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México: En la acción pacífica participaron más de 2 mil personas armadas con ollas y cacerolas

Mujeres oaxaqueñas toman los medios oficiales para alzar su voz

Fuentes:

Desde temprano, mujeres que exigen la renuncia del gobernador salieron a las calles de Oaxaca y con el repicar de sus instrumentos de cocina demandaron respuesta inmediata a su demanda

En un hecho histórico, unas 2 mil mujeres de diferentes organizaciones de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) tomaron al mediodía las estaciones de radio 96.9 FM y 680 AM, y el Canal 9, la llamada «televisión de los oaxaqueños», pertenecientes a la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (CORTV), propiedad del gobierno estatal. Y entre denuncias y proclamas se escuchó la canción Venceremos. La historia había comenzado desde temprano.

Madres, esposas, hijas, abuelas. Trabajadoras, amas de casa, vendedoras, y en menor número campesinas, estudiantes y niñas, vinieron de los barrios de Oaxaca, de las organizaciones civiles, de los plantones. Trajeron ollas, sartenes, tapas, cazos. Y para golpearlos, palas, rodillos, cucharones. Según ellas eran 2 mil. Quizás más. Una formidable marcha de mujeres del pueblo, convocadas y organizadas por sí mismas, descendió esta mañana de la fuente de las Siete Regiones al zócalo de la ciudad, y en el trayecto se detuvo ante un hotel donde el gobierno estatal en el exilio trabaja a veces, y luego ante las sedes del Poder Judicial y la Secretaría de Turismo, para demandar la salida del gobernador.

El de Ulises Ruiz es el nombre más repetido en las calles de Oaxaca. Curiosa forma de hacerlo desaparecer. A fuerza de nombrarlo. Aparece en muros, carteles, mantas y bocas. Pero hoy, más que voces y consignas, se escuchó hasta el aturdimiento el repicar de un cacerolazo contra la represión gubernamental y el fin de un gobierno que, retando la ley de la gravedad, aún se sostiene.

Después de caminar tres kilómetros, las mujeres se detuvieron brevemente donde quedaba el palacio de gobierno. Luego «secuestraron» autobuses urbanos y se dirigieron a las instalaciones de la televisión y la radio del estado, y las ocuparon pacíficamente. Los directivos habían retirado del aire la señal. Para la tarde, las mujeres ya estaban operando la radio gubernamental, en el 96.6 de frecuencia modulada. A las 19:30, por el canal 9 de televisión, un grupo de mujeres dirigió mensajes de la APPO. «De estos estudios sólo salen loas al gobierno», denunció una de ellas, quien mencionó «los 31 asesinatos cometidos por este gobierno». En la pantalla se leía una manta: «Fuera Ulises». Y otra: «Cuando una mujer avanza, no hay hombre que se detenga».

Dirigiéndose a las autoridades militares de la región, las mujeres denunciaron en la radio oficial el uso «contra el pueblo» de armas de uso exclusivo del Ejército por parte de «grupos paramilitares». Y por la televisión, hasta hoy muy priísta, proclamaron: «El PRI ha caído. Lo avisamos a todo el pueblo de México». A sus espaldas, un mitin en el estudio exigía la libertad de los presos políticos. «Será el pueblo de Oaxaca el que decida el rumbo del estado.»

Cuando aún no «domaban» las instalaciones de la televisora, las mujeres ya hablaban. «Esta es una llamada de atención a las demás estaciones de radio y televisión, para que sepan adónde vamos», advertía al inicio de la tarde una de las manifestantes, que dio su testimonio en Radio Universidad, la más escuchada del valle (todo un fenómeno mediático, mientras los medios comerciales se esfuerzan en difamar las protestas y ensalzar los programas y proyectos oficiales). «Que lo piense bien el gobierno si se quiere meter con las mujeres». Y todavía alcanzó a decir: «Las mujeres somos el eje del mundo».

Durante la marcha, ante el hotel Misión Los Angeles, las mujeres arrojaron huevos, colgaron moños negros y carteles exigiendo «no más espacios a Ulises», y declarando «clausurado» el lujoso inmueble, que junto con el hotel San Felipe se ha convertido en sede alterna del gobierno. Un atronador sonido de peltre, hierro y aluminio iba paralizando el centro de la ciudad.

En las manos, o pegados al mandil, las mujeres llevaban cartelitos con irreverentes frases y dibujos. «El que ofende a una mujer, ofende a todas: renuncia», se leía en uno. «Las cucarachas como tú en la cocina se amadrigan/ pero llegan las mujeres y con sus manos te exterminan», decía otro. «Ulises, zorrillo, vete con Gordillo», uno más. El rechazo al mandatario oaxaqueño ha inspirado una peculiar zoología plebeya: perro, cerdo, rata, gorila, buitre y cosas peores. Lo caricaturizan colgando de un helicóptero o con un hueso. Y el estribillo «ya cayó, ya cayó» se repite desde el 14 de junio, cuando la policía intentó desalojar el plantón de maestros y organizaciones populares que ocupan muchas cuadras del centro desde mayo pasado.

En la marcha, ni rastros del sambenito de «grupos radicales» que insisten en colgar los voceros oficiales y oficiosos a las protestas del movimiento popular oaxaqueño. Tan sólo la gente. La parte femenina de «la gente», las señoras. No ricas, ni arregladas, ni con secuelas de maniquiur. Las que trabajan. Y que hoy salieron por televisión. En vivo, literalmente.

La versión oficial

Ante la ocupación, las radiodifusoras y el canal televisivo suspendieron transmisiones por orden de la directora de la CORTV, Mercedes Rojas Saldaña, quedando retenidos varios trabajadores, quienes fueron liberados posteriormente. Las manifestantes pusieron nuevamente al aire el Canal 9 alrededor de las 19:30 horas, después de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) bloqueó la señal.

«Estamos hartas de tantas mentiras y distorsiones de la verdad (en la CORTV ) y de la defensa que hacen del señor Ulises Ruiz, a pesar de que en Oaxaca ya no se le quiere por sus actos de represión, de abuso de autoridad y por tener en la extrema pobreza a miles de oaxaqueños, especialmente a las mujeres», dijo una de las manifestantes, que hizo uso del micrófono en la estación de radio 96.9. Durante la transmisión, las mujeres de la APPO convocaron a la población a sumarse al movimiento magisterial y popular en castellano, zapoteco, mixteco, mixe y chinanteco.

Los trabajadores retenidos avisaron a sus familiares y a la ciudadanía sobre su situación dentro de las instalaciones: «ninguna de los compañeros hemos sido agredidos ni verbal ni físicamente; a lo mejor estamos nerviosos, pero fuera de eso nada. Incluso nos han dado de comer», afirmó una trabajadora de la CORTV. Las mujeres liberadas fueron recibidas por personal de la Cruz Roja y de derechos humanos que certificaron su estado de salud e integridad física.

Mientras tanto, un grupo de varones de diferentes organizaciones adheridas a la APPO se trasladó al Cerro del Fortín para resguardar las antenas de transmisión de la CORTV ahí situadas, para evitar el corte de la señal.

La directora de la CORTV, Mercedes Rojas Saldaña, ex colaboradora de Roberto Madrazo Pintado cuando gobernó Tabasco, informó que 60 personas fueron «secuestradas» por las mujeres de la APPO, quienes «condicionaron la liberación a cambio de que la señal de televisión transmita sus mensajes». En conferencia de prensa, dijo que presentó una denuncia penal a causa de los hechos en la Procuraduría General de la República por privación ilegal de la libertad y por «el mal uso de la señal de telecomunicaciones», en contra de quien resulte responsable.