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Por qué es necesaria la III República

Fuentes: Rebelión

«Era un hermoso día de sol. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros llegaba, al fin, la segunda y gloriosa República Española. (…) La República había venido por sus cabales, de un modo perfecto, como resultado de unas elecciones. Todo un régimen caía sin sangre, para asombro del […]

«Era un hermoso día de sol. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros llegaba, al fin, la segunda y gloriosa República Española. (…)

La República había venido por sus cabales, de un modo perfecto, como resultado de unas elecciones. Todo un régimen caía sin sangre, para asombro del mundo».

Antonio Machado, Recuerdos. El 14 de Abril de 1931 en Segovia

El día 14 de abril de 1931 el pueblo español trajo democrática y pacíficamente la II República. Un grupo de militares facciosos al servicio de la oligarquía financiera y terrateniente provocó un baño de sangre y, con la ayuda decisiva del líder nazi Adolf Hitler (aportó la élite de la aviación militar, armamento y técnicos), del líder fascista Benito Mussolini (con 70.000 soldados, aviones y armamento diverso) 1 y de cerca de 100.000 moros mercenarios, aplastó la joven democracia instaurando una cruel dictadura dirigida por Franco que duró 40 años.

La Transición creó el espejismo de recuperar la democracia sin romper con el pasado. Pero, víctimas del expolio de la riqueza nacional llevado a cabo desde entonces en beneficio de una élite económica y sufriendo en sus carnes la corrupción general de un sistema político basado en el bipartidismo, las clases subalternas ─ desde los agricultores, ganaderos y trabajadores de la industria, de los servicios y del campo hasta los comerciantes y pequeños empresarios, pasando por los los funcionarios de las distintas administraciones, los profesionales liberales y los autónomos ─ no pueden confiar ya en las palabras vacías de un monarca que representa la clave de bóveda de los intereses de la oligarquía.

El juancarlismo, llegado al poder no por la voluntad popular sino por el dedo del dictador Franco y apoyado con fervor por una casta política parasitaria, ha servido de escudo protector de los intereses de las clases dominantes nacionales y del gran capital extranjero.

Tampoco podemos prestar atención en estos momentos de crisis a las vanas promesas de futuro y a las lágrimas de cocodrilo de tantos políticos venales que han dominado la escena pública durante más de 30 años protegiendo el hermetismo del palacio de La Zarzuela y encubriendo los excesos de la corte y «los desmanes del rey varado» 2 para terminar arrodillándose ante el poder económico nacional y transnacional.

Por eso, defender ahora, en abril de 2013, la República como el mejor régimen político para España no es, como pretenden algunos serviles, «una conspiración comunista», ni «una utopia anarquista», ni «un sueño ilustrado» sino una necesidad histórica.

La III República es necesaria, entre otras razones,

─ Porque la monarquía juancarlista está agotada y no puede ofrecer ya sino más pobreza, más injusticia y más corrupción.

─ Porque el régimen actual es incapaz por su propia naturaleza de ofrecer una vida digna a los millones de trabajadores que están en el paro, a los miles de ciudadanos que son desahuciados por los mismos bancos que han sido rescatados con miles de millones de euros procedentes de fondos públicos, a los jóvenes que trabajan con sueldos basura o que se ven obligados a emigrar para poder vivir, a los jubilados que sobreviven a duras penas con pensiones de miseria.

─ Porque los derechos sociales recogidos en la Constitución se han convertido desde el principio en papel mojado. Así, por ejemplo, el derecho al trabajo (art. 35) y el derecho a una vivienda digna (art. 47). Es un sarcasmo que en ella se afirme que «los poderes públicos realizarán una política orientada al pleno empleo» (art. 40) y que impedirán la especulación del suelo (art. 47).

─ Porque sólo la República traerá consigo una verdadera ruptura con el régimen de Franco.La Transición encarna el siniestro continuismo del «atado y bien atado» mediante su heredero el rey Borbón y bajo la forma edulcorada de un parlamentarismo de cartón piedra. Como la II República rompió con el caciquismo de la Restauracion, así la nueva República deberá romper con el franquismo encubierto de la Transición.

─ Porque un Estado laico, respetuoso con las creencias y defensor insobornable de la hegemonía del poder civil, es un fruto maduro del espíritu republicano, no de un trasnochado ideario monárquico. Cuando contemplamos día a día el deterioro creciente de lo público en beneficio de una casta privilegiada, hay que afirmar con toda claridad que únicamente la III República podrá garantizar en el futuro una educación y una sanidad públicas y de calidad.

