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Para que no se olvide la masacre de Deir Yassin, 9 de abril de 1948

Fuentes: Pal Telegraph

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

La primera masacre importante de la guerra de 1948 fue la masacre de Deir Yassin, el 9 de abril de 1948. Se diseñó para sembrar el terror y el pánico entre la población palestina en todas las ciudades y pueblos de Palestina para intimidar a los habitantes y obligarlos a huir con el fin de que sus hogares y sus tierras se pudieran confiscar para uso de los colonos judíos. La táctica de los judíos sionistas era atemorizar a las personas indefensas para que huyeran de sus hogares por el temor de perder sus vidas.

Asesinaron a doscientas cincuenta personas. Mutilaron los cadáveres incluso antes de la muerte. Los criminales les cortaron partes y abrieron los vientres de otros. Asesinaron a bebés en los pechos de sus madres indefensas.

De esas doscientas cincuenta personas a veinticinco mujeres embarazadas les clavaron bayonetas en el vientre. Mutilaron a 52 niños delante de sus madres, después los asesinaron y los decapitaron. Luego asesinaron y mutilaron a las madres. Cerca de sesenta mujeres y niñas fueron asesinadas y mutiladas. Estos son los hechos históricos relacionados con el crimen horrible perpetrado contra la aldea árabe de Deir Yassin.

En la noche del 9 al 10 de abril de 1948, el tranquilo pueblo árabe de Deir Yassin, un suburbio de Jerusalén, fue sorprendido por los altavoces que exhortaban a los habitantes a evacuar el pueblo inmediatamente. Los pobladores despertaron, en un estado de confusión y miedo intentaron averiguar qué estaba pasando y se encontraron rodeados de bandas judías por todas partes. Los judíos aprovecharon el miedo y la desorganización reinantes para matar y mutilar a personas privadas de cualquier oportunidad de defenderse.

Los asesinos no se conformaron con los crímenes que habían cometido en la aldea. Juntaron a las mujeres y las niñas que aún vivían y después de quitarles toda la ropa las subieron a vehículos abiertos, llevándolas desnudas por las calles del barrio judío de Jerusalén, donde fueron sometidas a las burlas e insultos de los espectadores. Muchos tomaron fotografías de esas mujeres.

El crimen de Deir Yassin conmocionó al mundo, que pidió a la Sociedad Internacional de la Cruz Roja que estableciera la verdad. El representante de la Cruz Roja, Jacques Reynier, solicitó permiso a la Agencia Judía para visitar el lugar de la masacre. La concesión de este permiso se retrasó veinticuatro horas, mientras los judíos trataron de borrar las huellas de sus crímenes. Juntaron todo lo que pudieron las partes de los cuerpos mutilados de las víctimas que estaban dispersas, las arrojaron a la cisterna de la aldea y la bloquearon. Hicieron todo lo posible para borrar cualquier rastro visible que los ojos del representante de la Cruz Roja pudieran encontrar. Sin embargo, al visitar el lugar de los hechos, el representante de la Cruz Roja descubrió la cisterna, y encontró ciento cincuenta cuerpos mutilados de niños y mujeres. Sólo pudo expresar su horror, asco y espanto declarando que «la situación era horrible». Además de los cuerpos que había encontrado en la cisterna, el representante de la Cruz Roja descubrió muchos más cadáveres esparcidos por las callejuelas del pueblo y enterrados bajo los escombros de las casas destruidas. Reynier encontró bajo un montón de cadáveres a una niña de seis años gravemente herida, pero todavía no estaba muerta. Retiró a la niña de debajo de los restos humanos y la llevó con él al hospital.

Todo lo que la Agencia Judía (el organismo responsable en ese momento de las actividades de las bandas judías) hizo fue expresar su pesar y condenar el suceso como si hubiera sido completamente ignorante de los hechos.

