La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra en Roma este lunes 16 de noviembre, una nueva Cumbre Mundial. Cubadebate entrevistó a Juan Nuiry, quien era embajador de Cuba ante la FAO en 1996, cuando tuvo lugar aquel importante cónclave en el que participó Fidel. Fidel junto a Juan Nuiry […]
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra en Roma este lunes 16 de noviembre, una nueva Cumbre Mundial. Cubadebate entrevistó a Juan Nuiry, quien era embajador de Cuba ante la FAO
en 1996, cuando tuvo lugar aquel importante cónclave en el que participó Fidel.
Fidel junto a Juan Nuiry en la Cumbre Mundial de la FAO, 1996
«La Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996 -subraya Juan Nuiry- marcó una nueva etapa en la vida de la Organización. Fue una propuesta dinámica de Jacques Diouf, su Director General, aceptada por todos.
«El evento no solo constituía un reto, sino que se convirtió en una esperanza para millones de seres humanos. Resultó un éxito su preparación, el evento mismo y sus acuerdos.
«Nunca antes una reunión de esta naturaleza abarcó de manera global y particular, los problemas que aquejaban al mundo de hoy de manera tan profunda, sobre todo, salió a flote la necesidad de poner fin, con medidas concretas, la inaceptable situación del hambre en el mundo.
«Tras fuertes negociaciones, los ciento ochenta y cinco Jefes de Estado que asistieron a la Cumbre aprobaron por unanimidad, la Declaración Política de Roma y el Plan de Acción…. En aquella oportunidad todos aprobaron y cito:
Prometemos consagrar nuestra voluntad política y nuestra dedicación común y nacional a conseguir la seguridad alimentaria para todos y realizar un esfuerzo constante para erradicar el hambre en todos los países con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no mas tarde del año 2015.
«En esa Cumbre Mundial, en general, y en particular para Cuba -afirma Nuiry- la presencia del Presidente Fidel Castro constituyó el más relevante acontecimiento del evento, tanto dentro, como fuera del Plenario. La conferencia de prensa, su primer encuentro con el Papa al finalizar la Cumbre, en fin, todo y cada momento de su presencia como líder despertaba curiosidad, simpatía y respeto. Su intervención muy concreta, ceñida disciplinadamente a siete minutos de duración, fue valorada por todos los presentes como una pieza de incalculable riqueza por su verdad, y sin temor a equivocarnos, de una enorme vigencia a tener en cuenta en el presente.
«Estoy seguro de que muchos en la FAO y el mundo, se aprendieron de memoria aquella denuncia que decía: ‘El hambre….inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de la riqueza y de las injusticias de este mundo’. Esas palabras mantienen mucha actualidad y han constituido referencia permanente de los países en vía de desarrollo durante estos años.
«Ante esta nueva Cumbre Mundial convocada por la FAO, me vienen los gratos recuerdos de la presencia de Fidel en Roma en esa primera Cumbre. Recuerdo la batalla de todos nosotros porque en los textos aprobados, quedaran posiciones fundamentales para Cuba. Me refiero a una de ellas plasmada en la Declaración Política de Roma, suscrita por la comunidad internacional, con la presencia de Estados Unidos y cito:
Los alimentos no deberían utilizarse como instrumento de presión política y económica. Reafirmamos la importancia de la cooperación y la solidaridad internacional, así como la necesidad de abstenerse de aplicar medidas unilaterales que no estén en consonancia con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas y pongan en peligro la seguridad alimentaría.
«Fidel incluso avizoró el inminente peligro del cambio climático a lo que estamos avocados actualmente. Indicó las causas y consecuencias de la producción de armas cada vez más sofisticadas, pero sobre todo, habló en nombre de los millones de seres hambrientos en el mundo, invisibles para muchos y de esa guerra silenciosa, que es hora ya de ocuparse de ella, antes de que sea demasiado tarde.»
-Debido a su amplia experiencia en las reuniones de la FAO , donde estuvo como Embajador de Cuba durante catorce años, ¿cuáles son los reclamos o temas más debatidos en el seno de dicha organización?
-Ante este pregunta, permíteme expresarte algunos antecedentes necesarios. La FAO nació el 16 de octubre de 1945 bajo la concepción de la cooperación internacional; en la búsqueda de soluciones para combatir la imperante escasez de alimentos; así como proporcionar asistencia técnica a los países menos avanzados para desarrollar la agricultura en el mundo.
«Una vez terminada la II Guerra Mundial, aún bajo el recuerdo y los horrores de aquel genocidio, oliendo los campos de Europa, más a pólvora que a vegetales, se impuso la idea de que ¡había que fabricar más arados que tanques!… Constituía la agricultura, el reto más apremiante a resolver tras el conflicto bélico y el principal problema a afrontar internacionalmente, era la dramática situación alimentaria en el mundo. De este modo, se creó esta organización internacional especializada con el propósito de atender esa realidad.
