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Un gran proyecto para la ciudad de Madrid pero no para sus ciudadanos

¿Olimpiadas para quién?

Fuentes: Editorial Distrito 19

De nuevo un gran proyecto para la ciudad de Madrid pero no para sus ciudadanos, un nuevo y carísimo decorado para ocultar las verdaderas necesidades de los madrileños que vuelven a ver como su Ayuntamiento apuesta por la candidatura olímpica mientras las inversiones en los distritos y en las personas se ven mermadas a pasos […]

De nuevo un gran proyecto para la ciudad de Madrid pero no para sus ciudadanos, un nuevo y carísimo decorado para ocultar las verdaderas necesidades de los madrileños que vuelven a ver como su Ayuntamiento apuesta por la candidatura olímpica mientras las inversiones en los distritos y en las personas se ven mermadas a pasos agigantados.

La visita del Comité Olímpico Internacional a principios de mes sirvió para maquillar por unos días la ciudad y reunir en torno al optimismo a la clase política. Un optimismo mas ilusorio que ilusionante para esta segunda reválida más difícil de aprobar que la de 2012, toda vez que en aquella ocasión Londres fue la elegida y que la historia olímpica muestra la dificultad de que repita una ciudad del mismo continente. Pero el Ayuntamiento de Madrid ha seguido apostando a esta carta con aportaciones multimillonarias que, en el caso de un nuevo fracaso, deberemos afrontar todos los madrileños. Con el dinero de otros bien se pueden tener corazonadas.

Y, a la par que se inauguraba la Caja Mágica, a unos cientos de metros los vecinos que habitan el poblado chabolista de San Fermín miraban impávidos el cortejo olímpico o los trabajadores municipales de los polideportivos manifestaban su protesta por la privatización de estos servicios públicos. O los vecinos protestaban por la saturación de coches en sus calles que les impedían aparcar. Todo un ejemplo de la gran distancia existente entre quienes nos meten en el «fregao» y quienes van a tener que hacer de ‘paganinis’. Publicitar esta candidatura como las olimpiadas de las personas, como así le gusta definirlas a Ruiz Gallardón, no deja de ser una gran sandez en la línea populista y falaz a la que nos tiene acostumbrados para edulcorar sus proyectos.

Si es necesario definir de alguna manera esta nueva aventura, sería más acertado calificarla como las olimpiadas de las constructoras. Y a los datos nos remitimos: la mitad de los patrocinadores son del sector de la construcción. Las empresas constructoras españolas tienen claro que deben involucrarse en el escenario de sus futuras operaciones, pese a la actual recesión económica del sector. Y con Gallardón siempre lo han tenido claro para sus negocios, desde la M-30 al negocio olímpico. Un negocio que seguirá sangrando los bolsillos de los contribuyentes y que apenas contribuirá a paliar la crisis con empleo estable, toda vez que cerca del 80% de las instalaciones están terminadas o en fase de ejecución.

Mientras tanto, en los distintos barrios, las instalaciones deportivas se siguen privatizando y deteriorando; las inversiones se paralizan con el pretexto de la crisis económica; los impuestos municipales se reinventan y se incrementan para pagar una deuda sin precedentes; los fondos estatales para la promoción de empleo se diluyen en proyectos inacabados o en maquillar el centro de la ciudad; las sanciones económicas planean sobre los conductores en una ciudad cada vez menos diseñada para los peatones…

El 2 de octubre se decidirá en Copenhague qué ciudad organizará las Olimpiadas de 2016. Si Madrid es la elegida, seremos los madrileños quienes pagaremos el sueño de otros.

Algunos ejemplos

El presupuesto de remodelación de La Peineta, 160 millones de euros, que luego se quiere ceder a un club de fútbol privado, era similar al coste de construir 130 polideportivos de barrio.

Con el coste de la construcción del Centro Acuático, 150 millones de euros, se podrían hacer 136 centros de mayores y de día. Los 141 millones de euros que costaría el centro de Tenis suponen dieciséis veces el presupuesto dedicado por el IVIMA a vivienda protegida en el año 2004.

Con el presupuesto del Canal de Remo y Piragüismo, 71 millones de euros, se podrían construir 145 bibliotecas.

Vicálvaro Distrito 19, mayo 2009, nº 123
http://www.distrito19.org/

Ver también:
 http://www.madridjuegos2016.net/«