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Rápido y bien pagado pero, ¿a qué precio?

Trabajadoras desprotegidas ante el riesgo químico. Y por casualidad… se descubrio el pastel

Fuentes: Rebelión

Para reparar las aspas de los molinos de energía eólica, Guascor, una empresa subcontratada por Gamesa, monta una carpa en medio de un parque eólico y contrata a 45 trabajadores, la mayoría mujeres, que durante seis días a la semana deben hacer un trabajo rápido. «Rápido y bien pagado (2000 euros/mes) pero ¿a qué precio?» […]

Para reparar las aspas de los molinos de energía eólica, Guascor, una empresa subcontratada por Gamesa, monta una carpa en medio de un parque eólico y contrata a 45 trabajadores, la mayoría mujeres, que durante seis días a la semana deben hacer un trabajo rápido. «Rápido y bien pagado (2000 euros/mes) pero ¿a qué precio?»

¿Cómo es posible que al menos siete trabajadoras de un mismo centro de trabajo sufran retirada de la menstruación, fuertes dolores de cabeza, hemorragias nasales, mareos, irritación de la garganta, irritación en los ojos, y no salten todas las alarmas del sistema preventivo de la mutua correspondiente? ¿Cómo es posible que dos de ellas necesiten la ayuda de una bombona de oxígeno en su casa para respirar y nadie se mueva?

Las afectadas trabajan para una empresa que se dedica a la reparación de molinos eólicos (Guascor, subcontrata de Gamesa). Su trabajo consiste en reparar defectos en las palas de los molinos, taladrándolas, inyectando resinas sellantes especiales, lijándolas y finalmente pintándolas de nuevo.

Pero todo no es tan sencillo. Al poco de estar trabajando allí, las trabajadoras empiezan a sufrir los síntomas descritos pero la empresa utiliza una táctica de ocultación del problema sanitario: «En un principio, cuando se marean, se les manda descansar y si no se les pasa se les manda al médico de la mutua, pero no se les da la baja, se quedan en su casa cobrando como si estuvieran trabajando». Esta práctica está más extendida de lo que parece y puede acarrear graves perjuicios para los trabajadores ya que, según el responsable de salud laboral de CC.OO de Palencia, «tú faltas tres días a trabajar sin estar de baja y te pueden echar por no presentarte en el trabajo». Finalmente, la mutua acabará diagnosticando una alergia de origen profesional pero sin determinar el factor causante de la misma.

«No sabíamos con qué sustancias estábamos trabajando»

La intervención sindical con el asesoramiento de ISTAS detecta que las fichas de seguridad de los productos químicos están incompletas y, además, confirma que prácticamente todas las mujeres tienen los mismos síntomas y que algunos hombres también sufren alteraciones. Todo el personal dispone de guantes, buzo y gafas de seguridad pero afirman que cuando les cae producto sobre alguno de estos equipos de protección es como si se quemara con un cigarrillo. Ante la gravedad de las patologías y el gran numero de trabajadores afectados, CCOO interpone una denuncia ante la Inspección de Trabajo.

La respuesta de la Inspección fue pedir una evaluación higiénica del lugar de trabajo y nada más. Esta evaluación se limita a medir isocianatos, ya que esta sustancia es lo mas fácilmente relacionable con alergia-sensibilizantes, y detecta concentraciones ambientales por encima del valor permitido. No obstante, se obvian las otras sustancias que son mucho más peligrosas y que, evidentemente, están presentes.

El sindicato solicita a la Unidad de Salud Laboral de Palencia, dependiente de la Administración de Salud Pública, un informe sobre el caso. A partir de este informe los técnicos de ISTAS relacionan las patologías con los productos químicos y comprueban que se estaba trabajando con disruptores endocrinos y productos cancerígenos. Productos muy tóxicos de cuyos riesgos para la salud los trabajadores no tenían ni idea.

La responsabilidad de la empresa y sus prácticas

Entretanto, los trabajadores y trabajadoras han sido despedidos, casi todos en periodo de prueba, con una indemnización de 150-200 euros y llegando a ofrecerles hasta 800 «si no comentan nada del asunto». Tras esto, la CC.OO elabora otra denuncia contra Guascor y contra Gamesa y convoca una rueda de prensa en Palencia que les hace más daño que la propia denuncia.

Ante el revuelo formado, Gamesa, Guascor y representantes de CCOO se reúnen para tratar el tema, ofrecen sus servicios médicos a todas las personas afectadas, indemnizaciones superiores y reconocen que se están usando dos sustancias que están prohibidas en las fábricas de Gamesa, echándole la culpa, indirectamente, a la contrata. «No se hace ninguna referencia a la existencia del recurso preventivo que Gamesa tiene en la carpa y que debía haber controlado con qué trabajaban» afirma Purificación Morán.

¿Conocía la empresa los riegos que estaban corriendo los trabajadores? «Algo debían saber, porque, curiosamente, cuando las contrataron no querían a nadie que tuviera un hijo en periodo de lactancia y obligaban a trabajar a todo el mundo 6 días a la semana para acabar cuanto antes» El representante de CCOO afirma que «una de las trabajadoras ha tenido un aborto pero que no es fácil de probar porque era de muy poco tiempo y aún no había acudido a la matrona».

Lo que mas impresiona sobre este caso, según el responsable de salud laboral de CC.OO es que «Todo esto -un atentado flagrante contra la salud de los trabajadores- se ha descubierto por casualidad porque una de las trabajadoras que enfermó era amiga de un compañero de la construcción y se pasó por el sindicato y lo que contó nos alarmó pero… ¿Qué hubiera ocurrido de no producirse ese encuentro casual ¿Quién va a exigirle responsabilidades a esta empresa? ¿Se está repitiendo el caso en Granada -donde parece que se ha trasladado la empresa- o en algún otro parque eólico del territorio, y no nos estamos enterando?

En la actualidad y desde mediados de febrero la empresa ha finalizado los trabajos y se ha trasladado. Siete trabajadoras siguen de baja y agunas trabajadoras han sido advertidas por los médicos de que no deberían quedarse embarazadas al menos en dos años o, en otros casos, de que corren riesgos de tener descendencia con malformaciones. La Unión de Palencia de CCOO ha presentado denuncia penal por posible delito de riesgo contra los trabajadores.

ISTAS ( Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud) http://www.istas.ccoo.es/