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Transición ecosocial y megaproyectos en el norte de Centroamérica

Fuentes: Viento sur

¿Qué transformaciones impulsar frente al fallo multiorgánico del sistema? ¿Cómo evitar el colapso ecológico y, a su vez, poner coto a las crecientes desigualdades estructurales? ¿Qué dinámicas y herramientas debemos implementar? ¿Quiénes deben ser los protagonistas, así como los antagonistas, de esta transformación? Estas son sin duda alguna preguntas de época, cuestiones de extrema relevancia a las que sí o sí tenemos que dar respuesta como humanidad.

De manera sintética, podemos resumir todas ellas en una sola: qué, quién y cómo poner en marcha procesos de transición ecosocial. Este concepto hace referencia a los horizontes y estrategias de cuestionamiento y transformación del conjunto de elementos que definen la forma actual de organizar la sociedad global, tomando la no superación de los límites biofísicos del planeta como premisa incuestionable. Incluye por tanto y de manera integral las principales variables económicas, energéticas, políticas, sociales, culturales y ambientales que interactúan en la trama de la vida.

Lamentablemente, este estratégico y poliédrico debate está hoy en día y en primer lugar acotado a estrechos círculos de alto conocimiento técnico, en segundo término hegemonizado por la posición al respecto de élites y empresas transnacionales, y finalmente reducido a la cuestión energética, ámbito clave pero insuficiente para responder a la escala del convulso contexto global que enfrentamos. La versión verde y digital del capitalismo, de esta manera, se impone bajo una simple ecuación: mantenimiento de todas las señas de identidad del sistema vigente, más digitalización y economía verde como espacios de especial capitalización, igual a desarrollo inclusivo, descarbonización y sostenibilidad.

El problema es que este promisorio escenario está lejos de hacerse realidad –más bien avanzamos en la dirección contraria–, mientras el relato oficial oculta una práctica nociva marcada, entre otras cuestiones, por la proliferación indiscriminada de megaproyectos corporativos, herramienta sistemáticamente negativa para la clase trabajadora, las comunidades y los ecosistemas.

En consecuencia, la ampliación del debate sobre la transición ecosocial se convierte en prioridad política. Tanto para ir a la raiz del asunto, abordando integralmente todas las variables que nos han conducido a la profunda y múltiple crisis que atravesamos, como para garantizar un debate social de primer orden, en coherencia con la escala del reto.

Si esta ampliación es un compromiso ineludible en términos generales, su puesta en marcha es aún más estratégica y urgente en territorios periféricos y dependientes como el Norte de Centroamérica (NC), conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador. Países condenados históricamente a un patrón de desarrollo que reproduce dinámicas neocoloniales, depredadoras y profundamente desiguales, que convierten a la región en una auténtica zona de sacrifico al servicio de la acumulación capitalista.

Amerita especialmente analizar, por tanto, si la agenda de transición en marcha es o no una nueva excusa para mantener el statu quo y dar inicio a otra oleada de megaproyectos, qué riesgos e impactos pudieran generarse y, en sentido contrario, cuáles podrían las alternativas posibles que permitieran transitar al NC por sendas más justas y emancipadoras, desmantelando el modelo del que se nutren oligarquías locales y empresas transnacionales.

Ese es precisamente el primer objetivo del presente informe: acompañar a los grupos y comunidades en resistencia frente al poder corporativo, a las organizaciones y movimientos sociales del NC en su análisis crítico de la coyuntura presente, así como de la definición de sendas para su superación. Entendemos esta investigación como una humilde herramienta a su servicio, que no sustituye sino complementa sus esfuerzos.

Además, el informe persigue un segundo objetivo: situar el debate en el NC en clave global, reforzando la mirada internacionalista en favor una agenda popular compartida. De este modo, diseccionamos las principales perspectivas en disputa sobre la transición ecosocial a escala mundial, evaluamos el desempeño general de la agenda hegemónica –que, aun de manera evidentemente asimétrica, desarrolla patrones similares a lo largo y ancho del planeta–, y denunciamos el conjunto de agentes y dinámicas impulsadas desde los países centrales para sostener el entramado neocolonial y corporativo en la región.

Acompañar, vincular, denunciar y favorecer la articulación son, en definitiva, las metas que persigue el presente informe que, en función de estas, se estructura en cuatro capítulos.

