¿Lo esperable? Lo esperable. La norma conservadora de siempre rige: al adversario-enemigo ni agua. Al fango con él. Ni oxígeno. A pesar del informe de los letrados del Congreso, a pesar de los antecedentes de otras legislaturas, a pesar del estupor del propio presidente del Congreso, la mesa del Parlamento ha negado a ERC, EH […]
¿Lo esperable? Lo esperable. La norma conservadora de siempre rige: al adversario-enemigo ni agua. Al fango con él. Ni oxígeno.
A pesar del informe de los letrados del Congreso, a pesar de los antecedentes de otras legislaturas, a pesar del estupor del propio presidente del Congreso, la mesa del Parlamento ha negado a ERC, EH Bildu y a IU la formación (provisional) de un grupo parlamentario.
Es evidente, además, dónde se ubica realmente el poder de la mesa del Parlamento: el dueto tiene nombre PPC’s y, usualmente, no cantarán desafinando.
Han llegado a hablar incluso de fraude de ley, dicho eso, además, por diputados del PP. ¡El PP hablando de fraude de ley! ¡No es comedia, no es ficción, es realismo sucio!
Pero hay que seguir, hay que intentarlo de nuevo, no hay que rendirse. Hay que buscar otras estrategias.
Existen aliados potenciales.
¿Podría Podemos actuar de forma similar si IU-UP intentara, por ejemplo, un acuerdo con Compromís? No, en absoluto, no puede ser. Y lo que no puede ser, no es ni siquiera concebible. No son esas, el ahogo y el empujón hacia la cuneta, las nuevas formas de hacer política. Y más teniendo en cuenta que en el grupo parlamentario de Podemos tres de sus miembros (uno de ellos de EUiA, el séptimo de la candidatura de Barcelona) son militantes de organizaciones hermanadas con IU.
Es imposible, reiteramos, una actuación de este tipo que lleve la firma de Podemos.
Además, eso que no será porque no puede ser provocaría la protesta masiva de activistas, militantes, círculos, diputados y, especialmente, de intelectuales próximos a Podemos que verían en ello una actuación prepotente e injusta. De chulería y sectarismo inadmisibles para hablar más claro si cabe.
Así, pues, no todo está perdido.
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