Recomiendo:
0

Salvar al planeta, salvar la humanidad

Fuentes: Rebelión

Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos a este gravísimo problema, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores es la única manera de mantener el calentamiento global muy por debajo de los dos grados centígrados. El informe afirma que veremos diferentes efectos en función de los territorios, pero que las consecuencias serán más drásticas en los países menos desarrollados de África, Asia, América Latina y el Caribe. Hoy, alrededor de 500 millones de personas viven en zonas afectadas por la desertización, las más vulnerables al cambio climático, situación que el previsible incremento de la población mundial en las próximas décadas no hará sino agravar (1).

Es necesario que todos y cada uno de nosotros modifiquemos drásticamente y en muchos aspectos nuestra manera de vivir: Reducir y reciclar al menos el 99% de los residuos, reutilizando al máximo todo lo que sea posible, reducir el consumo de carne de una manera importante, muy especialmente la procedente de la ganadería industrial, evitar los productos «sobre-envasados», consumir productos de proximidad que requieran menos transporte, comprar estrictamente la ropa que necesitemos, prolongar la vida útil de los aparatos electrónicos y de los electrodomésticos, contratar la energía a empresas que garanticen un origen 100% renovable, utilizar si tenemos la opción un vehículo híbrido o eléctrico, viajar siempre que sea posible en transporte público, priorizar el tren por encima del avión en los trayectos donde sea factible, reducir viajes profesionales y laborales a través de videoconferencias y del teletrabajo, reducir los viajes turísticos a la otra parte del mundo, usar la bicicleta y caminar para movernos por el centro de las ciudades…

Pero, como nos cuenta Juan López de Uralde, exdirector de Greenpeace en España y actual diputado en el Congreso, el problema del cambio climático va mucho más allá de las actitudes personales y es imprescindible la lucha colectiva y la movilización social. Aún estamos a tiempo, pero tenemos que aprender de los errores para ser eficaces en las luchas que tenemos por delante. El diagnóstico no es fácil, pero hay algunos hechos, nos recuerda López Uralde, que podemos destacar sin temor a equivocarnos y que explican al menos en parte la dificultad de avanzar. Es el caso del papel entorpecedor de las corporaciones energéticas, de la financiación pública de los combustibles fósiles, de la escasa voluntad política de los gobiernos, o del negacionismo financiado por las grandes corporaciones (2).

Evitar sobrepasar el temido incremento de la temperatura en 1,5 o 2 grados centígrados respecto a 1850, fecha que se olvida a menudo, no es una tarea nada fácil. Pero el llamado «capitalismo verde», incluyendo el mercado de derechos de emisión y otros mecanismos similares de compensación, no resolverá el problema mientras mantengamos un modelo de crecimiento descontrolado que prioriza los beneficios a corto plazo y a cualquier precio. No se puede pretender, por otra parte, que los países que contaminan desde que se inició la revolución industrial (1780-1840), esperen una reducción de emisiones simultanea por parte de los nuevos países emergentes u otros de menos desarrollados. Hoy en día China, Estados Unidos (EEUU), India, Rusia y Japón son, junto con la Unión Europea (UE) si se considera en su conjunto, los más contaminantes, pero aquellos que llevan cerca de dos siglos haciéndolo en grandes proporciones, básicamente una buena parte de la UE, EEUU y Japón, son los que deberían encabezar la carrera por la llamada «descarbonización», aunque la de China ya empieza a ser igual de urgente.

Ya hace ya algún tiempo, el escritor y periodista Ignacio Ramonet nos recordaba que existe una grave contradicción entre la lógica del capitalismo, con su crecimiento ininterrumpido, la avidez de ganancias, la explotación sin fronteras y la nueva austeridad, indispensable para evitar el cataclismo climático (3). También el profesor Joaquim Sempere incide en esta vía, cuando nos recuerda la historia de las relaciones entre desarrollo capitalista y medio ambiente natural. Una historia donde las iniciativas ambientalistas aparecen como la excepción y no como la regla, en su búsqueda sistemática de tasas máximas de ganancia en el plazo más corto, que son lo que ha llevado a que los capitales hayan saqueado la tierra. Vaciando el subsuelo, nos recuerda, destruyendo los bosques, sobre-explotando tierras de cultivo, bombeando acuíferos hasta agotarlos y desplazando a las poblaciones «molestas» (4). Según Sempere, cálculos solventes basados en las mejores fuentes disponibles sitúan hacia 2060 el agotamiento conjunto de carbón, gas y petróleo (5).

También diferentes autores, críticos con el sistema, nos recuerdan los tres grandes retos que amenazan el futuro de la humanidad. Uno de ellos es, sin duda, el calentamiento global y la amenaza de quiebra ecológica al que hoy hacemos referencia. En segundo lugar, las armas nucleares, la carrera de armamentos y el incremento de la capacidad de destrucción masiva. En tercer lugar, pero no menos importante, las desigualdades crecientes, tanto entre clases y sectores sociales como entre países y regiones del planeta. Es impensable que la solución de estos grandes retos pueda llegar de la mano de un sistema neoliberal de capitalismo salvaje como el que padecemos. Necesitamos un nuevo sistema económico y social, sin guerras, respetuoso con el medio ambiente, profundamente igualitario y anti-patriarcal, un nuevo socialismo ecológico que hasta ahora no hemos conocido en país alguno.

Notas

1.     Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) – Climate Change and Land – An IPCC Special Report on climate change, desertification, land degradation, sustainable land management, food security, and greenhouse gas fluxes in terrestrial ecosystems – IPCC – 2019

2.     Juan López de Uralde – COP25: ¿Por qué estamos perdiendo la guerra contra el cambio climático? – Público – 02/12/2019

3.     Ignacio Ramonet – Ultimátum a la tierra – Le Monde diplomatique –  Diciembre de 2009

4.     Joaquim Sempere – Las cenizas de prometeo – Transición energética y socialismo -Ediciones Pasado y Presente – 2018

5.     Joaquim Sempere – El «Manifiesto ecosocialista» treinta años después – Mientras Tanto – 20/9/2019