La participación de las mujeres con propuestas, acciones y reivindicaciones propias en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC) -como también en la Vía Campesina internacional- se ha traducido en un proceso de afirmación progresiva hacia el pleno reconocimiento en la organización. Los Congresos de la CLOC, desde su segunda edición, están precedidos de […]
La participación de las mujeres con propuestas, acciones y reivindicaciones propias en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC) -como también en la Vía Campesina internacional- se ha traducido en un proceso de afirmación progresiva hacia el pleno reconocimiento en la organización. Los Congresos de la CLOC, desde su segunda edición, están precedidos de una Asamblea Continental de Mujeres del Campo. La V Asamblea tendrá lugar en Buenos Aires, del 12 al 13 de abril de 2015.
Aspectos como el principio de paridad de participación en todos los niveles o la lucha contra la violencia a las mujeres, ya no son solo demandas de las mujeres, sino políticas asumidas por el conjunto de la CLOC-VC. Así, por ejemplo, en 2012, la CLOC-VC afirma:
«Luchamos para construir un proyecto de sociedad global, justo e igualitario, las campesinas y campesinos rechazamos toda forma de violencia contra las mujeres y desde nuestra Asamblea llamamos a continuar denunciando y haciendo frente a la violencia intrafamiliar en el campo y la violencia que acontece en la mayor parte del mundo contra las mujeres en las empresas y el trabajo asalariado. Saludamos la organización y la lucha de las mujeres por su emancipación y por avanzar en la igualdad de género y su participación en los espacios de poder».
(Conclusiones de la Asamblea Continental de la CLOC-VC, Managua.)
El debate sobre el feminismo también está presente dentro de la Coordinadora, como consta en las conclusiones de la IV Asamblea de Mujeres (Quito, 2010): «reafirmamos nuestra voluntad de continuar luchando para que la propuesta feminista continúe contribuyendo a definir los cambios socialistas que anhelamos, por los que lucharemos sin cesar hasta que las fuerzas combinadas del capitalismo y del patriarcado sean parte del pasado». Se trata, justamente, de desarrollar una propuesta de feminismo campesino, popular y socialista, pensando no solo en las mujeres, sino en una sociedad más justa, igualitaria y en armonía con la naturaleza.
Y es que, sin duda, los aspectos específicos de género son un eje central de su accionar; pero también es de destacar que las propuestas y acciones de las mujeres de la CLOC-VC abarcan una temática mucho más amplia. Es más, en varios aspectos de la problemática del campo, ellas han asumido liderazgos y reivindican ser históricamente las defensoras o protectoras de las semillas de la humanidad. Justamente entre los temas de mayor importancia definidos por las mujeres están, por un lado, la soberanía alimentaria, que implica producir alimentos saludables, distribuidos localmente; y por otro, las luchas en defensa de la tierra, del agua, de la biodiversidad y de las semillas, frente a las empresas y corporaciones de los agronegocios.
Erradicar la violencia
Para Marina dos Santos, dirigenta del Movimiento Sin Tierra de Brasil e integrante de la Comisión Política de la CLOC-VC, las mujeres han avanzado mucho en los espacios organizativos, especialmente respecto a la participación de las mujeres y la política de paridad en las organizaciones. «Prácticamente todas las organizaciones que componen la región Suramérica de la VC tienen definida una política de paridad», comentó, en conversación con ALAI, durante la reunión de balance que la Articulación de Mujeres de la CLOC-VC Suramérica realizó en Quito, en septiembre de 2014.
No obstante, dice, no les basta solo tener participación, sino que apuntan a desarrollar un proceso de formación con las mujeres, particularmente en las luchas: «para que garanticen en sus espacios una actuación con mucha calidad, con mucho énfasis en sus actos», tanto en lo teórico -investigar, elaborar- como en la práctica. De hecho, en casi todos los países de la región ya existen procesos de formación política y técnica. También en muchos países se han conformado colectivos de mujeres entre diversas organizaciones, para debatir, investigar, intercambiar sobre problemas y desafíos e incluso trabajar en conjunto.
