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Mañana huelga en Hego Euskalherria

No debería sorprender una huelga general en Euskadi, lo sorprendente es que en el resto del Estado no se haga

Fuentes: Eutsi

Que se convoque una huelga general en Euskadi, con lo que está cayendo, no debería sorprender; lo sorprendente es que en el resto del Estado Español no se haga. Los sindicatos mayoritarios españoles renuncian, incluso, a escenificar en una huelga general su oposición a una política económica que condena al paro a sus clientelas. El […]

Que se convoque una huelga general en Euskadi, con lo que está cayendo, no debería sorprender; lo sorprendente es que en el resto del Estado Español no se haga. Los sindicatos mayoritarios españoles renuncian, incluso, a escenificar en una huelga general su oposición a una política económica que condena al paro a sus clientelas. El otro día escuché a un líder de UGT diciendo que no se sumaban a la huelga general del 21 de Mayo en Euskadi «porque no se había producido conculcación de derechos de los trabajadores» como si el 20% de parados no tuvieran derecho al trabajo. La Mayoría Sindical Vasca, tradicionalmente, se mira más en el espejo francés que en español, y los sindicatos franceses han paralizado este año el país en defensa de sus reivindicaciones. No es la primera vez que los sindicatos: ELA, LAB, ESK, EHNE, STEILAS, HIRU convocan una jornada de huelga general. Quizá la más exitosa fue la que, en mayo de 1999, consiguió las 35 horas en la administración pública vasca, y la instauración de la Renta Básica en la CAV.

Si aquella fue una huelga ofensiva, enmarcada en una época de bonanza económica, esta será más bien una huelga a la defensiva, un aviso al nuevo Gobierno Vasco, y a la patronal, para evitar más recortes en las condiciones laborales de los trabajadores ante la crisis.

Ciertamente, la sintonía entre el Gobierno Vasco saliente y el entrante en política económica es casi total; por eso los sindicatos que convocan la huelga afirman que si el PNV hubiera seguido en el gobierno la habrían convocado de todas formas. En ese sentido, no se puede hablar de una huelga política contra el gobierno de Patxi Lopez; aunque a nadie se le escapa, como declaraba Arnaldo Otegi hace unos días, que la foto de una huelga exitosa sería la de una mayoría social distinta de la que podemos ver en el nuevo Parlamento Vasco. Una foto que podría ser el embrión de un polo soberanista a la izquierda del PNV.

En suma, que hay que entender esta movilización en clave laboral, aunque tenga también su lectura política. En cuanto al papel de los movimientos sociales, se ha puesto en marcha desde la Izquierda Abertzale la iniciativa Euskalherria Abian, que probablemente hará una llamada a la huelga, como ya han hecho otros movimientos afines como ELKARTZEN, pero su papel es de momento bastante marginal. La huelga padecerá por tanto el déficit del sindicalismo en general; convertidos los sindicatos en órganos de gestión laboral que, incapaces de articular a la mayoría de los trabajadores hacia el cambio social, se centran en la defensa de sus clientelas.

Sin embargo, como dice Mike Davis «es necesario el calor de las protestas en la calle para que surjan verdaderas propuestas de cambio». Esas propuestas podrían venir de sectores antidesarrollistas, que propugnan el decrecimiento económico, la relocalización de la producción… como los que se agrupan en torno a la lucha contra el TAV, una lucha que, con matices, apoyan también los sindicatos convocantes de esta huelga.