El pasado 2 de noviembre, a la edad de 76 años, tras una larga enfermedad, falleció Carmen Nordelo Tejera, la madre de Gerardo Hernández, uno de los cinco cubanos, presos políticos en los EEUU. Que Gerardo esté preso, condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas más 15 años de prisión es por sí solo una enorme […]
El pasado 2 de noviembre, a la edad de 76 años, tras una larga enfermedad, falleció Carmen Nordelo Tejera, la madre de Gerardo Hernández, uno de los cinco cubanos, presos políticos en los EEUU.
Que Gerardo esté preso, condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas más 15 años de prisión es por sí solo una enorme injusticia. La muerte de su madre en La Habana, a miles de kilómetros de la celda en donde lo tienen recluido expone con toda crudeza la brutalidad del Imperio.
Gerardo era el responsable de la Red Avispa y sobre él se ha descargado todo el odio y el afán de venganza de los grupos violentos del exilio anticastrista. Como es ampliamente conocido y tal como se ha probado en el juicio fraudulento en el que fueron condenados, estos agentes de la seguridad cubana estaban en Miami para vigilar a las organizaciones terroristas instaladas en La Florida, descubrir sus planes y alertar a Cuba.
Los oficiales del FBI que los detuvieron , el 12 de septiembre de 1998, secuestraron de sus computadoras más de 20000 páginas entre las que no había ni una sola referida a la seguridad nacional de los EEUU y sí mucha información sobre planes terroristas y delitos de todo tipo que las organizaciones violentas del exilio anticastrista pensaban concretar. Aunque durante los siete meses que duró el juicio, la Fiscalía no pudo exhibir documentación reservada de ningún tipo, fueron acusados de conspiración para cometer espionaje y otros cargos menores.
Varios meses después de iniciado el proceso judicial, le impusieron a Gerardo el cargo 3 de conspiración para cometer asesinato, responsabilizándolo de la muerte de los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate ocurrida el 24 de febrero de 1996 cuando, después de numerosas violaciones de su espacio aéreo y luego de muchas advertencias, el gobierno cubano derribó dos de las avionetas, en un acto de legítima defensa de la soberanía de Cuba, en el que Gerardo no pudo haber tenido parte en modo alguno.
Especialistas cubanos y estadounidenses, muchos de ellos con altos cargos en las Fuerzas Armadas de ambos países, convocados como testigos tanto por la defensa como por la fiscalía, declararon bajo juramento que las avionetas se encontraban sobrevolando la Habana y hay videos que lo demuestran. Aunque así no fuera, aunque las avionetas hubieran sido derribadas en el espacio aéreo internacional, no hay modo alguno de probar más allá de toda duda razonable que Gerardo acordó con las autoridades cubanas el asesinato de los pilotos.
Con la complicidad de la OEA, el gobierno de EEUU falseó las circunstancias que rodearon a este infeliz acontecimiento, responsabilizó a Cuba y desbloqueó fondos cubanos depositados en bancos estadounidenses, entre otras cosas, para pagar indemnizaciones millonarias a las familias de los pilotos.
Mirta Costa la madre de Carlos Alberto Costa, uno de los pilotos, estuvo en los tribunales el pasado 13 de octubre, en la audiencia de resentencia. Interrogada por un periodista de A.P,, refiriéndose a Mirta, la madre de Antonio, dijo «Me da pena por su madre pero sus crímenes han sido serios y muy graves y han destruido familias».
Si esta señora quiere encontrar al verdadero responsable de la muerte de su hijo debe dirigir su mirada hacia José Basulto, el terrorista que dirige la organización Hermanos al Rescate y que ese día iba a bordo de uno de los aviones. Basulto huyó y festejó la hazaña con una siniestra carcajada mientras sus compañeros eran derribados. Él está libre mientras que Gerardo se encuentra purgando una doble cadena perpetua por crímenes que no ha cometido. En una prueba más de brutal ensañamiento y falta de humanidad, las autoridades de los EEUU impidieron durante todos estos años que, Adriana Pérez, la esposa de Gerardo, lo visitara en la prisión.
El Presidente de Cuba, Raúl Castro, encabezó el sepelio de Carmen Nordelo Tejera, madre de Gerardo Hernández. A Gerardo le dijo: «Te mandamos un fuerte abrazo en representación del pueblo de Cuba, sabemos que eres firme y te sabrás mantener así. Un saludo de Fidel».
Gerardo, unimos nuestras condolencias a la de los miles de amigos que tienes en el mundo entero. Sabemos que podrás soportar esta nueva prueba con la entereza que te caracteriza. Vaya con nuestro cálido abrazo, nuestra más firme determinación de seguir luchando para lograr tu liberación y la de tus cuatro heroicos hermanos. La solidaridad internacional será más fuerte que los barrotes. Venceremos.
La dirección postal de Gerardo es:
GERARDO HERNANDEZ NORDELO
No. 58739-004
U.S.P. Victorville
P.O. BOX 5300
ADELANTO,
CA 92301
Comité Argentino por la Libertad de los Cinco en el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba