Tribunal Latinoamericano del Agua tratará 6 casos ocurridos en México en los que hubo daños ambientales y afectaciones a la población, como el de las indígenas mazahuas y la contaminación del río Coatzacoalcos, entre otros. Por primera vez el Tribunal Latinoamericano de Agua hará una audiencia pública en México para tratar seis casos en los […]
Tribunal Latinoamericano del Agua tratará 6 casos ocurridos en México en los que hubo daños ambientales y afectaciones a la población, como el de las indígenas mazahuas y la contaminación del río Coatzacoalcos, entre otros.
Por primera vez el Tribunal Latinoamericano de Agua hará una audiencia pública en México para tratar seis casos en los que hubo daños ambientales y afectaciones a la población, como el de las indígenas mazahuas y la contaminación del río Coatzacoalcos.
En conferencia de prensa, Javier Bogantes, director del tribunal, dijo que se seleccionaron seis, en lugar de tres, de los 14 casos que se presentaron en México, debido a su importancia, y el tribunal sesionará del 13 al 20 de marzo. Precisó que el problema con el líquido en la región tiene que ver con la crisis de sustentabilidad, ya que se trata sólo 14 por ciento de las aguas residuales.
Por su parte, Silke Helfrich, directora en México de la Fundación Heinrich Böll, sostuvo que si se aplicara la justicia ambiental en los países, el tribunal, que es de carácter ético, no tendría razón de ser. «El tribunal surge por la ineficacia de los sistemas de justicia de América Latina».
Aseveró que ante la realización del cuarto Foro Mundial del Agua en la ciudad de México, y el proceso electoral que se avecina, el tema de la crisis del agua puede colocarse en la agenda nacional. Las resoluciones del tribunal no son vinculantes, dado su carácter ético, pero los gobiernos pueden tomar en cuenta sus acuerdos.
Bogantes agregó que no existe ninguna instancia internacional que abogue por un medio ambiente sano, ya que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido pocos pronunciamientos al respecto, y ahora el tribunal, con sede en Costa Rica, ha trascendido a América Central, para abordar ahora temas de toda América Latina.
Los principales afectados con la crisis de agua son los sectores de bajos recursos, ya que son los que padecen la escasez y la carestía del líquido, pese a que en América Latina se encuentra 46 por ciento del agua dulce disponible en el mundo.
Puntualizó que el estrés hídrico, derivado de una mala planeación industrial y agrícola, es uno de los principales problemas de la zona; México ocupa el tercer lugar, después de Perú y El Salvador. Consideró que si no se soluciona el bajo tratamiento de aguas residuales, no se puede pensar en acabar con la crisis del agua.
Los problemas del agua no son comprendidos, y por ello los gobiernos buscan solucionarlos con la privatización, «pero no se ataca la causa sino que se entregan los sistemas de almacenamiento a las grandes trasnacionales».
Entre los casos que fueron presentados al tribunal por organizaciones ambientalistas y comunidades afectadas y cuya resolución se dará a conocer el 20 de marzo, están el proyecto hidroeléctrico La Parota, que fue presentado por el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la obra, ya que alegan que implicaría inundar 17 mil 300 hectáreas con una cortina de 192 metros. Los denunciados son la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Agraria.
Asimismo, está el derrame petrolero en el río y playa de Coatzacoalcos, Veracruz, que afectó a 15 mil habitantes de Nanchital y por ello se demanda a Pemex; la contaminación de la bahía de Zihuatanejo, atribuida a descargas orgánicas y al complejo turístico; la contaminación industrial en el río Atoyac, por las descargas de la industria textilera; el trasvase del sistema Cutzamala en el estado de México, denunciado por el Movimiento Mazahua, y el deterioro de las cuencas Lerma-Chapala-Santiago.