A través de sus poderosos medios de comunicación, la reacción mundial siempre ha tratado de hacer ver a sus cuantiosos y manipulados consumidores que la población de Cuba revolucionaria carece de democracia. Pero la realidad, que es otra bien distinta, desmiente dichas manipulaciones, ya que allí son las masas populares las que controlan toda actividad […]
A través de sus poderosos medios de comunicación, la reacción mundial siempre ha tratado de hacer ver a sus cuantiosos y manipulados consumidores que la población de Cuba revolucionaria carece de democracia. Pero la realidad, que es otra bien distinta, desmiente dichas manipulaciones, ya que allí son las masas populares las que controlan toda actividad de los órganos estatales, de los diputados, de los delegados y de los funcionarios. La libertad de discusión, el ejercicio de la crítica y la autocrítica, y la subordinación de la minoría a la mayoría, rigen en todos órganos estatales colegiados.
En Cuba son los propios electores los que postulan a los candidatos, primero, y luego los eligen. Y además, periódicamente, los elegidos deben rendir cuenta de su actuación ante sus electores, teniendo éstos el derecho de revocar sus mandatos si consideran que aquellos no los representan de manera satisfactoria.
Precisamente, desde el primero de abril y hasta el mes de junio del presente año, más de 15.000 delegados llevarán a cabo el tercer proceso de rendición de cuenta a sus electores. Este proceso corresponde al XIII mandato de los órganos municipales del Poder Popular iniciado el 16 de noviembre de 2007, y se desarrollará mediante numerosas reuniones a celebrar entre los representantes y los representados en todas las provincias del territorio nacional, a excepción de Isla de la Juventud, Las Tunas y Camagüey, que ya cumplieron con sus deberes durante los primeros meses del año.
En cada circunscripción, los delegados se reunirán varias veces con sus representados, e informarán a estos del estado de los principales programas económicos y sociales de la localidad. Estos encuentros servirán también para que los delegados conozcan nuevas opiniones e inquietudes de los vecinos a quienes representan.
La rendición de cuenta es un ejercicio habitual de democracia en la Isla que se viene practicando desde que, en 1976, fueron constituidos los órganos del Poder Popular; un indicativo más, sin duda, de que el pueblo cubano no es mero espectador, sino actor principal del proceso revolucionario en el que desde 1959 se halla inmerso.
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