Por qué es importante La presente iniciativa ha sido promovida y gestionada por PAC (Protección de Animales de la Ciudad), Grupo de Trabajo que reúne a todas las personas que aman a los animales y desean ayudar al bienestar de los mismos, así como a frenar el maltrato hacia ellos. Radicamos en La Habana, Cuba. […]
Por qué es importante
La presente iniciativa ha sido promovida y gestionada por PAC (Protección de Animales de la Ciudad), Grupo de Trabajo que reúne a todas las personas que aman a los animales y desean ayudar al bienestar de los mismos, así como a frenar el maltrato hacia ellos. Radicamos en La Habana, Cuba.
Estimulados por el proceso de actualización y renovación promovido por el Estado y el Gobierno cubanos a partir de los Lineamientos del PCC, y apoyados en los artículos 27 y 88 (inciso g) de la Constitución de la República de Cuba, los aquí firmantes solicitamos a la Asamblea Nacional del Poder Popular la promulgación de una Ley para la Protección de los Animales. Algunos de los muchos argumentos que la justifican son los siguientes:
- Actualmente se cometen, impunemente, cuantiosos actos de crueldad y abuso con los animales. Estos actos son expresión del patrón de anti-valores que se está instaurando poco a poco en la sociedad cubana, y que constituye la antesala de la contracultura del crimen y la violencia.
- El maltrato y la crueldad hacia las criaturas indefensas o más débiles (llámese niños, mujeres, animales) no solo provocan sufrimiento, dolor y hasta muerte a las víctimas, sino que degradan a quienes los ejercen y a quienes los contemplan con indiferencia.
- La violencia es una sola, no importa el contexto donde se realice. Si goza de impunidad, toma fuerza y se implanta de manera definitiva como modelo de comportamiento individual y social. La ausencia de normas puede retrotraer al hombre a la barbarie.
- La salud y el bienestar de una sociedad pasan inevitablemente por la relación armoniosa y respetuosa de sus integrantes con todas las formas de existencia.
- Diferentes disciplinas científicas han probado, de manera irrefutable, que los animales son criaturas sintientes, inteligentes, y que tienen lenguaje y conciencia. ¿Qué más hace falta para reconocerles su derecho taxativo a la vida y el respeto? El hombre no creó la fauna ni la naturaleza, ¿qué facultad le cabe, pues, para maltratarlos y destruirlos?
- El mundo de hoy clama por una ecología responsable, individual, profunda, inclusiva e integral, que tenga en cuenta no sólo al hombre y su conciencia, sino a todos los seres vivos que con él conviven, y más aún, a los que habitan en su entorno y bajo su tutela.
- Nuestro Estado y Gobierno trabajan sin tregua por la educación ecológica de la sociedad y por la protección del medio ambiente, pero todavía les queda mucho por hacer en el ámbito de la ecología doméstica, personal y urbana. La promulgación de una Ley de Protección de los Animales colocaría a Cuba a la par de los países más desarrollados del mundo y también de sus hermanos latinoamericanos, tan identificados con la cultura del Buen Vivir.
Muchas más razones podrían añadirse para justificar esta petitoria, pero preferimos adjuntarlas en legajo aparte. El hecho de que Cuba haya sido promotora de la Carta de la Tierra (a través de las BTJ) y sea signataria de la Declaración Universal de Bienestar Animal promovida por la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales (siglas en inglés: WSPA), son prueba más que fehaciente de la disposición y voluntad de nuestro Estado, Gobierno y sociedad por trabajar en este sentido. «Donde la naturaleza tiene flores, el cerebro las tiene también» [José Martí].
Antes de terminar, nos gustaría sugerir algunos de los elementos que no deberían faltar en la Ley:
- La Ley no debe ser únicamente punitiva sino también (y sobre todo) preventiva, formativa, educativa, gestora de políticas humanitarias y promotora de valores y actitudes éticas, bio y eco-céntricas, para lo cual debería abarcar, en sus regulaciones, todos los ámbitos de la vida cubana, desde la educación escolar hasta la defensa civil, pasando por los medios de comunicación masiva.
- La Ley debe tener un apartado que defina los Derechos de los Animales, los cuales deben protegerse y garantizarse por las vías jurídica y penal, al igual que los derechos ciudadanos. La definición de estos derechos en una ley cubana debería inspirarse en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, en la Declaración Universal de Bienestar Animal y en la Carta de la Tierra, pero también podría inspirarse en las leyes protectoras de otros países de la región, como Venezuela y Bolivia. Los derechos fundamentales de los animales serían, en todo caso, el derecho a la vida, a la seguridad, al bienestar y a vivir libres de sufrimiento, tortura y esclavitud.
- La Ley debe considerar el maltrato y la crueldad hacia los animales como delitos y, en consecuencia, establecer las disposiciones penales correspondientes.
- La Ley debe emanar del concepto de que cualquier forma de violencia ejercida contra un ser vivo como, por ejemplo, los combates entre animales promovidos por personas, no califican como tradiciones ni como elementos de la cultura y la identidad nacionales, dignos de ser preservados, sino que debe conceptuarlos como lo que en realidad son: trazas de barbarie que deberían erradicarse de una vez, no sólo mediante sanciones sino también a través de la educación y la cultura. Lo primero que la Ley debería prohibir son las peleas de perros, de gallos, y de cualquier otro animal.
- La Ley debe proscribir y penar cualquier clase de espectáculo, público o privado, donde algún animal resulte dañado o denigrado.
- La Ley debería ser redactada por (o debería recoger los criterios de) una comisión multidisciplinaria que incluyera, entre otros, a médicos, psicólogos, sociólogos, biólogos, profesores, estudiantes, ambientalistas, intelectuales, artistas, a los grupos protectores de animales que existen en Cuba, así como a otras organizaciones ecologistas y de índole afín.
La presente iniciativa ha sido promovida y gestionada por PAC (Protección de Animales de la Ciudad), Grupo de Trabajo que reúne a todas las personas que aman a los animales y desean ayudar al bienestar de los mismos, así como frenan el maltrato hacia ellos.
Sin otro asunto y confiando en que nuestra petición será atendida como merece, le saludan, respetuosa y afablemente, los aquí firmantes.
(Tomado de avaaz.org)