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La empresa utiliza estrategias comerciales muy agresivas en América Latina

Santillana (PRISA) ficha al cuñado del presidente mexicano ante la posible liberación del libro de texto

Fuentes: Diagonal

En los últimos convulsos meses sufridos por el pueblo mexicano se está planeando, aunque todavía no se haya confirmado oficialmente, un cambio en la educación que puede traer graves perjuicios económicos a las familias, pero pingües beneficios a las editoriales de los libros de texto, y en especial a una empresa española, Santillana (PRISA). En […]

En los últimos convulsos meses sufridos por el pueblo mexicano se está planeando, aunque todavía no se haya confirmado oficialmente, un cambio en la educación que puede traer graves perjuicios económicos a las familias, pero pingües beneficios a las editoriales de los libros de texto, y en especial a una empresa española, Santillana (PRISA). En México, gran parte de los estudiantes reciben los libros de texto gratuitos en primaria desde los años ’70. El fichaje del cuñado de Felipe Calderón, presidente de México, hace recordar viejas historias con las que PRISA ha conseguido situaciones privilegiadas en el mercado editorial. 

La amenaza de liberalización sobrevuela sobre Conaliteg. Este organismo público descentralizado es el encargado de decidir el contenido de los libros y se encarga de difundirlos gratuitamente entre gran parte de los estudiantes mexicanos. Conaliteg depende de la Secretaría de Educación Pública y ha estado siempre en el centro de la polémica por haber sido utilizado partidariamente por los diferentes gobiernos. Pero otro nuevo escándalo lo rodea.

Según el líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador, Santillana contrató a Juan Ignacio Zavala porque Felipe Calderón, cuñado del seleccionado para el cargo y actual presidente mexicano, planea privatizar este organismo público. «Esto se convertiría en todo un escándalo ya que siempre los libros de texto han sido gratuitos y por la misma disposición constitucional deberán serlo siempre», afirma Yadira Hidalgo, periodista mexicana. Desde la discutida victoria de Calderón, se han sucedido diferentes hechos que no deben pasar desapercibidos.

Rodríguez Zapatero y George Bush fueron los primeros presidentes en reconocer la autoridad de Calderón. El diario El País y el resto de medios del grupo PRISA tomaron postura en las últimas elecciones presidenciales contra López Obrador. Ahora, las relaciones de las élites hispano-mexicanas pasan por un gran momento. A todo esto debemos sumar los rumores sobre las relaciones del magnate mexicano Carlos Slim, Felipe González y PRISA, que podrían terminar con la compra de una parte del grupo por Slim, la tercera persona más rica del mundo.

En el intento de saber cuáles serán las consecuencias de todo esto, el negocio de los libros de texto es una de las cabezas de lanza de PRISA, y donde mayor importancia tiene este negocio es en México si nos atenemos al número de libros vendidos por la multinacional española. En el país centroamericano Santillana distribuyó en 2005 un total de 22.843.786 libros de texto. Esto significa cerca del 30% de los libros que la editorial vende en todo el mundo y casi el doble de los que vende en el Estado español, cifra que se supera también en Brasil. De ahí la gran importancia que tiene para la empresa de Polanco el mercado latinoamericano.

Un fichaje de libro

El fichaje de Zavala, como número dos de Santillana México hizo sonar todas las alarmas y rumores sobre la apertura de los libros a la lógica del mercado. Así, la empresa española se sitúa en una gran posición ante el posible cambio. Con la actual situación, aunque la privatización no se llegara a dar, la situación de influencia sobre el organismo público por parte de Santillana sería muy positiva para sus arcas.

