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Reseña de Ser de izquierdas es ser el último de la fila (y saberlo), de Gabriel Rufián

Portada, solapa interior, contraportada y dedicatoria

Fuentes: Rebelión

Lo dejó en mi mesa de estudio mi compañera, Inés Armando Zetkin, con una nota: «Reflexiones de la ‘izquierda ceñera’ y ‘molt republicana’ Ja, ja y ja». No entendí de entrada las comillas ni el «ja» repetido; más tarde, tras la lectura, caí en la cuenta. Gabriel Rufián, el diputado de ERC, que seguirá siendo […]

Lo dejó en mi mesa de estudio mi compañera, Inés Armando Zetkin, con una nota: «Reflexiones de la ‘izquierda ceñera’ y ‘molt republicana’ Ja, ja y ja». No entendí de entrada las comillas ni el «ja» repetido; más tarde, tras la lectura, caí en la cuenta.

Gabriel Rufián, el diputado de ERC, que seguirá siendo diputado de esta formación nacional-secesionista en el Congreso, ha publicado un curioso libro -con versiones en catalán y castellano (no se indica traductor)- en los Libros de la Catarata, un material (digámoslo así sin ningún sentido peyorativo) que, en mi opinión, debería merecer la atención de las lectoras (y lectores) más allá de acuerdos o desacuerdos (Mi caso y creo que también el de Inés. Ella siempre ha sido muy leninista, muy del «análisis concreto de la situación (o libro) concreta».

El índice se divide en dos partes. Primera: «Ser de izquierdas hoy». Segunda: «Correspondencia». La primera incorpora el prólogo y el epílogo de Oriol Junqueras y Joan Tardà. Los apartados: 1. ¿Qué es la izquierda? 2. Razón. El alma de la izquierda. 3. Dolor. Conciencia y transformación. 4. Medios de comunicación, twittter y posverdad. 5. Ser valiente para reconocerse. La segunda parte -cartas a Junqueras, Marta, Pablo Echenique…- contiene artículos del autor publicados originariamente en Eldiario.es, El Periódico y en su página web.

El diseño de la cubierta sorprende por la inclusión de la fotografía del propio Rufián (¡no es muy normal, más bien lo contrario!), por ese «¿Qué es ser de izquierdas (hoy)?» que no se sabe muy bien a cuento de qué está incorporado y destacado, y por la inclusión, en la propia portada, de una cita-reflexión del propio autor. La siguiente:

Frente a un poder que viaja rápida y confortablemente en avión, la izquierda siempre lo ha hecho caminando tras un arado. En avión se llega descansado, pero su rastro en el cielo es perecedero y no cambia nada. El arado tarda y cansa, pero su surco remueve la tierra para cambiarlo todo.  

Está claro que el surco del arado (que no sé si Gabriel rufián ha manejado alguna vez siendo tan joven; una sí, de pequeña, en el pueblo toledano de mis padres) remueve la tierra pero no cambia todo como es evidente (cansa, eso sí, menos ahora con la mecanización). Curiosa reflexión, además, porque el autor es de los que suelen viajar en avión o en AVE en sus usuales viajes a Madrid y no suele ir tras ningún arado. Por otra parte, el avión sí que deja un rastro no perecedero : contamina como pocos medios de locomoción. La izquierda, admitámoslo, no siempre ha caminado tras un arado; de hecho, no siempre ha comprendido bien el mundo campesino. Eliseo Bayo habló de ello hace muchos años en nuestro país.

Extraña poderosamente el título del libro: «Ser de izquierdas es ser el último de la fila (y saberlo)». ¿Tiene algo que ver con la praxis del autor? ¿Con las prácticas reales, no con las publicitadas, de ERC? ¿Últimos de la fila? ¿De qué fila? ¿Ese «ser» incluye también el «querer ser»? ¿Qué saben Gabriel Rufián y ERC de los últimos de la fila, incluso de «El último de la fila» que no parece de los suyos?

En la solapa del libro se nos da el siguiente currículum del autor:

Gabriel rufián es diplomado en Relaciones Laborales y máster en Dirección de Recursos Humanos por la UPF. Pertenece a la plataforma Súmate creada en 2013. Activista social, defiende el derecho de autodeterminación de Catalunya. Desde 2016 es diputado por Barcelona del Grupo de ERC en el Congreso de Diputados. 

