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Tlaxcala: cómo destruir la Torre de Babel

Fuentes: Axis of Logic

Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens

Tras el diluvio las gentes intentaron construir una ciudad y una torre que llegara al cielo.

Dios confundió su lengua y frustró así sus designios.
Génesis 11:1-9

En Axis of Logic recibimos a diario muchas propuestas de individuos y organizaciones. Hubo una que despertó de inmediato nuestro interés, la de un grupo que se autodenominaba Tlaxcala. Nos entusiasmaron sus ideas perfectamente maduradas. Fue algo parecido a una epifanía. Durante los dos últimos años habíamos meditado un proyecto similar, pero nunca pudimos plasmarlo en un plan de acción realizable. Ése es precisamente el genio creativo de Tlaxcala. Intuimos que estábamos ante un brillante grupo de personas dotadas de una organización extraordinaria. E. F. Shumacher, autor de los clásicos Small is Beautiful, A Guide for the Perplexed and Good Work, dijo una vez que «el recurso natural más importante en este mundo es el cerebro humano». Tlaxcala, la concreción de una idea con aplicación pragmática en el ciberespacio, confirma las palabras de Shumacher.

El mito de la Torre de Babel intenta entender de qué manera el género humano se volvió multilingüe. Tras el diluvio universal, los supervivientes dijeron, «construyamos una ciudad y una torre cuyo pináculo llegue al cielo y hagámonos un nombre para no vernos esparcidos sobre la faz de la tierra». El relato constata que Jehová se dio cuenta de que el pueblo era uno y hablaba una sola lengua, razón por la cual nada los haría desistir de su propósito.

El Manifiesto de Tlaxcala afirma: «Imperio y lengua imperial van siempre juntos y son, por definición, depredadores… rechazan la alteridad». El imperio corporativo global concentra su ofensiva contra la alteridad en su guerra contra el mundo.
En su discurso de 1998 sobre el estado de la nación, Bill Clinton dirigió sus ataques contra la alteridad:

«Estados Unidos debe enfrentarse a las apelaciones envenenadas del nacionalismo más extremo. Debemos combatir un eje inmoral de nuevas amenazas terroristas, criminales internacionales y traficantes de drogas. Estos depredadores del siglo XXI se aprovechan de la tecnología y de la libertad de información, de las ideas y de la gente. Si las armas de destrucción masiva caen en sus manos, el resultado será letal.»

Al crear el miedo del Otro, Clinton estableció la superioridad del imperio global corporativo, lo demonizó al hacer referencia a esas «apelaciones envenenadas de nacionalismo extremo». Abogó ostensiblemente por «la libertad de información, de las ideas y de la gente», lo cual es una táctica atractiva pero tramposa, pues la misión del Imperio consiste en desmontar «la libertad de información, de las ideas y de la gente». Más tarde, George W. Bush redefinió «eje inmoral» como Eje del Mal. Clinton no dirigió su ataque contra «terroristas, criminales internacionales y traficantes de drogas», como dijo, sino más bien contra la soberanía nacional, el último refugio material del Otro.

Aquí, en esta enorme colonia europea situada en América que es Estados Unidos, la alteridad sufre ataques a diario. La actividad del dirigente corporativo Ronald Unz ofrece un buen ejemplo de esto: se dedica a atacar la educación bilingüe en las escuelas públicas, es decir, las lenguas del Otro. Unz instiga la intolerancia y provoca el miedo y la xenofobia entre las mayorías blancas de los suburbios que, a su vez, niegan la educación en su lengua materna a los niños de las ciudades. Unz despliega dicha actividad a favor del inglés «como única lengua» bajo la forma democrática burguesa del referéndum. Se trata de un ataque racista y contrario a los inmigrantes por parte de las corporaciones que busca la división de la clase obrera, el aumento de la opresión nacional en el interior de las fronteras de Estados Unidos y la negación del derecho a la autodeterminación de las personas que hablan lenguas distintas al inglés imperial.

Alteridad no es nacionalismo, sino comunidad -la comunidad internacional de los pueblos-, es decir, la mayor amenaza para quienes buscan reconstruir la Torre de Babel creando a Dios a su imagen y semejanza. En vez de volver a una sola lengua, la alteridad es una relación entre lenguas y culturas, la formación de coaliciones para luchar contra constructores babélicos como Ronald Unz. Tlaxcala nos ofrece su ayuda para que podamos comunicarnos entre nosotros y unir nuestras fuerzas con el objetivo de asestar el golpe final al imperio corporativo global. Y, como la palabra es sagrada, Tlaxcala es una alianza sagrada de quienes ofrecen de forma voluntaria su tiempo, sus conocimientos lingüísticos y su saber en pos de la unidad en la diversidad.

En su Manifiesto, Tlaxcala recuerda a dos mártires, Missak Manouchian, el líder de la primera resistencia contra la ocupación nazi en Francia, y Malcolm X, que abandonó la Nación del Islam para crear la Organización de la Unidad Afroamericana contra el Imperio. Ambos fueron mártires en un día como hoy, 21 de febrero. Nosotros, al igual que Tlaxcala, también ponemos Axis of Logic «bajo el patrocinio de aquellos dos luchadores por la causa de los pueblos». Axis of Logic celebra el nacimiento de Tlaxcala, una nueva alianza de talento para ayudar a gentes de todas las lenguas a transmitir su común oposición a la opresión, a la pobreza y a la guerra; a derribar los muros que nos separan; a asimilar las estrategias y las tácticas del Otro a través de la guerrilla de los medios; a aprender de los demás, a respetarnos y a unirnos en la búsqueda de la igualdad económica y la paz en el mundo.

Alcuin de York dijo una vez que «la voz del pueblo es la voz de Dios». Los racionalistas pretenden vaciar de contenido estas palabras con argumentos reduccionistas de hombres de paja. Muy al contrario, Tlaxcala ha comprendido la sabiduría inherente a dicha máxima. Axis of Logic establece una alianza con Tlaxcala para combatir la lengua imperial de los medios capitalistas con el fin de «confundir su lengua y frustrar sus designios», así como de marcar el comienzo de una nueva era de paz, estabilidad y seguridad en el mundo. Exhortamos a los medios alternativos internacionales a que se unan a nuestra alianza y a los traductores de todas las lenguas a que ofrezcan voluntariamente su conocimiento y su tiempo en la tarea de construir la unidad en la diversidad del mundo.

 

Les Blough es editor de Axis of Logic.

Texto original:

Traducido del inglés por Manuel Talens, miembro del colectivo de traductores de Rebelión y asimismo de Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.