La colosal injusticia que se comete contra Palestina, desde mediados del siglo pasado, ha despertado en Cuba, históricamente, las más variadas muestras de solidaridad y compromiso con la causa de ese hermano pueblo. Profundamente apasionada con este tema, una cubana muy especial participa por estos días en el evento que reúne en La Habana […]
La colosal injusticia que se comete contra Palestina, desde mediados del siglo pasado, ha despertado en Cuba, históricamente, las más variadas muestras de solidaridad y compromiso con la causa de ese hermano pueblo.
Profundamente apasionada con este tema, una cubana muy especial participa por estos días en el evento que reúne en La Habana a más de 400 emigrados de la Isla que residen en 42 países.
Maria Cristina Portales Carrandi, ingeniera mecánica de profesión, nació en la ciudad de Santa Clara en el año 1972. Como todos los cubanos de su generación, tuvo a su alcance el sinnúmero de oportunidades que brinda el proceso revolucionario a sus jóvenes y también la oportunidad de cumplir con sus innumerables deberes, factores a los que atribuye su sólida formación revolucionaria.
Mas, esa no es la parte de su historia que nos ocupa, sino la que comenzó en el año 1996. Desde esa fecha, la cubana comparte el día a día, con sus sinsabores y frustraciones, junto a más de 90 mil palestinos en Ain el Hilweh, el mayor campamento de refugiados del sur de Líbano.
¿Como resumes tus años de niñez y juventud en Cuba?
Sinceramente, la palabra que me viene a la mente es Felicidad, Felicidad. Yo tuve en Cuba una niñez y una juventud felices, viví todas las etapas sin interrupción, hecho difícil de lograr en muchos otros países del mundo.
Mis dos hijos, por ejemplo, no han tenido una niñez normal. Igualmente, pienso, fui formada durante mi niñez y juventud en Cuba con una amplia gama de valores de los que después ya no puedes despegarte. La solidaridad, la entrega a una causa, el internacionalismo. Esos valores me llevaron a entregarme a comprometerme incluso con una causa que no es directamente la de nuestro pueblo.
¿Cuando oyes hablar por primera vez de la «causa del pueblo palestino»?
Durante la invasión de 1982 al Líbano, que también provocó una nueva diáspora palestina. Recuerdo que en Cuba, como es habitual, se le dio un seguimiento exacto a aquella barbarie. Yo tenía unos 9 ó10 años pero lo recuerdo perfectamente. Me llegó con mucha fuerza, aun siendo una niña, la tremenda injusticia que se cometía.
¿Como es que llegas al Líbano?
Sabes que Cuba ha graduado en sus universidades a centenares de estudiantes palestinos. Uno de ellos, a quien conocí mientras estudiábamos en Santa Clara fue mi esposo y el padre de mis dos hijos. Él tuvo siempre una idea muy clara de regresar al campamento después de graduado y lo cumplió. Fue una decisión difícil. Yo nunca pensé vivir fuera de Cuba, pero el destino lo impuso de esta manera, lo pensamos muy bien y decidí sumarme a esa convicción suya de luchar por el regreso de sus compatriotas a la tierra que les pertenece.
Una cubana, en un campamento de refugiados. La gente se sorprende..
Si, todo el mundo pregunta lo mismo, y aunque las diferencias culturales son muy fuertes, no me ha sido difícil adaptarme. El nombre de Cuba te abre todas las puertas con una facilidad increíble. La política de apoyo de la Revolución a la causa palestina, despierta una admiración inmediata y dentro de los campamentos ser cubano es un honor que se vive todos los días. Es una nacionalidad privilegiada. Hay mucha confianza en Cuba y en los cubanos. Se hace muy fácil luchar desde esta trinchera porque a nadie le quedan dudas de la posición anti-sionista y antiimperialista cubana.
¿Que haces hoy en Cuba?
Bueno, tengo el honor de representar a la comunidad cubana que reside en el Líbano en el evento que reúne a emigrados cubanos en el exterior interesados en apoyar a su Patria.
¿Qué significa representar a la comunidad cubana en el Líbano en este evento?
Realmente un gran privilegio, pues nuestra comunidad allá es bien apegada a Cuba y a la Revolución. También es la oportunidad de dedicar al menos un pedacito del tiempo que he entregado casi por entero a Palestina, a mi tierra querida y a su proceso que tanto significan para mí. En resumen… un placer.
¿Qué esperas del evento?
Espero una mayor unidad de la comunidad cubana en el exterior, de manera que logremos todos una participación más activa en apoyo a nuestra nación de origen, en sus luchas de hoy y de mañana. Decirles a todos afuera que Cuba esta ahí y que no se cae.
¿Quépapel atribuyes a Cuba en el marco de la lucha por una Palestina independiente?
Fundamental. La posición de Cuba durante muchos años ha sido invariable. No ha dejado de criticar a Israel por sus atrocidades, constantemente. Y la huella dejada por la Revolución cubana en la causa palestina es innegable. Por ejemplo, el plan de becas. Hoy se reconoce que los graduados palestinos en Cuba son los mejores cuadros con los que cuenta ese país para luchar por su futuro, los mejor formados.
¿Que solución posible ves a ese difícil conflicto?
La unidad del pueblo palestino y sus principales fuerzas políticas frente al agresor. Limar diferencias y unirse para poder exigir con fuerza a Israel el regreso a los territorios arrebatados en el año 48 y después.
¿Palestina-cubana o cubana-palestina?
Ninguna de las dos. Soy totalmente cubana.