«Incluso la FAO, se fundó por su apremio, una semana antes que la propia Organización de las Naciones Unidas. Desde hace sesenta y cuatro años, no ha dejado de impulsar el principal objetivo para lo cual fue creada: la lucha contra el flagelo del hambre en el mundo y facilitarle a los estados miembros que la componen y a los campesinos de todos los países del mundo, las herramientas necesarias para impulsar el desarrollo rural y por ende, ayudar a construir un mundo sin hambre, a favor de la seguridad alimentaria para todos.
«La FAO cuenta con una larga historia de lucha, y hay muchos que piensan que si no existiera, habría que inventarla, porque su trayectoria puede exhibir una larga y fructífera hoja de servicio hacia sus países miembros. Es una Organización Intergubernamental, esto quiere decir, que son sus estados miembros los que aprueban sus decisiones, aunque decididamente, la nobleza de sus propósitos, la hace de por sí, un mecanismo multilateral importante en la vida de los pueblos», asegura Juan Nuiry.
-¿Cuáles considera usted que han sido los logros que se han alcanzado en relación con las grandes masas que sufren hambrunas, desnutrición, etc?
-Luego de la Cumbre Mundial en Roma, sucedió la Cumbre del Milenio en Nueva York, que ratificó todos los reclamos que se hicieron con relación a la erradicación del hambre y la pobreza en el mundo. Incluso la FAO, eterna vigilante de esos acuerdos, convocó una Cumbre + 5, o sea, cinco años después, debido a que los compromisos contraídos no se estaban cumpliendo y existía además una tendencia a postergar indefinidamente asuntos como la cooperación y financiación internacional.
«Hubo otro nuevo llamado desde Roma el pasado año, ya convencidos de que la metas de la Cumbre del 96, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no se cumplirían por la falta de voluntad política de muchos países, y por el total abandono de otros factores, indispensables para el cambio.
«La FAO está consciente de que en los próximos años el sistema alimentario mundial deberá hacer frente a los desafíos del cambio climático, que pueden reducir drásticamente las producciones agrícolas en el mundo. Es por eso que puedo entender la urgencia de este nuevo llamado.
«Si se convoca y se llama la atención de los países en esta nueva Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria, que tendrá lugar en Roma del 16 al 18 de noviembre, es porque la Organización conoce que la respuesta que los países den a estos desafíos, determinará cómo se podrá alimentar el planeta mañana. Hoy, el mundo ha cambiado y por ende, los caminos para enfrentar esos retos deben ser diferentes.
«Se reclama mayor inversión en la agricultura; en la investigación y el desarrollo rural; estrategias de reducción de la pobreza; protección para productores y consumidores; mejoras para viabilizar el acceso a los alimentos y urgen entre otras muchas medidas, concretar reformas en el sistema de comercio agrícola, para hacerlo más justo y equitativo mundialmente.
«La permanente postura de la FAO de situar las razones para que el asunto del hambre sea catalogado de primer orden en la agenda internacional, no debe ser solamente reclamo institucional, sino que debe involucrar de manera decidida, a todos los países que integran el Sistema de las Naciones Unidas.
«Y si queremos saber como ha cambiado el mundo, solo observemos este dato: cuando nos reunimos en Roma aquel 11 de noviembre de 1996, el número de hambrientos aproximadamente era de un poco más de 800 millones y hoy, trece años después, durante este año 2009, debido a la irresponsabilidad y la falta de voluntad política de muchos, una sexta parte de la humanidad sufre desnutrición. Esta cifra ha sido la mayor de la historia….y representan 1,020 millones de personas, que pasan hambre cada día….
«Deseamos salud y suerte a los acuerdos que emanen de esa importante reunión -concluye el entrevistado-, porque estamos conscientes de que el tiempo apremia y no es oportuno ni aceptable, continuar coleccionando cifras oscuras. En esta ocasión, aunque Fidel no estará allí en la Plenaria de la FAO, estamos seguros de que será necesario llamar a la cordura y nada mejor para ello que recordar la sabia advertencia que hizo en el 1996 cuando dijo:
Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma.
Juan Nuiry fue dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria. Combatió en el asalto a la emisora Radio Reloj, realizado el 13 de marzo de 1957; integró en la Sierra Maestra la Columna 1 dirigida por Fidel, y al triunfo de la Revolución era capitán del Ejército Rebelde. Cumplió varias misiones como diplomático, en la actualidad dirige la cátedra José Antonio Echeverría, y es subdirector de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz.
Fuente:http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/11/14/si-fao-no-existiera-habria-inventarla/