Aparte de esa «Catalunya» escrita innecesariamente en catalán (los nacionalistas catalanes suelen escribir Espanya, no España, cuando escriben en catalán sin ningún problema de conciencia), conviene añadir (respetuosamente) alguna aclaración sobre este currículum:

1. Es evidente que todo el mundo puede estudiar los másteres que considere oportunos, pero no parece que un máster en «Recursos Humanos» (uno de los insultos categoriales de la jerga economicista más directos contra las clases trabajadoras, como si éstas fueran equiparables a los «Recursos energéticos» o financieros por ejemplo) de la UPF sea un signo distintivo de izquierdas.

2. Lo de activista social habría que verlo porque no se conoce muchas actividades sociales de Gabriel rufián en su ciudad natal, en Santa Coloma de Gramenet. Mi compañera ha trabajado allí 35 años y, salvo error por su parte, nunca compartió con él lucha social alguna, sobre todo las de carácter obrero y feminista. Puede estar equivocada aunque no suele hablar por hablar.

3. Gabriel Rufián defiende, propiamente, el derecho de autodeterminación de Cataluña (¿defiende el del Sahara, por ejemplo? ¿Y el de Palestina?). Ha defendido durante años el engañoso, manipulador, «líquido» como dicen algunos, indefinido y polisémico «dret a decidir» (si bien ahora él y su formación hablan a las claras de «derecho de autodeterminación» sin explicar claramente el fundamento de ese derecho y su justificada aplicación en el caso de Cataluña).

4. Entre las hazañas de su activismo, cabe recordar aquel (nefasto) tuit de finales de octubre de 2017, cuando las dudas de Puigdemont sobre la proclamación del Estado catalán independiente, el mensaje de las 155 monedas de plata, el que acusaba al entonces presidente de la Generalitat del botifler.

5. Gabriel rufián, por otra parte, no defiende en realidad el derecho de autodeterminación (simple medio para un fin) sino, sobre todo, la secesión de Cataluña (su máxima finalidad y la de ERC).

6. Su designación y ubicación como candidato a diputado fue una jugada (parcialmente exitosa) de ERC para intentar atraer el voto popular del extrarradio castellanoparlante. ERC, con la presencia de Gabriel rufián destacada en la listas, jugaba a ese horizonte: no somos un partido que excluya a los recién llegados, a «los catalanes» de las generaciones llegadas a Cataluña desde otros territorios del «Estado español» (no suelen hablar de España). Prueba de ello: Gabriel rufián candidato destacado.

7. «Súmate» (creo que ya no existe o está en estado de hibernación) fue una organización creada por el nacional-secesionismo para influir (otra de sus estrategias) en sectores populares castellanohablantes. Les contaron, con perdón, milongas y más milongas. Vivirían mejor en una Cataluña independiente porque España nos robaba. Los orígenes de cada uno no tenían importancia, convenía olvidarlos. Algunos de los cuadros (siempre atentos a las «oportunidades») de la organización (bien dotada y cuidada) tuvieron premio. Gabriel Rufián y Antonio Baños son dos de los premiados por esta lotería nacionalista. 

Comento la contraportada cuando los sumerjamos en los contenidos del libro.

Apunte final de esta primera entrega: Gabriel rufián abre su libro con una cita del Subcomandante Marcos, ¡nada menos! ¿Qué tendrán que ver, se pregunta una, los ideales y valores (internacionalistas, insurgentes, abiertamente socialistas) del movimiento zapatista con las finalidades, estrategias, alianzas, prácticas de gobierno y programas de ERC? La cita es la siguiente: «Para todos todo, para nosotros nada». ¡Para nosotros/as nada! ¡Para todas y todos todo! ¿La práctica de ERC, la praxis de Gabriel Rufián, las reales, coinciden con esa reflexión del subcomandante? ¿Para todos todo? ¡Pero si no incluyen en sus finalidades a la gran mayoría de los ciudadanos españoles! ¿Qué «todos» abarca ese todos?

A la cita anterior, le acompaña el conocido poema de Rudyard Kipling «If» (que no nombra). A una, que conoce poco la obra de Kipling pero que recuerda las críticas de Edward Said sobre Kim en Cultura e Imperialismo, le parece que algunos de los versos del poema no concilian bien con la nota del subcomandante: «[…] Si puedes apilar todas tus ganancias/ y arriesgarlas a una sola jugada/ y perder y empezar de nuevo desde el principio/ y nunca decir una sola palabra sobre tu pérdida/… Si puedes hablar a la masa y conservar tu virtud/ O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común/…/ Si todos pueden contar contigo pero ninguno demasiado/…/ Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella/ y -lo que es más-: ¡serás un hombre, hijo mío!». ¿Se puede apostar por la cita del subcomandante y por «If» a la vez y sin contradicción? 

Veamos la presentación de don Oriol (Junqueras, por supuesto) en la próxima entrega. Su título: «Izquierda y republicana».

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.