La confesada conversión del Presidente sobre el Cambio climático es ilusoria. Lo único que esta haciendo es apoyar nuevos negocios para sus amigos George Bush propone combatir el cambio climático con humo y espejos. ¿Que hay de nuevo en eso? Solo que ya no es solo una metáfora. Después de seis años de ofuscación y […]
La confesada conversión del Presidente sobre el Cambio climático es ilusoria. Lo único que esta haciendo es apoyar nuevos negocios para sus amigos
George Bush propone combatir el cambio climático con humo y espejos. ¿Que hay de nuevo en eso? Solo que ya no es solo una metáfora. Después de seis años de ofuscación y negación, los EEUU insisten en que hemos descubierto nuevas formas de bloquear parte de la luz solar que entra en La Tierra. Esto significa lanzar espejos o nubes formadas de pequeñas partículas en la atmósfera. Esta demanda aparece en un documento Norteamericano enviado al IPCC. Describe «modificar la radiación solar» como «póliza importante» contra la amenaza del cambio climático. Una descripción mas apropiada diría que seria una póliza importante contra la necesidad de reducir las emisiones.
Cualquier idea que nos de una oportunidad de prevenir un cambio climático irreversible debe ser considerada por sus meritos. Pero la propuesta de construir un parasol global no posee muchas virtudes. Un grupo de científicos de armas nucleares del laboratorio Livermore de California, aparentemente aburridos de experimentar solamente con un tipo de arma de destrucción masiva, han propuesto el lanzamiento a la atmósfera 1 Millón de toneladas al año de pequeños globos de aluminio, rellenos de hidrogeno. Un desafortunado efecto secundario seria la eliminación de la capa de ozono.
Otra propuesta de un científico del National Centre for Atmospheric Research, en Boulder, Colorado, sugiere pulverizar billones de toneladas de agua del mar en el aire.
Desgraciadamente, la producción de pequeñas partículas de sal, mientras que producen neblinas oscuras, pueden causar sequías en los países en los que caigan. Otra idea es inyectar partículas de sulfato en la estratosfera. Parece ser menos peligroso que los otros, pero tiene el riesgo de causar cambios en la secuencia de las lluvias. Sobre la idea de colocar un espejo gigante en la orbita, las tecnología necesaria posiblemente se encuentren a un siglo de distancia. Todos esos arreglos son más costosos que reducir la cantidad de energía que consumimos. Ninguno de ellos reduce la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que amenaza con acidificar los océanos, con consecuencias graves para la cadena alimenticia.
La demanda de que la inversión y la investigación se pongan en estas soluciones quijotescas es otra muestra de que la confesada conversión de Bush a la causa de la reducción de emisiones es ilusoria. El simplemente esta preparando nuevos negocios para sus amigos. En su discurso de la semana pasada en El estado de La Unión, hablo de «el reto serio del cambio climático global» y anuncio que estaba aumentando los objetivos obligatorios del gobierno para los combustibles alternativos para el transporte en cinco veces. Estas son noticias maravillosas para los barones del grano de los estados rojos, quienes cultivaran el maíz y las semillas que se convertirán en biocombustibles. Es una catástrofe para todos los demás.
Un análisis publicado el año pasado por el Sarasin Bank encontró que hasta que una nueva generación de combustibles vegetales, hechos a partir de paja o madera, sea desarrollado » El limite actual para un uso responsable social y medioambientalmente es mas o menos del 5% del uso actual de petróleo en Europa y en los Estados Unidos». Bush propone incrementar la proporción a un 24% para el 2017. Ya, aunque el Mundo Rico ha remplazado un 1% de sus combustibles para el transporte, la Organización de las Naciones Unidas para el Alimento y la Agricultura ha dicho que usar las cosechas para alimentar a los vehículos ha hecho que aumente el precio de los alimentos mundialmente, con consecuencias graves para los pobres. Los biocombustibles se colocan en la misma categoría del humo atmosférico y de los espejos- una manera de evitar tomar decisiones difíciles.
