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El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) expone un centenar de fotografías y vídeos de 24 autoras

Mujeres artistas rompen tópicos sobre el mundo árabe

Fuentes: Rebelión

Mona Hatoum (Beirut, 1952), Amal Kenawi (El Cairo, 1974-2012), Ahlam Shibli (Palestina, 1970), Rula Halawani (Palestina, 1964), Raeda Saadeh (Palestina, 1977), Zineb Sedira (París, 1963), Ghada Amer (El Cairo, 1963) o Leila Alaoui (París, 1982-Burkina Fasso, 2016). Son algunas de las 24 artistas representadas en la exposición «En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe», […]

Mona Hatoum (Beirut, 1952), Amal Kenawi (El Cairo, 1974-2012), Ahlam Shibli (Palestina, 1970), Rula Halawani (Palestina, 1964), Raeda Saadeh (Palestina, 1977), Zineb Sedira (París, 1963), Ghada Amer (El Cairo, 1963) o Leila Alaoui (París, 1982-Burkina Fasso, 2016). Son algunas de las 24 artistas representadas en la exposición «En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe», que puede visitarse hasta el 28 de enero en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Las artistas utilizan como herramienta de trabajo principal la fotografía y el vídeo. Integrada por cerca de un centenar de obras, la muestra aborda -desde los años 90 del siglo XX hasta 2015- las experiencias del exilio, la huella de la ocupación israelí en Palestina, las primaveras árabes, los estereotipos patriarcales, la violencia, la guerra y los tabúes y prohibiciones religiosas, entre otros contenidos.

Otro rasgo de la exposición es que muchas de las artistas se han formado en países diferentes a los de origen o en la diáspora. Se incluyen asimismo algunas obras realizadas por hombres, e imágenes de archivo de la Arab Image Foundation y la American University in Cairo. Se trata de romper, afirma el comisario de la muestra, Juan Vicente Aliaga, tanto con «las visiones estereotipadas de una mujer árabe sumisa y obediente como con los clichés machistas»; la muestra también pretende mostrar la diversidad y la complejidad del mundo árabe.

Argelina nacida en Francia y de padres argelinos, Zineb Sedira es cámara, fotógrafa y documentalista. En el catálogo de la exposición, la comisaria y crítica de arte Nadina Laggoune Aklouche recuerda el carácter itinerante del trabajo de Zineb Sedira: vive y trabaja en Gran Bretaña, aunque se desplaza por Francia, Argelia y Gran Bretaña. La muestra del IVAM presenta al público el vídeo «Mother Tongue» (2003), sobre la lengua materna en la era de la globalización. En obras de hace una década -«Transitional Lands-Cape, Haunted House» (2006) y «Middle Sea» (2008)-, aborda las huellas del colonialismo y las migraciones. En 2010 se adentra en los archivos fotográficos de la historia de Argelia («Gardiennes d’Images»). Sedira «es un ejemplo perfecto de las artistas de la diáspora, que se nutre del movimiento para alimentar su creación artística», resume Nadina Laggoune Aklouche.

El visitante también puede detenerse ante las fotografías de Nermine Hammam, en concreto dos imágenes de la serie «Cairo Days» (2015), en las que puede apreciarse a mujeres con velo participando en manifestaciones. Son fotografías tomadas a pie de calle, en las que aparecen los tanques emplazados en la plaza Tahrim, personas heridas, la atención médica, los momentos de descanso, gente tumbada en el suelo, el desconcierto policial, grupos de creyentes coptos, las plegarias y niños con una bandera egipcia, destaca Aliaga.

Otro ejemplo es el de Nadia Benchallal. La muestra incluye «Demostration for the disappearance of the singer matoub loune, Tizi Ouzou», de 1994; es la imagen de una mujer que camina -vestida a la manera occidental- con un bolso en el brazo derecho, mientras a un costado aparece un muro con una ristra de piernas y niños sentados. Nadia Benchallal es una fotógrafa argelina nacida en Francia, que vive y trabaja en este país. De padres argelinos, «se consideró francesa durante su juventud; pero después de los viajes a Argelia en busca de su identidad, pasó a considerarse argelina», explica Nadina Laggoune Aklouche en el catálogo «Narraciones femeninas en rebeldía en el mundo árabe». En 1992 inició un proyecto sobre las mujeres musulmanas, que continúa en la actualidad.

La muestra se compone de cuatro apartados temáticos. Quien los recorra, pasará por una primera sala con entrevistas a mujeres de importante trayectoria, como la activista y escritora feminista Nawal El Saadawi. El primero de los ejes trata del ámbito doméstico, por ejemplo «Muñecas, una mujer de Damasco» (2007), de Diana El Jeiroudi; la obra implica una reflexión sobre si la muñeca representa un modelo de mujer moderna o si por el contrario perpetúa comportamientos tradicionales. El segundo bloque se acerca al mundo del cuerpo, el deseo y la sexualidad, incluidos los modelos de feminidad/masculinidad y la diversidad sexual. En este apartado se incluyen obras de la artista Raeda Saadeh (retrato de una odalisca cubierta por recortes del periódico palestino Al-Quds), una serie fotográfica de Tamara Abdul Hadi y «Eastern LGTB nos. 15-17 International» (2004), de Ahlam Shibli, entre otras.

