Miami.- Aprovecho este espacio para abordar aspectos importantes del actual proceso de rectificación en Cuba el cual será discutido en el próximo VI Congreso del Partido Comunista de Cuba que se reunirá en La Habana dentro de dos semanas. Las bases ideológicas y políticas de este proceso fueron presentadas a través de un documento fundamental […]
Miami.- Aprovecho este espacio para abordar aspectos importantes del actual proceso de rectificación en Cuba el cual será discutido en el próximo VI Congreso del Partido Comunista de Cuba que se reunirá en La Habana dentro de dos semanas. Las bases ideológicas y políticas de este proceso fueron presentadas a través de un documento fundamental que se titula «Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social».
Desde el pasado mes de diciembre éste ha sido discutido amplia y profundamente en todo el país por trabajadores en sus centros de trabajo, la población, en organizaciones sociales y de masas y en general a través de clara información brindada por los medios de prensa y, por supuesto, por la militancia del Partido y de la Juventud.
Con el propósito de que se entienda mejor este proceso, citaré del discurso del presidente Raúl Castro a la Asamblea Nacional en diciembre pasado. Cito de este discurso de Raúl:
«Hoy añado que las medidas que estamos aplicando y todas las modificaciones que resulte necesario introducir en la actualización del modelo económico, están dirigidas a preservar el socialismo, fortalecerlo y hacerlo verdaderamente irrevocable…» […]
«Es preciso poner sobre la mesa toda la información y los argumentos que fundamentan cada decisión y de paso suprimir el exceso de secretismo a que nos habituamos durante más de 50 años de cerco enemigo. Siempre un Estado tendrá que mantener en lógico secreto algunos asuntos, eso es algo que nadie discute, pero no las cuestiones que definen el curso político y económico de la nación. Es vital explicar, fundamentar y convencer al pueblo de la justeza, necesidad y urgencia de una medida, por dura que parezca.» […]
«Muchos cubanos confundimos el socialismo con las gratuidades y subsidios, la igualdad con el igualitarismo; no pocos identificamos la libreta de abastecimiento como un logro social que nunca debiera suprimirse. Al respecto estoy convencido de que varios de los problemas que hoy confrontamos tienen su origen en esta medida de distribución, que si bien estuvo animada en su momento por el sano empeño de asegurar al pueblo un abastecimiento estable de alimentos y otras mercancías […] (hoy) constituye una expresión manifiesta de igualitarismo, que beneficia lo mismo a los que trabajan y a aquellos que no lo hacen o que no la necesitan…» […]
«En esta cuestión, como en la de la reducción de las plantillas abultadas, el Estado Socialista no dejará desamparado a ningún ciudadano y mediante el sistema de asistencia social, asegurará que las personas impedidas para trabajar reciban la protección mínima requerida. En el futuro existirán subsidios, pero no a los productos, sino a las cubanas y cubanos que por una u otra razón realmente lo necesiten.» […]
«…si hemos arribado a la conclusión de que el ejercicio del trabajo por cuenta propia constituye una alternativa más del empleo con el fin de elevar la oferta de bienes y servicios a la población y liberar al Estado de esas actividades para concentrarse en lo verdaderamente decisivo; lo que corresponde al Partido y al Gobierno es facilitar su gestión y no generar estigmas ni prejuicios hacia ellos…» […]
«Tenemos plena conciencia de los errores que hemos cometido y precisamente los Lineamientos que estamos discutiendo marcan el inicio del camino de la rectificación y la necesaria actualización de nuestro modelo económico socialista» […]
«Nadie debe llamarse a engaño, los Lineamientos señalan el rumbo hacia el futuro socialista, ajustado a las condiciones de Cuba, no al pasado capitalista y neocolonial derrocado por la Revolución. La planificación y no el libre mercado será el rasgo distintivo de la economía y no se permitirá, como se recoge en el tercero de los Lineamientos Generales, la concentración de la propiedad. Más claro ni el agua, aunque no hay peor ciego que el que no quiere ver.»
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