Pero al menos, o eso nos han dicho, la controversia sobre si los seres humanos influimos en el cambio climático se ha terminado. El viernes el IPCC publica la primera parte de su informe, que reúne los descubrimientos de los científicos climáticos mundiales. Aunque conservador en sus asunciones, muestra que si se persiste en la creencia de que no hay motivo de preocupación, debe ser que has enterrado tu cabeza hasta que solo se vean los dedos de tus pies. Si hasta Bush, muy a su pesar reconoce que tenemos un problema, ciertamente ¿hemos visto al último de los charlatanes que han conseguido acoger tanta atención con sus afirmaciones de que el cambio climático no estaba ocurriendo?
Puede que si. Una compañía llamada Wag TV esta terminando un documental de 90 minutos para Channel 4 titulado The Great Global Warming Swindle (El Gran Timo del Calentamiento Global, -si se llega a traducir a nuestro idioma). Ese canal de televisión nos dice que el calentamiento global producido por el hombre «es una mentira… el fraude mas grande de los tiempos modernos. La verdad es que el calentamiento global es una industria multimillonaria mundial: creada por activistas medioambientales fanáticos en contra de la industria apoyados por científicos inventando historias de miedo para que les concedan fondos; todo esto propagado por políticos cómplices y por los medios de comunicación… El hecho es que no existen pruebas que el CO2 este relacionado con las temperaturas globales… la actividad solar es mucho mas posible que sea la culpable».
Esto es la misma teoría de la conspiración que llevamos oyendo desde hace 10 años por parte de la industria de la negación, posee tanto peso científico como la disputa de que las torres gemelas fueron destruidas por misiles. La tesis del programa se centra en el mito favorito de los negadores: que «el grafico del palo de hockey» que muestra que el aumento de la temperatura global esta basado en un error estadístico producido por los científicos Michael Mann, Raymond Bradley y Malcolm Hughes. Lo que no nos mostraran es que los resultados de esos científicos han sido repetidos varias veces por otros científicos usando métodos estadísticos diferentes; que el informe afirmando haber sacado a la luz ese error han sido detalladamente desenmascarado; y que las líneas de evidencia de Mann, Bradley y Hughes son solo unas cuantas entre centenares demostrando que las temperaturas en el siglo XX han sido anómalas.
La decisión de encargar este programa aparece todavía mas extraña cuando descubrimos quien lo esta produciendo. En 1997 el director, Martin Durkin, produjo unas series parecidas para el Channel 4 titulada Against Nature (contra la naturaleza) que también mantenía que el calentamiento global era un fraude soñado por los ambientalistas. Estaba lleno de enigmas con cómicas meteduras de pata científicas. Aun peor, la única manera en la que Durkin podía sostener su tesis era engañando a la gente a la que entrevistaba y editando sus respuestas para cambiar el significado. Después de recibir quejas de los entrevistados, La Independent Televisión Comisión (Comisión Independiente de la Televisión) encontró que «las posturas de los cuatro que se quejaron, como se ha dejado claro al entrevistador, han sido distorsionadas a través de una edición selectiva» y que ellos han sido «engañados de el contenido y el motivo de los programas cuando accedieron a participar» El Channel 4 fue obligado a pedir disculpas en hora de máxima audiencia en uno de sus mas humillantes episodios. ¿Es la memoria institucional tan corta?
La cansina historia de señalar que la evidencia contra el cambio climático producido por el hombre es dispersa e incapaz de sostener un escrutinio critico, mientras que la evidencia a favor es apabullante y confirmada repetidamente, debe comenzar otra vez desde el principio. ¿Cuantas veces deben los científicos recordar a los medios de comunicación que un puñado de estudios escogidos a boleo no son la refutación de toda una disciplina? Pero con la deserción de Bush, la banda de grajos haciendo esas afirmaciones esta desapareciendo rápidamente. Ahora las compañías de petróleo y carbón que apoyan a esa gente han cambiado su objetivo. En lugar de tratar de persuadirnos de que el cambio climático inducido por el hombre es un mito, buscan que nos desviemos para que hagamos cualquier cosa excepto lo único que tiene que ocurrir: reducir nuestro consumo de combustible. Son otro tipo de negadores. El objetivo de Bush de proteger a esas compañías de la necesidad de reducir la producción, no ha cambiado. El simplemente ha encontrado un nuevo método de enmarcar el argumento.
Traducción: Felix Nieto
Titulo original- Don’t be fooled by Bush’s defection: his cures are another form of denial George Monbiot
Tuesday January 30, 2007
The Guardian www.monbiot.com