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Presentación del libro "Por Europa y contra el sistema del euro", de Manolo Monereo

Restauración o ruptura, un debate doble

Fuentes: Crónica Popular

La dicotomía presentada por Manolo Monereo, politólogo y miembro tanto del Partido Comunista de España como de Izquierda Unida, uno de sus más excelsos miembros, y miembro del Consejo de Redacción de Crónica Popular, podría resumir perfectamente lo presentado el día 25 en el Club de Amigos de la UNESCO (CAUM) en Madrid. Lo presentado […]

La dicotomía presentada por Manolo Monereo, politólogo y miembro tanto del Partido Comunista de España como de Izquierda Unida, uno de sus más excelsos miembros, y miembro del Consejo de Redacción de Crónica Popular, podría resumir perfectamente lo presentado el día 25 en el Club de Amigos de la UNESCO (CAUM) en Madrid. Lo presentado fue su último libro, «Por Europa y contra el sistema euro» (El Viejo Topo), una conversación-entrevista con Enric Llopis prologada por Héctor Illueca, donde se tratan un montón de temas polémicos y de actualidad en la España de la crisis económica y la depauperización de las condiciones de vida.

Durante la mesa que presentó el libro los compañeros y amigos de Monereo que hablaron desgranaron temas que, aún en apariencia inconexos, se entretejían entre sí. Desde la defensa del Estado-nación (la nación política, que no es otra que España) como elemento fundamental para Javier Couso y Manolo Monereo de lucha frente a los embites imperialistas de la «Europa alemana del euro» hasta la necesidad para Íñigo Errejón de recuperar la pasión y cierta «espiritualidad» en la estrategia y la acción política sin desconexión con la Razón, pasando por la teorización acerca de la acumulación por desposesión (David Harvey), la necesidad de lecturas de autores no relacionados con el marxismo (tanto anteriores como posteriores a él, Tania Sánchez señaló de manera especial a José Ortega y Gasset) o el planteamiento continuo de la excepcionalidad histórica que los españoles vivimos en el momento presente.

Para el autor del libro no cabe duda alguna: la baraja europea podría romperse, más que por ningún otro país, por España. Y se trataría, si se nos permite, de una ruptura doble, a nivel de dialéctica de clases y de dialéctica de Estados. Respecto a la dialéctica de clases, en tanto que los (contra) poderes ascendentes desde abajo de la sociedad política han conseguido, a través del voto y la movilización, poner en solfa tanto a la institución monárquica como al Partido Socialista Obrero Español, la pata más débil actualmente de la mesa política que ha dirigido el Régimen de 1978.

Para no repetir los errores del pasado durante la Transición, en esta Tercera Restauración Española (ver nuestro artículo: http://www.cronicapopular.es/2014/06/la-tercera-restauracion-espanola/ ) Monereo ve necesaria articular una ruptura democrática radical, socialista y conectada con el «empoderamiento» de las clases trabajadoras españolas, hacia un modelo republicano de Estado sin privilegios jurídico-administrativos de ningún tipo, precisamente para tratar de evitar que el «proceso constituyente» que las izquierdas (Izquierda Unida, Podemos, etc.) defienden «desde abajo» no se produzca «desde arriba», algo tradicional en España desde el siglo XVIII.

Por su parte, respecto a la dialéctica de Estados, Monereo es partidario, como muchos, de la salida de España del «sistema euro» y de la Unión Europea. No obstante, es consciente de los problemas que ello provocaría a corto plazo en la economía nacional e incluso de las dificultades anteriores. Señaló que el origen del europeísmo en la década de 1920 siempre tuvo un horizonte económico-político de corte liberal donde la bicefalia franco-alemana fuese siempre la dominante. Bicefalia que se volvió plenamente germánica en cuanto Hitler y el NSDAP llegó al poder en Alemania en 1933. Protegida y controlada por el Imperio Estadounidense, Alemania logró convertirse en un gigante económico exportador de mercancías al resto de «Europa», como pilar fundamental geopolítico frente al temido expansionismo comunista soviético. Tras el derrumbe del Imperio que empezó a forjar Lenin entre 1989 y 1991, la reunificación alemana fue el puntal sobre el que Mäastricht, la balcanización de Yugoslavia y la Unión Soviética, la apertura de la Unión Europea al Este, el acuerdo de Schengen, el Plan Bolonia y el Tratado de Lisboa (más tarde el TAFTA, grandísimo tratado de libre comercio que creará el área libre de limitaciones aduaneras más grande de la Historia entre la UE y Estados Unidos, frente a los BRICS), han sido pasos fundamentales para entender el monstruo germánico que domina una Unión Europea que, como acertadamente señaló Monereo, está unida al mismo tiempo que es débil frente al imperialismo estadounidense.

Por ello señaló dos caminos que en el libro desarrolla un poco más. En primer lugar, una vía no de ruptura total directa con el euro y la UE que evite posibles terremotos económico-políticos que algunos considerarían catastróficos para España. Ante el posible triunfo de Syriza en las próximas elecciones generales griegas, Monereo advirtió del posible bloqueo institucional y geopolítico que Grecia sufriría ante un giro anti-Troika y anti-deuda en la nación helena, quizás para poner otro Gobierno distinto en Atenas, consecuencia de algo tan simple como la debilidad de Grecia como Estado ante los grandes del Norte. Por ello, además de señalar la «estrategia Podemos» de no irse de la UE sino de que «nos echen», sugirió una vía consensuada con otras naciones europeas de regreso a un tipo monetario anterior tipo ECU, es decir, de moneda común europea para el comercio exterior mientras que se retorna a la moneda nacional (peseta en España) que permita el control devaluador nacional y cierto retorno a la soberanía económica. Si esto no ocurriese, quizás sí habrían de plantearse caminos de ruptura más radicales.

Por lo visto, mientras que la ruptura a nivel de dialéctica de clases se postula como más que imperiosa (aunque Monereo es absolutamente consciente de sus limitaciones), a nivel de dialéctica de Estados no se ve la cosa tan diáfana y cristalina. Monereo apuesta, no obstante, por postular otra Europa posible, confederal y «radical-democrática» mirando hacia Rusia y China (Eurasia). Alguien del público -un servidor- le señaló otro camino frente a la talasocracia (gobierno de los mares) anglosajón: la talasocracia iberoamericana de unión de España y Portugal con las naciones hermanas iberoamericanas, que, mal que bien sí han iniciado un camino de unidad política y económica muy viable, aún siendo virtual en la actualidad. Monereo no renegó de esta posibilidad, aunque señaló sus dificultades principales: las políticas económicas en forma de acuerdos comerciales entre las naciones hispanoamericanas y las empresas españolas más potentes, que tienen en Iberoamérica sus montos de ganancia más importantes.

En todo caso, el debate que el libro abre está ya servido. Y por eso el debate entre Restauración y Ruptura es doble. A nivel de dialéctica de clases, o Tercera Restauración Monárquica o Ruptura Republicana. A nivel de dialéctica de Estados, o Restauración del orden anglogermánico internacional, donde España es un mero peón, o Ruptura del mismo. El gran problema, que todos en la mesa vieron con claridad, es que los caminos de ruptura siguen estando empedrados y en su horizonte solo se divisa espesura. Aún así, ciertas grietas que el libro abre son siempre de agradecer.

Vídeo: Carlmelchor Realizador y Periodista.

Santiago Armesilla Conde. Doctor por la UCM en Economía Política y Social en el Marco de la Globalización

Fuente: http://www.cronicapopular.es/2014/06/restauracion-o-ruptura-un-debate-doble/