fisica-meteorologa-da-miedo-hijos-vivan-mundo-no-respete-ciencia_128_12336286.html