─ Porque resulta intolerable que gozando el rey y su familia de una importante partida anual en los presupuestos generales del Estado (partida nunca desglosada), más las nunca conocidas aportaciones a su seguridad y bienestar por parte de diversos ministerios, y disfrutando además del uso de diversos palacios de titularidad pública, Juan Carlos de Borbón se haya convertido en el primer comisionista del reino desde que gracias a Franco comenzó a cobrar del petróleo importado de Arabia Saudí 3 hasta que ya en el trono amplió esa lucrativa actividad con unos espectaculares ingresos que lo han convertido de manera casi milagrosa en una de las grandes fortunas europeas.

─ Porque es indigno que un régimen como el actual permita que sigan enterrados como perros en las cunetas miles de republicanos después de más de 70 años de terminada la guerra de España y no sólo no haya reparado a las víctimas sino que ni siquiera se ha atrevido a declarar ilegales e ilegítimos los consejos de guerra del franquismo que condenaron a penas de muerte o de cárcel a decenas de miles de españoles por sus ideas democráticas.

─ Porque la política exterior del Estado durante el juancarlismo se ha distinguido por el sometimiento a los intereses de Estados Unidos, primero con el abandono del Sahara siguiendo las órdenes de Washington, después con el apoyo explícito del rey al ingreso en la OTAN y más tarde con la abierta colaboración en las guerras imperialistas de agresión contra Iraq, Afganistán y Libia. Los documentos de Wikileaks que acaba de difundir el diario Público confirman «que el heredero del dictador se convirtió en aquel momento crucial de la historia de España [el final del franquismo] en el mejor informador de EEUU»  4 . Añadamos a lo anterior el insolente ataque verbal al digno presidente de Venezuela, Hugo Chávez, su estrecha relación política y comercial con las petromonarquías y los especiales lazos con «sus hermanos» los sátrapas reyes de Marruecos y de Arabia Saudí.

─ Porque las tensiones provocadas por los nacionalismos catalán y vasco no encuentran solución en el actual Estado de las autonomías. Sólo una República federal que respete la voluntad de ambos pueblos y ofrezca una cálida acogida a sus reivindicaciones seculares en un nuevo marco constitucional podrá abrir una esperanzadora etapa de convivencia en la vieja piel de toro.

─ Porque España es el único país del Sur de Europa que no es republicano y que mantiene aun el anacronismo de la monarquía. Francia liquidó la dinastía borbónica a finales del siglo XVIII. Portugal instauró la República en 1910. Italia, al término del fascismo, y Grecia, al final de la dictadura de los coroneles amparada por el rey Constantino (hermano de la reina Sofía), realizaron un referendum sobre la forma de Estado que concluyó con el rechazo popular en ambos casos a las monarquías reaccionarias.

Estoy seguro de que mis lectores añadirán por su parte nuevas y poderosas razones a las que yo he apuntado. Para pasar del pensamiento a la acción, animo a todos, viejos y jóvenes, hombres y mujeres amantes de la libertad ─ desde una pluralidad ideológica y una diversidad social y política─ a participar el próximo día 14 de abril en las manifestaciones a favor de la República que recorrerán de forma masiva y pacífica nuestras calles y plazas.

Notas:

1 Hasta un poeta lírico de la talla de Juan Ramón Jiménez advirtió pronto ese hecho decisivo en el curso de la guerra: «Y este frenesí entusiasta, esta violenta unión con la verdad, habrían decidido desde el primer momento el triunfo justo del pueblo, si la rebelión militar no hubiese sido amparada por codiciosos poderes extraños».

2 «No pondrá [Felipe González] inconveniente alguno en que el rey y su familia disfruten de cuantas vacaciones apetezcan; en que utlicen aviones DC-8, Mysters, helicópteros y los medios más confortables para sus traslados; en que aparezcan practicando los más caros deportes y visitando con carácter turístico los lugares más selectos…»: Informe entregado al rey por el PSOE al llegar al gobierno en 1982, citado por Miguel Ángel Mellado, El Mundo, 7 de abril de 2013, suplemento Crónica, p. 7. La gráfica expresión anterior es de MAM.

3 Así lo da a conocer uno de los cronistas cortesanos mejor informados, Jaime Peñafiel: http://www.republica.com/2013/04/01/los-dineros-del-rey-y-la-herencia-de-su-padre_632609/

4 http://www.publico.es/internacional/452776/juan-carlos-se-hizo-confidente-de-la-casa-blanca-y-se-convirtio-en-su-gran-apuesta-para-controlar-espana. Las negritas son de este diario.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.