Recomiendo:
0

Las naciones caribeñas diseñan sistemas y estrategias para minimizar efectos del cambio climático.

Planes frente al cambio climático

Fuentes: Noticias aliadas

La recuperación de jardines de coral y repoblación de áreas perjudicadas por la sobrepesca son algunas de las estrategias impulsadas desde hace una década por científicos caribeños para hacer frente al cambio climático. Las islas del Caribe dependen para su subsistencia del ambiente marino que se verá afectado ante el previsto aumento de la intensidad […]

La recuperación de jardines de coral y repoblación de áreas perjudicadas por la sobrepesca son algunas de las estrategias impulsadas desde hace una década por científicos caribeños para hacer frente al cambio climático.

Las islas del Caribe dependen para su subsistencia del ambiente marino que se verá afectado ante el previsto aumento de la intensidad de huracanes y sequías, elevación del nivel del mar y blanqueamiento de corales.

Según el quinto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), publicado en el 2014, «muchas especies de tierra, agua dulce o salada cambiaron sus áreas geográficas, actividades estacionales, patrones de migración, volumen e interacciones entre especies en respuesta al cambio climático», patrones que han sido observados en El Caribe.

El Mecanismo Regional de Pesca del Caribe (CRFM), en el que participan Anguila, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y Turcas y Caicos, se encuentra preparando un Informe Climático, que será publicado a fines de este año y que incluirá estrategias para reducir el impacto del cambio climático en el sector pesquero, clave en la economía de estas naciones.

Entre los aspectos que abordará el documento se encuentran la acidificación de los océanos, eventos climáticos extremos, aumento del nivel y temperatura del mar, y el rol de la sociedad civil en relación a la pesca, turismo y asentamientos humanos.

De acuerdo con el Índice de Planeta Vivo 2016, publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la población de especies marinas ha disminuido en 36% entre el 1970 y el 2012 debido a la sobreexplotación, pérdida y degradación de hábitats marinos.

En el Caribe, comunidades que dependen de la pesca para su sustento y alimentación se encuentran en riesgo debido a la disminución de la captura. De hecho, la economía de muchas naciones caribeñas quedaría devastada de continuar esta tendencia.

Tarea Vida

Cuba, por su parte, aprobó el 25 de abril el Plan de Estado para Enfrentar el Cambio Climático que, a decir de la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, es «una propuesta de cómo avanzar en acciones concretas para contribuir a minimizar los impactos de éste [fenómeno]».

El cambio climático, indicó Pérez, «viene agravando y agravará los problemas ambientales, convirtiéndose en un factor determinante del desarrollo sostenible».

Estudios científicos han ratificado el incremento de la temperatura en la isla, gran variabilidad en la actividad ciclónica, cambio en el régimen de lluvias, aumento de la frecuencia y extensión de las sequías, y subida del nivel del mar de forma acelerada en los últimos cinco años.

La preservación de la vida de las personas, la seguridad alimentaria y el desarrollo del turismo han sido aspectos considerados en el plan -conocido como Tarea Vida- para priorizar tres zonas geográficas vulnerables, a la vez que incluye medidas para «contrarrestar las afectaciones» en dichas zonas, tales como «no permitir la construcción de nuevas viviendas en asentamientos costeros y reducir las áreas de cultivos próximas a las costas o dañadas por la intrusión marina a los acuíferos subterráneos», precisó Pérez.

Los mayores peligros los constituyen las inundaciones costeras por la sobreelevación del mar y el oleaje a consecuencia de los huracanes, frentes fríos y otros eventos meteorológicos extremos por sus efectos sobre el patrimonio natural y la infraestructura.

Entre las 11 tareas dispuestas por Tarea Vida figuran la disponibilidad y el uso eficiente del agua para enfrentar a la sequía; dirigir la reforestación hacia la máxima protección de suelos y las aguas; detener el deterioro de los arrecifes de coral, rehabilitarlos y conservarlos; e implementar programas, planes y proyectos vinculados a la energía renovable, la eficiencia energética, la seguridad alimentaria, la salud y el turismo.

Fuente: http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=7416