Hace seis años, la Vía Campesina internacional adoptó también la resolución de luchar contra la violencia hacia las mujeres del campo, en todas sus formas: violencia sistémica, doméstica, laboral, en contexto de guerras, y otras. Es complejo, porque se trata de una violencia diaria, pero muchas veces vedada; «una violencia que el sistema nos ha impregnado», comenta la líder campesina. Por lo mismo, considera que «el principal desafío es continuar este debate en medio de las organizaciones, con los compañeros, con el conjunto de las familias. El diagnóstico es que no tenemos los espacios, la institucionalidad necesaria, para el combate a la violencia contra las mujeres. Hemos debatido que hay necesidad de mecanismos populares para combatir la violencia contra las mujeres, porque tenemos pocos espacios institucionales, y aquellos que tenemos están muy lejos, no contemplan las necesidades que hay, sobre todo para el campo. Por ejemplo, tenemos en Brasil la Ley Maria da Penha, es una ley muy importante, pero es insuficiente, porque muchas veces sufrimos la violencia y no tenemos adonde ir a hacer la denuncia; o si vamos a hacer la denuncia implica enfrentar a personas que son muy violentas con nosotras».
Las principales experiencias exitosas de esta campaña se registran a nivel de las comunidades, cuando se discute y se busca comunitariamente cómo hacer frente a casos concretos de violencia, lo que ayuda a encontrar mecanismos más colectivos para enfrentarla.
Feminismo campesino popular
No obstante, el principal desafío que identificaron las mujeres campesinas de la región Suramérica de la CLOC-VC es cómo desarrollar el feminismo campesino popular. «Tenemos que profundizar sobre este tema, ir elaborando teóricamente sobre qué es para nosotras el feminismo, al mismo tiempo que tenemos que ir produciendo, elaborando y también ir haciendo en la práctica con las y los compas de las organizaciones», subraya Marina dos Santos, añadiendo que: «para nosotros el feminismo campesino y popular tiene que ser un feminismo socialista». Ello implica mantener «los principios de la sociedad que queremos para nosotras y para los campesinos del mundo y especialmente para toda la clase trabajadora». Y acota: «No es un proyecto solo para las mujeres o para los campesinos, sino que queremos hacer una lucha y tener un proyecto de sociedad para el conjunto de la clase trabajadora».
Dos Santos reconoce, sin embargo, que históricamente el feminismo ha tenido un desgaste muy grande: «tuvo períodos en que la burguesía intentó transformar el significado, el concepto de feminismo, como el contrario del machismo; esto fue un intento que la ideología capitalista intentó implantar en la sociedad». Por ello -señala-, los lemas de la CLOC-VC: «sin feminismo no hay socialismo» y su revés: «sin socialismo no hay feminismo», se deben ir construyendo «en la práctica con nuestras organizaciones y elaborando en lo teórico para ir avanzando. Y hemos crecido en ese debate, en esa construcción», que ya se debate en todas las organizaciones, afirma.
La CLOC-VC es una organización de composición muy diversa, que incluye, entre otros, a indígenas y afrodescendientes. Este hecho presenta desafíos a la hora de abordar estos temas, por las diferentes cosmovisiones y culturas. Por ejemplo, en los pueblos indígenas, que encaran la relación hombre-mujer desde los conceptos de dualidad y complementariedad, hay resistencia al término feminismo, por su origen occidental. Pero las mujeres indígenas también lidian con problemas de discriminación, marginación y violencia. ¿Cómo trabajar con estas diferencias? Marina explica: «estamos yendo bien despacio con las organizaciones indígenas, pero tenemos muchos avances ya. Porque también en las organizaciones indígenas, las compañeras han asumido tareas importantes y están siendo convocadas para los trabajos dentro de las organizaciones, sobre todo están llamadas a la participación, que para nosotras es importante. Las bolivianas nos han dado muchos ejemplos de esto; en Colombia y Ecuador también».
Ante estos retos, para el VI Congreso de la CLOC-VC, que se realizará en Buenos Aires del 14 al 17 de abril de 2015, las mujeres han acordado debatir este tema del feminismo campesino popular y socialista con el conjunto de participantes: «lo vamos a profundizar en la Asamblea de las Mujeres, pero queremos debatirlo con todo el Congreso», afirma la líder campesina.
* Texto publicado en la revista América Latina en Movimiento No. 502 de marzo de 2015, sobre el tema «Agricultura Campesina para la Soberanía Alimentaria» – http://www.alainet.org/es/revistas/168312