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Manifiesto de la Plataforma Asturias con Palestina

¿Se puede pedir la paz en Gaza y al mismo tiempo vender armas a Israel?

Fuentes: Rebelión

«España estará al lado de Israel»; el compromiso del gobierno español en favor de Israel, sea cual sea la situación, es «absoluto y total». Las palabras son de Miguel Ángel Moratinos, ministro socialista de Asuntos Exteriores, y no dejan lugar a dudas. Los hechos, tampoco. El compromiso de Moratinos no se ha quebrado hasta la […]

«España estará al lado de Israel»; el compromiso del gobierno español en favor de Israel, sea cual sea la situación, es «absoluto y total». Las palabras son de Miguel Ángel Moratinos, ministro socialista de Asuntos Exteriores, y no dejan lugar a dudas. Los hechos, tampoco.

El compromiso de Moratinos no se ha quebrado hasta la fecha. Entre 2007 y el primer semestre de 2008, el gobierno español vendió armamento por más de tres millones de euros a Israel. En esa factura, entre otros materiales bélicos, figuran fusiles, pistolas, ametralladoras, silenciadores, cámaras y equipos de infrarrojos utilizados para la localización nocturna de objetivos.

¿Podemos pedir la paz en Gaza y al mismo tiempo vender armas a Israel? ¿Podemos salir en Asturias a pedir la paz en Gaza cuando el gobierno español exporta armas fabricadas en Oviedo? Desde la Plataforma Asturias con Palestina creemos que no. Armar a Israel es ser cómplice del genocidio. Es facilitarlo. Es participar en la masacre.

España, como parte de la estrategia occidental liderada por Estados Unidos y apoyada por la UE, está dando permanente cobertura a las acciones militares de Israel. En este sentido, el gobierno español ha dado continuas muestras de subordinación a la estrategia estadounidense de lucha contra el terrorismo. Tras la retirada de las tropas de Iraq, la colaboración del ejecutivo de Zapatero con la cruzada antiterrorista estadounidense no ha dejado de crecer, con una presencia destacada en Oriente Medio y Asia. Desde 2004 España ha incrementado la presencia de soldados en Afganistán, involucrándose en misiones bélicas. Desde 2006, más de mil soldados españoles operan en el sur del Líbano, en una misión protectora del agresor israelí y que tiene como objetivo debilitar y desarmar la legítima resistencia de Hezbolá. En Iraq, el gobierno de España ha continuado la colaboración con Estados Unidos, a través de los servicios secretos, de la formación de cuadros militares y policiales del gobierno colaboracionista iraquí y del consentimiento de los vuelos de la CIA. Para dar rienda suelta a la creciente presencia del ejército «humanitario» español en diversas misiones internacionales Somalia es el último episodio, el gobierno acaba de eliminar el límite de 3.000 soldados españoles en misiones exteriores.

El genocidio israelí del pueblo palestino no puede coger a nadie por sorpresa: ya dura más de sesenta años. Por ello, afirmar que Israel bombardea, asesina, tortura y expulsa a los habitantes de Gaza sin el consentimiento de los gobiernos occidentales, o es una enorme ingenuidad o una descomunal manipulación. De esto último saben mucho los grandes medios de comunicación.

El apoyo del gobierno español a Israel no es exclusivamente militar. En el marco de la UE, el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero apoya y sostiene un acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Estado hebreo. Es más, en el pasado mes de diciembre la UE aprobó que dicho acuerdo evolucione hacia una asociación reforzada.

A pesar de todo lo dicho, esta misma semana, el presidente español ha exigido a Israel el alto el fuego en la franja de Gaza. No ha nombrado a Hamás, por lo que algunos medios de comunicación le han presentado como el último adalid de la causa palestina. Nada más lejos de la realidad. Tras las palabras de Zapatero se ocultan los hechos que retratan el verdadero rostro del PSOE: el de un partido y un gobierno hipócritas, que no ha tomado ninguna medida frente a Israel, que mantiene intactas sus relaciones diplomáticas, económicas y políticas con un Estado asesino, al que provee de los instrumentos adecuados para perpetrar la matanza actual en la franja de Gaza, donde casi un millar de personas han sido ejecutadas. Los movimientos del ministro Moratinos para promover un alto el fuego se dirigen a apoyar el plan egipcio, respaldado por Francia. Este plan, que reedita en cierta forma la intervención internacional en Líbano, tiene como objetivo debilitar y desarmar a la legítima resistencia palestina y, concretamente, a Hamás, a quien nuestro ministro no ha dejado de responsabilizar de la intervención israelí. Desde que Hamás, enarbolando la bandera de la resistencia a la ocupación, ganara con el 65% de los votos las elecciones de 2006, auspiciadas y verificadas por Occidente, Israel ha convertido este territorio en un gueto cercando a sus habitantes, tratando de rendirlos por hambre y desesperación, privándoles de agua, comida, electricidad, combustible, medicinas y trabajo. Una situación que cuenta con el apoyo de EEUU, UE, Japón y Canadá, que han sometido a este territorio a un embargo financiero. Este bloqueo ha dejado a un millón y medio de habitantes de Gaza al borde de la hambruna. La tasa de pobreza ha pasado de un 29 % en 2004 al 81 % en 2008.

La violencia, por tanto, es la ocupación sionista. Ante asesinatos como los que ocurren en Gaza desde el 26 de diciembre, el doble discurso del gobierno es indigno. Como ya hiciera cuando estaba en la oposición, con motivo de la guerra de Iraq, el PSOE pretende controlar y sacar beneficio electoral de las movilizaciones populares en apoyo al pueblo palestino y contra Israel, vaciándolas de contenido y convirtiéndolas en un espectáculo sin consecuencias. Prueba del cinismo del gobierno es que el 13 de enero, 19 días después del inicio del ataque hebreo a Gaza, la Ministra de Asuntos Exteriores israelí, reunida con Moratinos, le expresó su comprensión y satisfacción por la posición del Ejecutivo español.

Precisamente es la gravedad de esta matanza lo que nos exige dotar de contenido real nuestras acciones. Es imprescindible continuar la movilización popular contra el genocidio israelí en Gaza y contra la complicidad del gobierno español, así como denunciar la hipocresía del PSOE y de aquellas organizaciones que la respaldan. Desde la Plataforma Asturias con Palestina, exigimos al gobierno español la inmediata ruptura de relaciones económicas y diplomáticas con Israel y la condena firme al crimen de guerra sionista en Gaza.

CRIMEN DE GUERRA EN GAZA. ROMPAMOS CON ISRAEL