La exposición avanza por un tercer eje, dedicado al espacio público, calles y plazas; y concluye con el bloque dedicado a la inmigración, los conflictos y el peso de la historia. Pese a que el recorrido se inicia en los años 90, algunas obras son anteriores, por ejemplo el vídeo «Measures of Distance» (1988), de Mona Hatoum; o la fotografía documental «Histoire d’une immigration» (1988), de Farida Hamak.

«A girl wearing a bikini» (2003) y «Algerian woman» (1999) son dos de las obras de Zohra Bensemra que pueden presenciarse hasta el 28 de enero. La artista pone énfasis en la mujer como «sujeto político», alejada de los prejuicios que la retratan como obedientes y frágil, señala Juan Vicente Aliaga. En la segunda de las fotografías citadas, una mujer camina cerca de un cartel que reivindica la concordia en Argelia. En otra imagen de 2011 Zhora Bensemra pone el foco en Leila, la hermana de Mohamed Bouazizi, cuya inmolación dio inició a la llamada «primavera» árabe en Túnez. La activista aparece en el primer plano durante una manifestación, junto a otros ciudadanos que portan una bandera de Túnez. Destacan asimismo las fotografías de una manifestación contra el terrorismo en la ciudad tunecina de Susa (2015), en las que se aprecia el protagonismo de las mujeres; y la imagen de un soldado iraquí -totalmente pertrechado con armas y munición- que combate al estado islámico en Mosul (Irak), en 2016. En otra de las imágenes (2004), una mujer examina su pistola frente a un espejo.

De la fallecida Leila Alaoui, la muestra recoge cuatro fotografías de la serie «Les Marocains», correspondientes al periodo 2010-2014. Son fruto del recorrido que hizo la autora por el norte y el sur de Marruecos, Marrakech y el Atlas para reflejar la diversidad del país. Trató de que su cámara huyera del «exotismo orientalista», apunta Juan Vicente Aliaga. Los hombres y mujeres a quienes retrata, se muestran al espectador con la vestimenta tradicional y sobre un fondo negro. Otra artista cuya obra no se entiende fuera del contexto es Nidaa Badwan. En el apartado Espacios Privados, Ámbitos Personales, aparecen tres piezas de la serie «One hundred days of solitude», de 2013. Las fotografías fueron confeccionadas durante más de 20 meses de encierro en una habitación, después de recibir amenazas por no llevar hiyab cuando se disponía a preparar una exposición. Aliaga explica que la serie tiene su origen en «el clima de intolerancia fomentado por Hamás en la franja de Gaza».

La exposición también se plantea pulverizar otro lugar común; el que asocia de modo esquemático a Occidente con la modernidad y a Oriente con la tradición. Algunas imágenes captadas en el Líbano permiten romper este dualismo. Así, el fotógrafo aficionado Fouad El-Khoury retrató a una mujer con ropaje tradicional, en posición firme y mirando al espectador: «Woman sitting, hands crosse» (1915-1920); la imagen, tomada en el oeste de Beirut, es posiblemente la de una trabajadora doméstica de una familia con recursos. Pero otra foto de autoría anónima y de la que se conoce el origen libanés («Posing in a painted set up -first two from the left: Yvette and may pharaon»), muestra a una mujer pudiente con sus tres hijas subidas en un avión; «la foto pertenece a la colección de Alfred Pharaon, un potentado perteneciente a una familia melquita procedente de Esmirna», explica el comisario de la exposición. Con sus joyas, maquillada a conciencia, con los labios pintados y tocada con un turbante aparece Linda Sursock en una fotografía del periodo 1940-1950. Es una mujer de familia acomodada, cristiana ortodoxa.

Otra instantánea anónima de 1950-1959 («The women posing next to a television set») capta a dos mujeres junto a un televisor (una lo pone en marcha, mientras otra lo sujeta), símbolo de la modernidad. En la misma década, ofrece el punto de contraste la imagen de un matrimonio tomada en el estudio de Fouad Bendhali Chorab. El hombre figura con chaqueta y corbata, en actitud protectora; la novia, con vestido de boda blanco y un ramo de flores en la mano. Nada que ver con la fotografía de Hisham Abdel Haidi, en la que aparecen tres mujeres sentadas sobre un coche de matrícula jordana. La imagen («Not always on a camel but on a BMW» está captada el 22 de diciembre de 1963 en Jericó.

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