Estamos ante un caso excepcional de encubrimiento de un nombre que responde a un militar franquista que murió en el frente de Asturias, oculto tras el nombre del padre, un reconocido oftalmólogo coruñés.
Claro que el título de este artículo no es una adivinanza. ¿Por qué lleva ese nombre el colegio? Ana Lorenzo escribía un artículo en estas páginas hace seis años, que titulaba ¿Quién era Jerónimo Sal Lence?: «Estudió Medicina en Santiago y en 1904 ingresó por oposición en el Cuerpo de la Sanidad Militar, donde estaría hasta el año 1928, cuando pasó a la reserva. […] Seguidor del Partido Galeguista, colaboró con la Real Academia Galega». En mi libro Os restos do franquismo en Galiza, ya explico que este oftalmólogo, nacido en 1883 y fallecido en 1960, no es quién da nombre al colegio.
Jerónimo Sal Lence Otero Ferreiro tuvo un hijo, Jerónimo Sal-Lence Hervada, que era teniente de Sanidad Militar y murió el 27 de octubre de 1936 en un accidente aéreo en Asturias, combatiendo en el ejército de Franco. La esquela que se publicó con motivo del cuarto aniversario de la muerte de Sal-Lence Hervada daba datos sobre su militancia en Falange Española: «Camisa Vieja de F.E.T.»
La Comisión Permanente Municipal de 31 de diciembre de 1937 tiene conocimiento de un escrito de Jerónimo Sal Lence ofreciendo la donación de «tres casas o chalets agrupados, como igualmente la mitad de los solares que forman parte de dicha finca, por sí todo ello quisiera destinarlo a algún fin benéfico-social». El Pleno extraordinario de 9 de junio de 1938 acepta la donación del doctor Jerónimo Sal Lence y acuerda que el Grupo Escolar «llevará el nombre del finado hijo del generoso donante, caído por Dios y por la Patria en la actual Cruzada salvadora de España».
Queda claro que el nombre del colegio, cuando se inaugura en 1940, hace referencia a Jerónimo Sal-Lence Hervada. En los años 80 la Asociación Vecinal de los Castros reivindicaba la construcción de un nuevo colegio en el mismo solar, creándose el actual CEIP Sal Lence, que conserva el nombre y la localización del original.
Considero que, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y con el mismo argumento que se cambió el nombre del CEIP Montel Touzet («tres caídos en los frentes de batalla en defensa de Dios y de la Patria»), debería cambiarse también el nombre del CEIP Sal Lence.
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