Ninguna empresa española se ha adherido todavía al Código de Conducta contra el turismo sexual infantil que nació del Congreso Mundial contra la Explotación Sexual celebrado en 1996 en Estocolmo, según ha explicado Gabriel González, director de la campaña de Unicef ‘No hay excusas’. El código contra la explotación sexual infantil está promovido por la […]
Ninguna empresa española se ha adherido todavía al Código de Conducta contra el turismo sexual infantil que nació del Congreso Mundial contra la Explotación Sexual celebrado en 1996 en Estocolmo, según ha explicado Gabriel González, director de la campaña de Unicef ‘No hay excusas’.
El código contra la explotación sexual infantil está promovido por la organización ECPAT (Acabemos con la Explotación Sexual Comercial Infantil), en la que se integran Unicef y otras asociaciones, y ya ha sido firmado por 241 empresas de 21 países, entre los que por el momento no se encuentra ningún grupo español.
Ante esta realidad, Gabriel González ha subrayado la necesidad de que empresas españolas suscriban este acuerdo para colaborar en la lucha contra un negocio que mueve miles de millones de euros al año y que vulnera los derechos de la infancia. «El código lo puede firmar cualquiera, en otros países lo han firmado centros universitarios, pero básicamente es para las empresas turísticas, que son las que buscamos como aliados principales para acabar con la explotación infantil del turismo sexual».
No obstante, algunas empresas turísticas nacionales ya han mostrado interés por firmar el Código de Conducta y se han puesto en contacto con Unicef para concretar los pasos a seguir, aunque por el momento no hay ningún acuerdo cerrado. Las compañías aéreas Air Europa y Spanair, la red de agencias Viajes Marsans o los grupos hoteleros Sol Meliá y Barceló son algunas de ellas, además de «algunas asociaciones de hostelería o agencias de viajes».
«Esperamos en breve dar la noticia de que hay un compromiso concreto. No quiero que se vea como algo contra las empresas, sino para fomentar la aplicación de este código y ese compromiso de responsabilidad social en este caso con el derecho de los niños», indica González, tras reconocer que muchas de las compañías turísticas se han mostrado favorables.
En lo que se refiere a empresas extranjeras, las aerolíneas Air France-KLM, Corsair o Nouvelles Frontières han mostrado un vídeo contra la explotación sexual de la niñez en los países de destino, elaborado por ECPAT Luxemburgo desde marzo de 1999. Lufthansa y Austrian Airlines también han desarrollado vídeos para presentar durante sus vuelos y British Airways también ha firmado el Código, entre otras. Las compañías que quieran unirse a la campaña tienen disponible el vídeo de Air France para su reproducción, según informa ECPAT.
«Pedimos que las empresas españolas se sumen a esta lista de compañías de otros países. Aunque el recibimiento de este código al principio fue un poco frío, ahora hay más conciencia sobre este tema y supone un salto cualitativo en el tema de responsabilidad social, ya que no es sólo hacer aportaciones monetarias sino el compromiso de la compañía con el abuso sexual infantil», afirma González.
Seis puntos a seguir
El Código de Conducta es un «compromiso con unos puntos muy concretos». Antes de firmarlo, cada empresa tiene que entregar un plan de trabajo a ECPAT con las acciones a implementar en cada uno de los seis puntos de los que consta el Código de Conducta. Asimismo, cada año las compañías deben elaborar un informe sobre los avances en su implantación.
El primero de los seis puntos de los que consta el Código establece la necesidad de implementar «una política corporativa ética contra la explotación sexual y el comercio de niños». Este punto está relacionado con otro que exige que en los contratos con proveedores se establezca una cláusula que rechace la explotación sexual de los niños para poder romper ese contrato en caso de que hubiera algún problema relacionado con este tema.
Otros puntos están relacionados con la información, ya sea al viajero o a los agentes de viajes. Para el primero, ECPAT Bélgica, ECPAT Holanda, ECPAT Francia y ECPAT Alemania desarrollaron etiquetas de equipaje para su distribución a viajeros europeos para educarlos sobre los peligros e ilegalidad del turismo sexual con niñas y niños.
Para los segundos, ECPAT Australia tiene un equipo de información de la industria turística para agencias de viaje, y volantes para informar a los viajeros sobre las leyes en Australia contra el turismo sexual con niñas y niños. La educación de la plantilla tanto en los lugares de orígenes como en los destinos del viaje es otro punto que contempla el Código. Por último, establece como cláusula la presentación de un informe anual sobre la aplicación de estos puntos a fin de que la ECPAT pueda llevar un control sobre las actividades con las que cada compañía se compromete.