«Me hubiera encantado venir aquí desde hace 10 años. Me siento muy feliz por estar en Cuba», dice la famosa cantante mexicana Lila Downs, quien ofrecerá el concierto Pecados y Milagros en La Habana. Lila Downs desprende energía; no solo se le nota en su rostro alegre y su mirada brillante sino en la […]
«Me hubiera encantado venir aquí desde hace 10 años. Me siento muy feliz por estar en Cuba», dice la famosa cantante mexicana Lila Downs, quien ofrecerá el concierto Pecados y Milagros en La Habana.
Lila Downs desprende energía; no solo se le nota en su rostro alegre y su mirada brillante sino en la naturalidad con que su ánimo nos contagia. Los cubanos la tendremos pronto en vivo, pero ya con los videos que hemos visto basta para saber que se trata de una mujer fascinante e inspiradora, de las que no podemos dejar de mirar cuando se sube a un escenario.
La energía y espíritu cuestionador de Lila emana de sus canciones. Sus temas son bien pensados y llegan fácilmente al público, ella no concede espacio a una realidad endulzada, pero sí convertida en poesía.
«La metáfora es la que nos saca de la política, dice Lila, en México necesitamos más y más metáfora para sobrevivir porque estamos pasando por momentos muy difíciles».
En su voz y su forma de actuar se siente Latinoamérica y el México profundo, de donde procede esta oaxaqueña, que se siente comprometida con lo que sucede en su comunidad, en su país, en el mundo.
«Cuando descubrí a Mercedes Sosa comprendí que podía ser músico y al mismo tiempo creer en algo, apoyar una causa», declara Lila y agrega que lo mejor del arte es poder convertir un tema oscuro en luz que calma y sana, una vez que el público lo escucha.
Su canto lleva arraigada la causa de lucha por los derechos de la mujer. Para ella la femineidad está en dejar una huella indiscutible de su obra.
Lila es una estrella, pero es humilde y eso la hace más grande. Ella se emociona con el calor humano, con el aplauso del público, con una sonrisa. Lila es protagonista del reencuentro de la canción tradicional mexicana en el mundo de hoy.
Tu música encuentra la inspiración en las raíces, las tradiciones. ¿Por qué? ¿Esta preferencia tiene que ver con tu experiencia profesional?
Sí, definitivamente. Yo soy mitad gringa, crecí parte de mi vida en Estados Unidos y yo misma me sentía cohibida y descontenta con mi identidad. En mi adolescencia salí del closet cuando mi padre, que era la parte anglosajona de la familia, murió. Yo me quedé con mi madre, que es una mujer bajita y morenita. Me enfrenté entonces a una realidad que estaba negando. Fue una catarsis. Ahí nació una nueva Lila que pregunta «de dónde vengo», «por qué soy de este color». De ahí viene la historia de muchas canciones que he compuesto sobre la emigración y la identidad.
Has dicho que te consideras una guerrera porque la música que haces implica llevar una vida a contracorriente. En un mundo como el de hoy, donde prolifera la difusión de música light o superficial, el público y la crítica te reconocen mucho, has ganado Grammys y un Oscar por tu trabajo. ¿A qué crees que se debe esto?
Creo que ahora el mundo está dando una vuelta hacia las raíces. Siempre ha existido lo predominante y lo alternativo en todas las culturas. Este es un momento interesante para el folclor, aunque lo light también tiene su legitimidad.
¿Cuánto te aporta el trabajo como actriz en tu carrera musical?
Como dice Baudelaire, todos los músicos somos un poco prostituidos. Actuar es parte de lo que hacemos. Siempre que haya la oportunidad haré lo que me gusta, hasta ahora no he tenido que vender mi alma para lograrlo. (Risas).
¿Qué sientes de especial en la música que has hecho para cine?
El haber participado en los Oscar fue una ventana para nosotros. Como oaxaqueña tenía mucho que ver con Frida Kahlo, la admiro y la respeto. Además tengo el antecedente de mi padre que fue pintor igual que ella.
El haber participado en los Oscar fue una ventana para nosotros. Como oaxaqueña tenía mucho que ver con Frida Kahlo, la admiro y la respeto. Además tengo el antecedente de mi padre que fue pintor igual que ella.
Generalmente existe una dicotomía entre productores y compositores, sin embargo, tú has asumido ambas tareas…
Lo hemos logrado trabajando con nuestro productor cubano Aneiro Taño;
con él hemos hecho una mancuerna maravillosa, nos respeta mucho. No fue fácil porque él es un músico de escuela y al principio él decía que «esos ritmos indios» no iban a funcionar, pero finalmente ahora nos entendemos, eso me encanta. Ha sido una labor de aprendizaje de las dos partes.
Se nota que eres una persona muy alegre, pero en algún momento comentaste que a veces te sientes deprimida. ¿Qué puede entristecer a Lila Downs?
La indiferencia del ser humano, la soledad, perder a alguien que quiero.
Eres una artista muy influyente en tu país y a nivel internacional. Como ciudadana, ¿cuál sería tu deber?
Es una responsabilidad para mí hablar y cantar sobre lo que se conoce poco en mi país, el México profundo nos alimenta mucho a los artistas.