El gobierno de Bush acaba de negarme la visa para efectuar una visita familiar a Estados Unidos. Mi solicitud era diáfana: ver a mi madre, que vive en California y va cumplir 90 años de edad, luego del fallecimiento en abril pasado de mi padre, lo que aconteció estando yo en Canadá cuando realizaba unos […]
El gobierno de Bush acaba de negarme la visa para efectuar una visita familiar a Estados Unidos.
Mi solicitud era diáfana: ver a mi madre, que vive en California y va cumplir 90 años de edad, luego del fallecimiento en abril pasado de mi padre, lo que aconteció estando yo en Canadá cuando realizaba unos trabajos periodísticos. Días antes, cuando supe que él estaba en una situación terminal, me presenté en el consulado de Estados Unidos en Montreal pidiendo una visa por razones humanitarias. «Debe presentar una constancia de los médicos que lo atienden en Los Angeles», me dijeron. Esos documentos los solicité y llegaron a Montreal, pero ni los recibieron cuando vieron que yo era un ciudadano cubano y que residía en Cuba. «Debe hacer los trámites, me dijeron, en
El 7 de mayo me dieron la entrevista en
A la mayoría de los que no son rechazados en las entrevistas, los llaman a los dos o tres meses para devolverles el pasaporte con la visa. Mi espera fue de casi seis meses. Y he estado pensando si ha sido casual o no que haya recibido la llamada telefónica para que acudiese a
Se ha tomado una decisión política para negarme el visado. Me entregaron un documento donde se señala que se me aplica «
Días antes, como conocen los lectores de Granma, había escrito un comentario titulado «Con serio riesgo…» en el cual enjuiciaba el discurso del presidente Bush y, en
particular, hacía énfasis en dos aspectos: que en el espacio televisivo
Igualmente, en ese escrito expresé mi criterio de que era insostenible el planteamiento de Bush de que el bloqueo era usado por el gobierno de Cuba como «un chivo expiatorio de todos los suplicios que padece Cuba». Repetí, en fin, lo que miles de veces, ha dicho el gobierno de Cuba: Levanten el bloqueo, quítennos ese supuesto chivo expiatorio.
Lo que he hecho en los últimos 50 años es ejercer el periodismo con ética, honestidad y al servicio de mi patria, mi pueblo y la humanidad. Los que me conocen en Cuba y, quizás, en algunos países del mundo es porque han leído parte de mi obra periodística. Los reconocimientos que me ha dado la sociedad, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo José Martí y
Me sorprendió, en verdad, de que se haya considerado por el Departamento de Estado que mi entrada a Estados Unidos perjudica los intereses de ese país. Es totalmente ridículo, absurdo e insostenible porque ni siquiera solicité la visa para ejercitar el periodismo, sino simplemente para reunirme con mis familiares. ¿Por qué se me aplica ahora
En este momento, ciertamente, estoy adolorido por no poder volver a reunirme con mi afectada madre y mis familiares que viven en Estados Unidos. Pero no dejo de comprender que es una parte del elevado precio que debo pagar por el derecho a defender públicamente mis criterios e ideas que, por supuesto, son diametralmente opuestas a los que hoy desgobiernan a los Estados Unidos.
La acción sobre mi visa la considero una clara represalia de
Hace pocos días, leí un artículo en el diario El Nuevo Herald, de Miami, sobre la existencia de una lista de más de 750 mil personas que son consideradas sospechosas de actuar «contra la seguridad de los Estados Unidos», y entre las limitaciones que tienen está la entrada a ese país. Quizás mi nombre ya está incluido en esa lista. Lo que hace la administración Bush es muy similar a lo que hizo Hitler. Son, en fin, típicos métodos fascistas e inhumanos.
Es una lección que, contrario a lo que puedan pensar los que en Washington están obsesionados con acrecentar los daños al pueblo cubano, fortalece nuestra conciencia y nuestra dignidad. Brutales e inhumanas acciones como la que he sufrido, me hacen crecer mucho más como ser humano, como periodista y como patriota.
Decir la verdad, aclarar y protestar es el único camino que me han dejado Bush, Condolezza y