Luis Posada Carriles es un anticastrista ex agente de la CIA implicado en múltiples acciones terroristas contra Cuba, la más espectacular la voladura de una avión civil causando la muerte de 73 personas. Además, varios atentados con bombas en diferentes centros turísticos de La Habana con el balance de un turista italiano muerto. Durante décadas […]
Luis Posada Carriles es un anticastrista ex agente de la CIA implicado en múltiples acciones terroristas contra Cuba, la más espectacular la voladura de una avión civil causando la muerte de 73 personas. Además, varios atentados con bombas en diferentes centros turísticos de La Habana con el balance de un turista italiano muerto. Durante décadas se encontraba huido de la justicia de diferentes países, pero protegido por Estados Unidos, donde entraba y salía con facilidad mediante documentación falsa que nunca era detectada en los controles aduaneros. En marzo anunció que se encontraba ilegalmente dentro de Estados Unidos y pedía asilo como reconocimiento a su labor como agente de la CIA. Tras una campaña internacional del gobierno cubano, las autoridades norteamericanas se han visto obligadas ha encarcelarlo, si bien con la única acusación de entrada ilegal en el país.
«Los Cinco», como se les denomina en Cuba, son cinco cubanos, agentes del gobierno de la Isla, que se habían infiltrado en grupos anticastristas de Miami con el objetivo de poder detectar los plantes para ejecutar atentados terroristas contra Cuba. La información que recogieron la transmitieron al gobierno cubano y éste se la entregó personalmente a altos cargos del FBI para que interviniera. La respuesta de la agencia federal fue acusar a los cinco cubanos de espionaje y encarcelarlos en 1998 donde cumplen penas que van desde los quince años de prisión a cadena perpetua a pesar de que la Corte de Apelaciones de Atlanta ha declarado nulos los juicios.
Si observamos bien, hay algunas similitudes entre los Cinco y Posada Carriles. Todos ellos son de origen cubano, han sido ex agentes de servicios de inteligencia y, también todos, están en prisiones norteamericanas.
Veamos ahora las diferencias. Todos son ex agentes, pero uno del gobierno de Estados Unidos y otros del gobierno de Cuba. El primero ha reconocido cuáles eran sus actividades/funciones para la CIA, también reveladas en documentos secretos desclasificados: poner bombas en centros turísticos, atentar contra diplomáticos cubanos en el extranjero, asesinar al presidente cubano y, por supuesto, explosionar el avión civil en pleno vuelo provocando la muerte de todos sus ocupantes. En cambio, los agentes cubanos, los cinco, tenían como función infiltrarse en los grupos anticastristas para conocer sus planes terroristas, información que, como hemos dicho, se puso a disposición del FBI primero y de la prensa norteamericana después. Por tanto, ya tenemos dos perfiles de encargos muy diferentes para los agentes de inteligencia, según trabajen para Estados Unidos o para Cuba.
Como resultado de todo eso, podemos observar la actitud de ambos gobiernos respecto a sus agentes encarcelados. El gobierno cubano está muy orgulloso de sus funcionarios, no reniega de ellos, los apoya y pide con todas sus fuerzas la libertad, más ahora que no existe ninguna sentencia por la que tengan que continuar en prisión. El gobierno norteamericano calla ante la presencia de Posada Carriles, sólo los informes desclasificados muestran y confirman que trabajó para ellos y cobró de los fondos reservados de la administración norteamericana por esos «trabajos».
En cuanto a la ciudadanía, algo parecido. El pueblo cubano es un clamor pidiendo la vuelta de los Cinco, son considerados héroes, su imagen no solo está en multitud de centros públicos, fotografías del quinteto pidiendo su libertad aparecen en casas particulares, coches privados y fachadas de las viviendas. Sus familias son queridas y reverenciadas por todo un pueblo. Si ahora echamos la vista a Estados Unidos, ni siquiera los medios anticastristas se atreven a reivindicar a Posada Carriles, ni ellos se atreven a justificar sus actos terroristas.
Quizás por todo eso, el gobierno de Estados Unidos pretende mantener en prisión de por vida a los Cinco y a Posada Carriles enjuiciarlo por la ausencia de un sello de entrada en su pasaporte.