David Shaltiel, el comandante de Haganá, dio a conocer un comunicado acerca de Deir Yassin el 10 de abril en el que afirmaba:

«Esta mañana, los últimos soldados de Lehi y Etzel salían de Deir Yassin y nuestras fuerzas entraron en la aldea. Nos vimos obligados a tomar el mando de la aldea después de que las fuerzas disidentes (pertenecientes a los grupos paramilitares Irgun y Stern, N. de T) abrieron un nuevo frente enemigo y luego huyeron, dejando a los barrios occidentales de la ciudad abiertos al ataque enemigo. Los grupos disidentes no lanzaron una operación militar…

Podrían haber atacado a las pandillas enemigas en el área de Jerusalén y facilitado las vías de comunicación con Jerusalén. Pero eligieron uno de los tranquilos pueblos de la zona que no estaba conectado desde el principio con ninguno de los ataques de pandillas de ese momento, uno de los pocos pueblos que no permitieron la entrada de las bandas extranjeras.

Durante un día completo permanecieron los soldados de Etzel y Lehi masacrando y sacrificando hombres, mujeres y niños, como una operación programada, un acto premeditado que tenía como intención solamente la masacre y el asesinato. También se llevaron botín y cuando terminaron su trabajo, huyeron….» (6).

El comunicado negó las afirmaciones del Irgun y Stern de que una fuerza del Palmach había participado en el ataque. Enfurecidos por esta declaración, Raanan y Zetler publicaron el texto de la carta que Shaltiel les había enviado previamente aprobando el ataque con antelación. Israel Galili, el comandante de Haganá, preguntó después a Shaltiel acerca de esta carta que Tel Aviv nunca había aprobado. Shaltiel le respondió el 15 de abril:

Me enteré de que estaban preparando una acción contra Deir Yassin. Como yo no quería reunirme con ellos, les envié una carta. Yo habría parado hasta donde fuera posible las operaciones futuras de los disidentes (7).

Dos días después de esta maniobra de la Agencia Judía, el periódico Hamashekev, el órgano del Irgun, respondiendo a la condena de la Agencia Judía de la masacre de Deir Yassin, publicó que el comandante de Haganá (las fuerzas organizadas de la Agencia Judía) era plenamente consciente de antemano de los detalles del plan y había contemplado ya la ocupación de Deir Yassin por los terroristas del Irgun. Mientras tanto Menahem Begin, el jefe de la banda Irgun, admitió el 28 de diciembre de 1950, en una entrevista de prensa en Nueva York, que el incidente de Deir Yassin se había llevado a cabo de conformidad con un acuerdo entre Irgun, la Agencia Judía y Haganá.

Cuatro criminales que participaron en la masacre de Deir Yassin y resultaron gravemente heridos reclamaron una indemnización a las autoridades judías en la Palestina ocupada sobre la base de una decisión del gobierno de compensar a todas las personas que sufrieron heridas durante los combates en Palestina. Las autoridades rechazaron la petición por considerar que el episodio de Deir Yassin no había sido perpetrado por orden de las autoridades judías. Los cuatro culpables plantearon un recurso ante el Tribunal de Distrito de Tel Aviv y dieron la evidencia de que la masacre de Deir Yassin se había llevado a cabo por orden de la Agencia Judía y de acuerdo con Haganá. El Tribunal de Distrito examinó las pruebas presentadas, las consideró genuinas e irrefutables y dictaminó que los demandantes deben ser compensados ​​ por el Estado.

Según los criterios internacionales establecidos para los crímenes de guerra por los tribunales después de la Segunda Guerra Mundial, las bandas de Irgun y los miembros de pandillas Stern, responsables directos de la masacre de Deir Yassin, recibirían condenas a muerte por haber cometido semejantes atrocidades. Los líderes de ambas bandas, incluyendo a Menachem Begin de Irgun y a Yitzhak Shamir de la banda Stern, habrían sido condenados a la pena de muerte por su responsabilidad de mando en la masacre. Por otra parte, los altos comandantes de Haganá, especialmente el Jefe de Estado Mayor Yaacov Dori, el comandante David Shaltiel y autoridad política responsable de la disciplina de las unidades armadas judías, los líderes de la Agencia Judía y su responsable, David Ben Gurion, habrían cargado finalmente con la responsabilidad y habrían sido colgados al igual que sus contrapartes políticas nazis después de la Segunda Guerra Mundial.

Capítulo diez. Ejemplos de masacres cometidas por los sionistas parte 1 de 3, Issa Nakhleh, 1991, Encyclopedia of the Palestine Problem , Intercontinental Books

Fuente: http://prc.org.uk/latest-news/2960-Lest-We-Forget-Deir-Yassin-Massacre,-April-9,-1948.html

rCR