Junio anuncia la llegada de la temporada de los ciclones tropicales, con una atmósfera entrada en calor, como para hornear pastelitos. Mas, no se queda atrás la temperatura de los preparativos con que la mayor isla del Caribe se alista para recibirla, con la máxima, siempre presente, de que país prevenido vale por dos. Muy […]
Junio anuncia la llegada de la temporada de los ciclones tropicales, con una atmósfera entrada en calor, como para hornear pastelitos. Mas, no se queda atrás la temperatura de los preparativos con que la mayor isla del Caribe se alista para recibirla, con la máxima, siempre presente, de que país prevenido vale por dos.
Muy a propósito, Meteoro 2010 vino otra vez para poner a prueba la disposición de los cubanos de enfrentar no solo los posibles desastres que pudieran generar los huracanes, si decidieran aproximarse al territorio nacional, sino cualquier contingencia natural, sanitaria o tecnológica que surja.
Por eso, en cada puesto de dirección y de mando, movilizado del 21 al 23 de mayo, todas las energías estuvieron concentradas en el estudio de cómo evitar las consecuencias de fenómenos como esos, en caso de que sucedieran. Pasaron revista a cada sitio vulnerable, a los planes de mitigación de riesgos en centros de trabajo y zonas de defensa, y las fuerzas encargadas de dar protección a la población y a los recursos de la economía mostraron su destreza y habilidades.
En vivo y en directo
«Estamos listos para este tipo de ejercicios pues todos los días los hacemos, aunque no con toda la técnica con que vinimos aquí», manifestó a BOHEMIA, Erick Martínez, un joven de 25 años, jefe de pelotón de Rescate y Salvamento del Cuerpo de Bomberos de Cuba, quien participó junto a otras fuerzas del Ministerio del Interior, de la Cruz Roja cubana y del Servicio Integrado de Urgencias Médicas (SIUM), en un gran simulacro de incendio en lo más alto del hotel Copacabana, en la ciudad de La Habana, una de las mejores formas de foguear a la tropa.
Vivian Rodríguez, trabajadora de esa instalación turística, reconoció lo útil del ejercicio, pues también se adiestraron en la rápida evacuación del personal; la brigada de extinción de incendio del hotel dio la respuesta esperada y los vecinos se movilizaron en apoyo para los primeros auxilios y el traslado de los supuestos lesionados.
Similares entrenamientos se realizaron en sitios diversos del país. En la provincia de Granma, integrantes de la brigada de salvamento de la Cruz Roja, efectuaron operaciones de rescate de personas desde los niveles superiores del edificio de 18 plantas de Bayamo, por si algún día resultase necesario hacerlo en serio.
Prácticas de evacuación de los habitantes de las zonas de riesgo, hacia sitios seguros, la protección de los bienes de la economía y la limpieza de comunidades y poblados, figuraron entre las tareas llevadas a cabo en Pinar del Río, la provincia cubana más azotada por huracanes históricamente.
En el territorio cienfueguero desmontaron molinos de viento, anclaron máquinas de riego de pivote central, y pusieron a buen recaudo equipos agropecuarios, para que quedaran protegidos del azote de los fuertes vientos que acompañan a los huracanes.
En Camagüey, una agrupación de fuerzas integrada por brigadas de la Cruz Roja, Salud Pública, Orden Interior, Servicios Comunales y comandos especializados, participaron en el salvamento de personas sepultadas por escombros tras un supuesto terremoto, con moderna y especializada técnica, incluida la canina. Además, se ejercitaron en el manejo del sistema de alerta temprana ante inundaciones, instalado recientemente en el río Hatibonico.
Desde Guantánamo se conoció que uno de los objetivos del Meteoro 2010 fue pasar revista a las medidas de mitigación de los efectos de la sequía que azota a esa oriental provincia y donde unos 50 mil pobladores reciben agua en pipas.
Más al centro del país, en Ciego de Ávila, se comprobó que en caso de ocurrir algún evento natural de gran envergadura, existen condiciones para proteger a los visitantes de ese importante polo turístico. Allí se clausuró la Jornada Nacional de Prevención contra Incendios, ocasión en que se recordó que Cuba pierde más de 20 millones de pesos por la ocurrencia de siniestros, la mayor parte de los cuales hubieran podido evitarse de no haberse violado medidas tecnológicas preventivas.
Como parte del ejercicio, se conoció además información detallada del director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, Bladimir Moreno, quien explicó detalles sobre el monitoreo de la actividad telúrica en la Isla y la preparación de las estaciones para reportes eficaces.
Del mismo modo se conoció que los modernos radares y estaciones del servicio meteorológico se encuentran listos para la temporada ciclónica que recién comenzó. Etapa que pudiera resultar activa, teniendo en cuenta las altas temperaturas récords del Atlántico, sumadas a un anémico Niño, que este año parece que no piensa oponerse, al menos en nuestra área geográfica, a los huracanes.
Por eso, la prevención sigue siendo la palabra a la que se dirigen todas las miradas. El general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, afirmó en esta primera etapa de Meteoro 2010 que Cuba se prepara en serio para enfrentar situaciones extremas de desastres, independientemente de cuáles sean los pronósticos, y salvaguardar a la población y los bienes de la economía.
Fuente:http://www.bohemia.cu/2010/05/31/nacionales/meteoro-2010.html