Un documento que ha hecho público el exministro José Bono confirma que el Gobierno de José María Aznar presionó a los servicios de inteligencia para que mantuvieran la tesis de que ETA había sido la autora de los atentados registrados en Madrid el 11 de marzo de 2004.
José Bono, que fue ministro de Defensa desde abril de 2004 hasta diciembre de 2006 –cuando pasó a ser presidente del Congreso de los Diputados–, ha decidido legar su archivo documental a la Fundación Pablo Iglesias, que lo ha puesto a disposición del público a partir de este lunes. Uno de esos documentos, que ha difundido la Cadena Ser, es una nota remitida a Bono por Alberto Sáiz, que acababa de ser nombrado director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tras las elecciones del 14 de marzo de 2004 que llevaron a La Moncloa a José Luis Rodríguez Zapatero.
En esta nota, que adjuntamos a este artículo, Sáiz hace referencia a los atentados registrados en Madrid el 11 de marzo de aquel año. Más concretamente, se dirige a Bono para confirmarle por escrito, «tal y como me pides», «lo esencial sobre el 11M» que le había comentado su predecesor al frente del CNI, Jorge Dezcallar, al hacer el relevo en el cargo.
«Me pidieron desde Moncloa que dijera que ETA era la autora del atentado y yo lo hice pero con la cautela de añadir ‘con toda probabilidad’», comentó Dezcallar, según relata Sáiz.
El máximo responsable de los servicios de inteligencia cuando ocurrieron los ataques del 11M consideraba que mantener esa tesis «fue un error» y, aludiendo al Gobierno de José María Aznar, añadió que «ellos lo alargaron hasta el día de las elecciones, cuando ya tenían en su poder la furgoneta, la cinta del Corán y habían detenido a tres árabes».
Dezcallar se refería a las pruebas y detenciones que habían practicado ya las fuerzas y cuerpos de seguridad que echaban por tierra la tesis de la autoría de ETA. Una información que, según dijo a Sáiz, al CNI le fue llegando «con retraso».
Confirma el relato que hizo Dezcallar en 2015
Dezcallar fue el primer civil en dirigir el Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid, que durante su mandato pasó a denoninarse CNI) y fue desginado para el cargo en 2001 por el entonces presidente español, José María Aznar.
En una entrevista publicada por ‘El Periódico’ en octubre de 2015, el propio Dezcallar ya apuntó en la misma dirección que se recoge en la nota difundida ahora por Bono: «Aznar me pidió desmentir que el CNI no seguía la pista de ETA».
No obstante, asumió que, aunque su «instinto» le decía que se trataba de «un ataque islamista», en su primera conversación telefónica con Aznar le comentó: «Presidente, creo que es ETA». En la segunda, aquel 11 de marzo, fue menos claro: ««No me preguntes porque la investigación la lleva la Policía y estoy fuera de juego». Y en la tercera expresó su cambio de opinión: «Este asunto huele a islamista que apesta».
En esta entrevista, Dezcallar aseguró que entre el 11 y el 16 de marzo no fue convocado a ninguna reunión. No obstante, precisó que logró que el ministro de Interior, Ángel Acebes, le recibiera el sábado día 13, a las cuatro de la tarde, y que este no le contó nada de las detenciones de los presuntos yihadistas.
Y completó el relato de aquellas horas previas a la jornada electoral explicando que, cuando llegó a su despacho, el portavoz de la Moncloa, Alfredo Timermans, le dijo que Aznar quería que saliera en TVE para desmentir a la SER, que para entonces había informado de que el CNI había abandonado la pista de ETA. Dezcallar se negó, hizo «un comunicado que no gustó a nadie» y por la noche tuvo «una tensa charla con Aznar».