Recomiendo:
0

Motor de aire comprimido, una historia de locos

Fuentes:

El bombardeo mediático al que nos vemos sometidos desde hace un par de años en cuanto al problema de la futura escasez de petróleo y las alternativas planteadas como solución a esto parece de locos. Vayamos por partes. Las soluciones mágicas dadas por los dueños de la verdad (además de la libertad, la democracia, la […]

El bombardeo mediático al que nos vemos sometidos desde hace un par de años en cuanto al problema de la futura escasez de petróleo y las alternativas planteadas como solución a esto parece de locos.

Vayamos por partes. Las soluciones mágicas dadas por los dueños de la verdad (además de la libertad, la democracia, la paz y algunas otras cosas de las que se autodenominan «dueños») son básicamente dos; los agrocombustibles y el hidrógeno.

No voy a redundar en la obscenidad que significa utilizar enormes áreas de terrenos cultivables para cosechar alimentos y convertirlos en combustible mientras cientos de millones de seres humanos se mueren de hambre porque cualquiera de ustedes podría explicarlo mejor que yo.

Tampoco quiero decir lo que todos sabemos acerca de donde procedería el hidrógeno ya que también cualquiera de ustedes sabe que el agua es un bien muy escaso debido a las brutales agresiones que han sufrido los acuíferos del mundo entero, principalmente los del norte «desarrollado».

Pero sí quiero extenderme un poco en cuanto a la historia de un señor que aparte de ser muy inteligente ha dedicado prácticamente toda su vida a desarrollar inventos que posibiliten una vida mas acorde a lo que en esencia somos, es decir seres que se desempeñan en un ambiente suficientemente rico como para que no nos falte nada básico a ninguno.

Su nombre de pila es Armando y allá por la década del ´70 desarrolló un motor denominado «de transmisión hidrostática». No soy capaz de explicarlo técnicamente de forma adecuada, pero básicamente permitía unas grandes prestaciones y un notable ahorro de carburante. Este invento fue comprado por Renault con el único fin de «matarlo» y sepultarlo, no fuera que poniéndolo en práctica las multimillonarias ganancias de la industria del petróleo se quedaran en simples ganancias medio-multimillonarias.

Claro, parece ser que este «raro» incidente no provocó otra cosa en el señor Armando que la necesidad de seguir buscándole la vuelta de tuerca a su deseo de ser un sujeto útil a la sociedad en la que le tocó vivir y después de muchos años de trabajo sentó las bases de su nuevo invento: el motor de aire comprimido. Si señor/a, aire comprimido, barato, limpio, silencioso, es decir, emisiones contaminantes de valor 0.

Pues con este proyecto debajo del brazo emigró a los Estados Unidos de Norteamérica (el país de la libertad y la igualdad de oportunidades) y fue inmediatamente absorbido por la universidad de North Texas donde dispuso de los elementos técnicos y humanos necesarios para el desarrollo de la idea.

Pero «extrañamente» cuando al motor le faltaban dos tuercas para acabarlo (por utilizar una manera simpática de decir las cosas en medio de tanta aberración) literalmente le dieron una patada en el culo y lo mandaron a casa.

Por suerte, parece ser que este señor esta hecho de una pasta especial y cada patada es como una dosis de adrenalina que le da mas fuerza para continuar y al volver a su país continuó con su esfuerzo en solitario y finalmente construyó con sus propias manos un motor que montado en una bicicleta convierte a ésta en una motocicleta que se desplaza sin esfuerzo muscular, sin ruido y gastando cuarenta veces menos en recorrer la misma distancia que si lo hiciera con gasolina y, además, sin arruinar nuestro bien mas preciado, el medio ambiente.

Ahora bien, hasta aquí la historia parece que se acerca a buen final, pero parece ser que los organismos responsables de certificar y homologar el motor se lavan las manos y se «pasan la pelota» unos a otros y un invento que solucionaría gran parte del problema de las emisiones contaminantes también esta destinado a ser sepultado.

Por más información visite www.airenergycars.com