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Mujeres nicaragüenses transforman su vida con Programa Usura Cero

Fuentes: Rebelión/El 19 Digital

Claudia Roque mezcla sus manos morenas y regordetas en la masa de maíz. Amasa y estira por unos minutos y luego moldea lo que posteriormente serán las «cosas de horno» más sabrosas del barrio Subtiava en el departamento de León, Nicaragua. Junto a su familia ha sacado adelante una empresa que hoy da empleo a […]

Claudia Roque mezcla sus manos morenas y regordetas en la masa de maíz. Amasa y estira por unos minutos y luego moldea lo que posteriormente serán las «cosas de horno» más sabrosas del barrio Subtiava en el departamento de León, Nicaragua. Junto a su familia ha sacado adelante una empresa que hoy da empleo a 14 personas incluyendo diez jóvenes mujeres que todas las mañanas salen a vender el producto en las ciudades de León, Chinandega y los diferentes mercados de Managua.

Claudia es una de las más de 90 mil mujeres beneficiadas con el programa Usura Cero que impulsa el Gobierno Sandinista el cual permite el acceso al crédito con tasas de interés justas a mujeres comerciantes, vendedoras ambulantes, vendedoras de los mercados y propietarias de pequeños negocios y pulperías.

Gracias a este programa ella ha logrado prosperar mejorando la infraestructura de su negocio, comprando más materia prima y elevando la productividad, lo que se ha traducido en más empleo y mayores ingresos a sus empleados y vendedoras.

«Me ha ido muy bien, a través del programa he incrementado mis ganancias, he mejorado mi negocio, mi taller lo he engrandecido y le he dado trabajo a más mujeres», dijo Claudia.

Ahora va por su cuarto crédito correspondiente a 5,500 córdobas, lo que le ha permitido trabajar con dinero propio pagando intereses justos y solidarios.  

«Antes trabajaba con poca materia prima y todo al crédito; hoy manejo mi propio dinero porque el programa me da la oportunidad de mayor facilidad de pago», expresó.          

De vendedora a pequeña empresaria

Claudia elabora torta de leche, rosquillas de maíz, torta de arroz, empanadas, cosas de horno, hojaldras y quesadillas, todo aquello que se conoce como «cosa de horno».

Aprendió con su tía siendo una niña. Comenzó como vendedora en las calles de León y ahora es una pequeña empresaria.

«Mi deseo es seguir expandiendo mi negocio, remodelarlo cada año, cambiar el zinc del techo por eso mi idea es que me den un crédito mayor. Confío en que con la ayuda de Dios y el apoyo del presidente Daniel voy a salir adelante», manifestó.

Dijo que los gobiernos neoliberales jamás le dieron esta oportunidad por lo que hoy agradece al Gobierno Sandinista estar apoyando, principalmente a las mujeres.  

«Siempre pensaba en positivo, yo decía que algún día el Frente Sandinista iba a regresar y nos iban a dar estas facilidades para trabajar», indicó.      

Mujeres ven una buena oportunidad de trabajo

A las 6:30 de la mañana un grupo de mujeres comienza a llegar al negocio de Claudia a «sacar la venta». De aquí se trasladarán a distintos sitios para ofertar el producto. Una de ellas es Ruth María Cáceres, de 19 años, quien vende en el centro de salud y la estación de Subtiava.    

«Tengo dos años de vender y gano 300 córdobas al día. Gracias a Dios me va muy bien porque la venta nunca me falla, me da para mis gastos y de paso le ayudo a mi mamá», dijo Ruth.

María Elena Roque, otra de las vendedoras y hermana de Claudia, dijo que ellas también se sienten beneficiadas con el programa porque es una garantía de que tendrán empleo. Ella vende en el Mercado Mayoreo de Managua y gana 200 córdobas al día.

«Gracias a Dios me va muy bien. El programa Usura Cero nos ha dado mayor capacidad para ir vender y tenemos el empleo asegurado. Para nosotros las mujeres de Subtiava esto es importante porque es un medio de llevar más dinero a nuestros hogares y me parece muy bueno el programa porque no se paga un mínimo de interés por el dinero que te prestan», comentó María Elena.

Guillermo Roque Membreño, de 24 años, responsable del horno, señaló que el programa ha permitido mejorar las condiciones del negocio.

«El programa la ha ayudado porque anteriormente aquí en el horno teníamos el techo de nicalit con palma y ya con el préstamo mejoramos el techo, el piso era de tierra y ahora es embaldosado. El negocio ha prosperado bastante por ese programa», dijo.

Ahora el sueño de Claudia es comprar una camioneta para trasladar la materia prima, mejorar la presentación de su negocio y continuar dando más trabajo a más mujeres. «Creo que esto se puede lograr sólo con un gobierno que se preocupa por el pueblo y el Frente Sandinista ha demostrado que es el único gobierno que piensa en los pobres, los trabajadores y las mujeres», concluyó.

Fuente: http://www.el19digital.com/index.php?option=com_content&id=19942

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.