El día 2 de mayo, en la sede del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, se instaló, a puerta cerrada, y sin presencia ministerial, la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), una comisión científico-técnica cuya misión es, nada menos, asesorar al Ejecutivo sobre actividades relacionadas con organismos manipulados genéticamente (los transgénicos) incluyendo su regulación. No […]
El día 2 de mayo, en la sede del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, se instaló, a puerta cerrada, y sin presencia ministerial, la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), una comisión científico-técnica cuya misión es, nada menos, asesorar al Ejecutivo sobre actividades relacionadas con organismos manipulados genéticamente (los transgénicos) incluyendo su regulación. No obstante, antes de comenzar el acta, se introdujo un oficio solicitando la anulación de uno de los nombramientos.
No se puede subestimar la importancia de esta Comisión. Los cultivos transgénicos introducen nuevos riesgos para la salud y ambiente y contaminan genéticamente a los cultivos no-transgénicos. En todo el mundo, corporaciones transnacionales, en particular, la Monsanto, están ejerciendo fuertes presiones para que los países aprueben regulaciones permisivas para que puedan venderles sus semillas y productos transgénicos.
Venezuela no escapa de esas influencias. En el año 2003, en la víspera de la juramentación de la CNB, la Ministra del Ambiente canceló el acta porque la ONG RAPAL-VE (Red de Acción en Alternativas al Uso de Agrotóxicos de Venezuela) le había denunciado que, entre otras aberraciones (véase Transgénicos al Día, # 7 del 10 de Oct 2003 www.rap-al.org ), se había nominado al representante de Monsanto en América Latina como representante de las ONG ambientales de Venezuela! A raíz de esto, la Ministra hizo cambios importantes en el personal directivo del Ministerio y se derogó el decreto, aprobando uno nuevo en abril 2006.
Ante esa comisión, quien escribe, la Profesora Lorna Haynes, miembro de las ONG CENTINELA y RAPAL-VE fue nombrada representante principal del sector que comprende a las comunidades organizadas, pero el MARN no nombró al suplente designado por esas ONG, la Dra. Maria Hinojosa, sino que nombró, de manera irregular, a una persona de otra ONG. Por esta razón, la ONG CENTINELA, solicitó al Viceministro, el Ing. Miguel Rodríguez, que el MARN «anule este nombramiento, improcedente, del suplente y que reconozca como suplente a la Dra. María Hinojosa, que si está ligada a la ONG y fue postulada oportunamente.» En su oficio, CENTINELA expuso que: «Entendemos que el principal y su suplente forman un equipo de trabajo que garantizará la continuidad y la coherencia en las posiciones asumidas en nombre de este sector ante la Comisión. Sólo la ONG puede evaluar quienes comparten su visión, sus valores y misión y representa su posición y no puede aceptar que se imponga a un llamado «suplente» designado por el MARN de otra organización.»
Me presenté a la reunión de instalación de la CNB el 2 de mayo, acompañada por mi legítima suplente, la Dra. Hinojosa, pero el Dr. Cesar Molina, Director de Bioseguridad y Biocomercio del MARN, no permitió a la Dra. Hinojosa participar en dicha reunión. A pesar de que insistí que no se le podía negar el permiso sin la respuesta oficial del Viceministro sobre el nombramiento cuestionado, su repuesta fue un NO categórico y, por tanto, la Dra. Maria Hinojosa NO asistió.
En la reunión, informé a los miembros de la CNB presentes, del contenido del oficio remitido por CENTINELA solicitando que se anule el nombramiento actual del suplente del sector de las comunidades organizadas y que se reconozca el suplente que habíamos postulado. El Dr. Jesús Ramos, Director de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica (ONDB), en su respuesta, dijo que, aunque «ustedes (los integrantes de la Comisión) fueron postulados por sus gremios u organizaciones, en esa Comisión, son individuos.» Retomé la palabra para señalarle que no estaba allí presente sólo como individuo sino que era portavoz de la comunidad organizada, las ONG de base y el público que, a lo largo de los años, han apoyado la posición (en materia de transgénicos, agricultura y bioseguridad) que nuestras ONGs han defendido, y quienes confían en que su representante, lleve su voz y exprese su opinión en esta Comisión.
CENTINELA, además, reclamó el hecho de que, según lo afirmaron el Secretario Permanente de la CNB y el Director de la ONDB, se había creado la Comisión sin asignarle presupuesto y que no había recursos para sufragar los costos de participación en la Comisión. CENTINELA opinó que crear una Comisión Nacional de Bioseguridad sin asignarle recursos para su funcionamiento le resta la importancia que esta Comisión tiene para el país. Además, se insistió en que, si bien el trabajo per se es ad honorem, la participación involucra costos que el MARN debe cubrir para permitir esa participación.
* Lorna Haynes
Coordinadora Programa Transgénicos de RAPAL-VE y CENTINELA.