Según fuentes del mercado editorial, en declaraciones a DIAGONAL, «en la escuela privada mexicana, los centros escogen los libros de la editorial que estimen, muchas veces llegando a acuerdos económicos con las editoriales, de forma que escogen no sólo por la calidad de los libros, sino también por el descuento que les hacen, -descuento que no trasladan a los progenitores- y para quedarse con un margen». «En los públicos lo que se hace es una evaluación por Conaliteg, donde se determina qué libros se aceptan para la escuela, comprados por el Estado y distribuidos a un precio inferior al del mercado o gratuitamente, pero que sigue siendo rentable para las editoriales ya que se ahorran toda la distribución y los stocks que pudieran no venderse», continúa la misma fuente. Para los mexicanos existe otro problema: la falta de revisión de los contenidos. «Se firma el contrato y a repartir libros con la visión ‘española’ con lo que eso conlleva para la educación mexicana».

Los beneficios de Santillana

Hoy los libros que distribuye Santillana a través de sus diversas firmas (Lanza, Santillana, Aguilar, Nuevo México, Richmond y Suma de Letras), según publica en su web, tienen un precio medio de mercado de unos 6-7 euros. Esta situación recordaría a la ya utilizada en el Estado español por la misma empresa, tras la situación privilegiada que la editorial consiguió en los últimos años del Franquismo (ver columna), en la que se aseguró el dominio en la comercialización de los libros de texto, que se asemeja a la actual operación en México. La situación del mercado del libro ha derivado en el control absoluto de las grandes editoriales y los grandes supermercados, que incluso venden los libros más baratos de lo que los compran las librerías de barrio, salvando la regulación estatal de precios existente, por la que se prohíbe vender los libros un 20% más barato de lo estipulado. En los centros comerciales se pueden comprar con descuentos relativos al 25%.

 

No es la primera vez

El grupo de Polanco ha utilizado en otras ocasiones y en otros países una táctica muy similar. Utilizar a personas muy cercanas a los altos cargos del Gobierno para conseguir un suculento negocio. Así, en la última reforma educativa franquista (la Ley General de Educación de 1970, del ministro Villar Palasí), Santillana fue la única editorial que tuvo listos con arreglo a la nueva ley los libros de texto del curso escolar 1970/1971. La operación que permitió a Santillana dar el gran salto al mercado editorial, lo pudo realizar gracias a una filtración del Ministerio.

En Bolivia, en los años de Gobierno de Sánchez de Lozada se vivió otro caso similar. Tito Hoz de la Vila, ministro de Educación, tuvo que responder en los juzgados por una actuación irregular en la licitación de una reforma educativa que significó para la editorial española la producción y venta de libros para Primaria. Y en 2002, el diario boliviano La Prensa publicó que una hija del ministro, María Cristina Hoz de la Vila, fue contratada en Madrid como consultora de recursos humanos de Santillana.

Canje de deuda por educación

PRISA ve con muy buenos ojos una de las propuestas estrella de Zapatero, el canje de deuda externa por educación. Eductrade, empresa relacionada con Jesús de Polanco y dedicada a realizar programas para el ‘desarrollo’, ha ingresado por los proyectos financiados con Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD) unos 400 millones de euros desde 1984. Una de las situaciones más escandalosas se produjo en 1994, cuando Eductrade fue investigada por cobrar casi 700 millones de pesetas más del valor que el producto tenía en el mercado en Chile. Además, un informe de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas sobre Focoex (empresa pública española) afirmaba que mientras Eductrade buscaba clientes, Focoex conseguía la financiación, en la mayoría de los casos, a través de los FAD.

Estrategia empresarial, agresividad

Como buena multinacional que se precie, Santillana realiza campañas de márketing muy agresivas. Muestra de ellas son los ejemplos que relata una fuente del mercado editorial a DIAGONAL: «Su estrategia es de una agresividad comercial altísima en toda América Latina, no sólo en México. En Perú, por ejemplo, sus libros llevan un boleto detrás. Si el profesor prescribe sus libros, el primer día de clase recorta el boleto de los libros que traen sus alumnos y se los presenta a la editorial como acreditación de que los prescribió. Por cada boleto la editorial le da algún ‘regalo’. En otros sitios, lo que hace es iniciar su aventura ‘robando’ la red comercial a su competencia. Al tener el músculo financiero suficiente para aguantar varios años sin rentabilidad, se puede llevar por delante a empresas locales y rivales».