Para poder comprender mejor la realidad rural y conseguir conservarla y mejorarla es indispensable romper al menos cinco tópicos
Primer tópico: Los habitantes del “NW del globo” (principalmente los habitantes de la “anglosfera” con el núcleo duro de EE.UU. y Gran Bretaña) nos creemos el ombligo del mundo, pero en realidad sólo somos el «ano del mundo» porque estamos enmierdándolo todo. Estamos contaminando y aniquilando la biosfera, estamos en vías (ya muy avanzadas) de destruirla totalmente, a base de esquilmación de ecosistemas, contaminaciones del agua, el suelo y la atmosfera, que producen el calentamiento global y el cambio climático que se hará irreversible ya pronto. Y con ello destruiremos simultáneamente a las personas, que necesitan la biosfera absolutamente. Por ejemplo USA (parte del NW del globo), que apenas supone el 4 % de los habitantes[1] de la biosfera, produjo en 2024 el 13,5 % de la contaminación atmosférica. Pero es que en Oriente ha surgido un nuevo ombligo del mundo, un gigante (que representa el 18,25 % de la población global) que ya superó a EE.UU. en emisiones, cuyo porcentaje en 2024 ya ha sido del 32,0 %, según datos del FMI.
Segundo tópico: Sí, nos creemos que somos el ombligo del mundo y, aún más, creemos que somos lo único que existe y que somos algo así como el ángel del universo y declaramos y demandamos (en el mejor de los casos) participación ciudadana, democracia ciudadana, olvidándonos absolutamente del mundo rural, y el mundo rural también existe, aunque lo estén poniendo en riesgo de extinción. Pero para los “venerables ciudadanos” el mundo rural no existe, no es que los ciudadanos marginen a los rurales ¡no!, es que los excluyen a priori cuando se habla de la especie humana. Sólo, en forma reduccionista, se habla de la plaga de los ciudadanos. A los rurales ni se les menciona, no existen. Los ciudadanos hacen continuamente alabanza de la ciudad como modelo de todo, pero en cuanto llega el fin de semana o algún puente huyen de la ciudad despavoridamente hacia el mundo rural.Yresulta que los habitantes del mundo ciudadano en el NW comienzan a ser, por desgracia, numéricamente mayoritarios, y este es otro de los aspectos negativos del “ano del mundo”.
Tercer tópico Los agricultores de la agricultura química y sus cultivos de intensivos e industriales, (que todo lo está mecanizando, hormonando, pesticizando, transgenizando, “etc.-andos”) piensan que son la mayoría de los agricultores, que poseen la verdad absoluta y que los que no piensan como ellos es que son supersticiosos y que no hay ni que considerarlos. Pero esta producción alimentaria química está matando aceleradamente a los suelos fértiles. Y resulta que los agricultores intensivos solo suponen el 1 % de los agricultores de la biosfera. Ahora eso sí amenazan con matar de hambre al 99 % de los agricultores y sus pueblos y a prohibirles hasta sus propias semillas.
Cuarto tópico Los jóvenes ingenieros agrónomos creen que sólo ellos saben cómo solucionar los problemas de la agricultura rural, y resulta que en sus escuelas no informan sobre la verdadera agricultura y de que los cultivos deben ser verdaderos ecosistemas cerrados, menos aún informan sobre el mundo rural… esa “zona marginal e improductiva” según la macroeconomía del momento. Las promociones que cada año salen de ingenieros agrónomos y de montes sólo les han “deformado” (aquí es muy correcto y realmente peyorativo hablar de deformación profesional) para capacitarles para que sólo sean útiles a las megacorporaciones multinacionales agroalimentarias; de manera que los recién salidos de su escuela sólo están capacitados para producir monocultivos mecanizados y quimiquizados que destrozan los suelos vivos y que muy lamentablemente abren el ciclo de la materia orgánica. Así que lo primero que tienen que hacer es empezar a informarse de qué es el medio rural y de queées la agroecología de secano y los ecosistemas forestales autóctonos, para que lleguen a ser capaces de estar en condiciones de poder dar soluciones a los problemas del mundo rural.
Quinto tópico Los jóvenes ingenieros forestales y de montes creen que sólo ellos saben cómo solucionar los problemas de los montes, en los cuales están prácticamente todas las áreas rurales, y resulta que en sus escuelas sólo informan de cómo plantar pinos y de la rentabilidad maderera de las especies de rápido crecimiento, por lo que su actividad consiste principalmente en destrozar ecosistemas forestales autóctonos y sustituirlos por auténticos “monocultivos” de especies foráneas de crecimiento rápido, que ofrecen grandes ganancias a corto plazo a costa de esquilmar totalmente los suelos en unas pocas décadas.
Por eso el recién salido de su escuela forestal lo primero que tiene que hacer es empezar a informarse de qué es el medio rural y de que es la agroecología de secano, para que llegue a ser capaz de estar en condiciones de poder dar soluciones a los problemas del mundo rural.
Nota:
[1] Es bueno recordar que esta población de USA se encuentra dividida en: la población de piel negra que representa el 13 % de la población (cuya mayoría son descendientes de antiguos esclavos africanos), una minoría de judíos con 5 millones viviendo en EE UU. que posee casi la misma población que la del mismo Estado de Israel (30 millones), los latinoamericanos o hispanos, con el 16,4 %, siendo los más numerosos entre ellos los mexicanos seguidos de los puertorriqueños y cubanos.
Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT
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