El primero sitúa el debate sobre la transición ecosocial en el marco global. Se caracteriza así la naturaleza y el horizonte de la agenda oficial para, en última instancia, enfatizar la existencia de otras maneras alternativas de entender este proceso.

El segundo capítulo, centrado ya en el NC, radiografía de manera integral la agenda impulsada en la región –aun señalando los matices y diferencias en cada uno de los tres países–, incluyendo aspectos económicos, energéticos, geopolíticos y político-jurídicos.

El tercero aterriza el diagnóstico general de la agenda a la realidad concreta que viven territorios y comunidades, analizando una serie de megaproyectos significativos en sectores de especial interés como la energía, la minería metálica o las interconexiones eléctricas.

Finalmente el cuarto capítulo recoge todo el acumulado previo, sintetizando críticamente las señas de identidad actuales y el posible desempeño futuro de la agenda de transición ecosocial impulsada en la región para, desde ahí, ofrecer un bosquejo de propuestas alternativas que, si se dieran las condiciones, podrían llevar en nuestra opinión al NC por sendas más justas y emancipadoras.

Metodológicamente, el proceso de elaboración del informe se ha fundamentado sobre la revisión de la información institucional y social al respecto –presente e histórica–, así como en el desarrollo de entrevistas de todo tipo: movimientos sociales, organizaciones comunitarias, instituciones públicas, universidad, patronales de la energía renovable, etc. De manera complementaria, la investigación se ha sustanciado muy especialmente en torno a las visitas realizadas a múltiples megaproyectos, donde se ha dado la oportunidad de desarrollar grupos focales de trabajo e incluso asambleas con las personas resistentes a los mismos1.

Para finalizar esta introducción, explicitamos tres apreciaciones necesarias para entender mejor el enfoque adoptado y los resultados obtenidos en el presente informe.

En primer lugar el documento, más allá de la firma por parte del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y de nuestra responsabilidad en los postulados esgrimidos, es producto de un trabajo colectivo 2. Y no nos referimos únicamente al análisis de los casos por parte de sus protagonistas, que son quienes han realizado el trabajo de sistematización de los diferentes megaproyectos. También entendemos que las ideas-fuerza desarrolladas son básicamente fruto del diálogo con los diferentes agentes sociales entrevistados y acompañados, y así lo queremos evidenciar.

En segundo término, la investigación no pretende tomar la forma de un estudio profundo y pormenorizado de la agenda ecosocial de cada uno de los tres países que, a su vez, destaque por un amplio desarrollo técnico. Al contrario, y ante la vigencia de notables patrones comunes, hemos optado por una mirada regional –matizada en todo caso por evidentes especificidades nacionales, que señalamos– que ponga especial énfasis en las señas de identidad del proceso en el conjunto del NC y en sus vínculos internacionales. Una mirada de pájaro, en definitiva, que necesariamente ha de ser completada. No obstante, recoge de manera integral y sistematizada información suficiente y rigurosa para alimentar el estratégico debate sobre en qué incidir y cómo redefinir las estrategias ecosociales.

Tercero y último, adelantamos que los resultados obtenidos están sujetos a una notable incertidumbre. Aunque esta última puede considerarse ya casi como una variable estructural de cualquier análisis ecosocial, se hace todavía más evidente en el NC, por un doble motivo.

Por un lado, la opacidad en la información institucional, como explicitamos a lo largo del informe, es más que notoria. La falta de datos, la escasa continuidad de estos, su frágil siste- matización, la ausencia de planes y objetivos claros, etc., es una constante que dificulta el trabajo de análisis riguroso. Siendo un ámbito tan estratégico, no hay duda de que se trata de un fenómeno buscado ex profeso, que pretende dificultar tanto al análisis crítico como la resistencia popular, lo cual debe ser objeto de denuncia pública.

Por el otro, la región vive una coyuntura de notable inestabilidad política, marcada por la llegada al gobierno de propuestas de signo contrario –desde el neoliberalismo autoritario y punitivista de Nuevas Ideas en El Salvador, hasta las agendas reformistas y socialdemócratas de Libre y Semilla en Honduras y Guatemala, respectivamente–, pero que coinciden en escapar a las dinámicas clásicas en la región de control estricto por parte de las oligarquías correspondientes.

Esta coyuntura podría posibilitar la apertura de un escenario más favorable que ampliara el marco ecosocial de lo posible, específicamente en los casos de Guatemala y Honduras. No obstante, las negativas correlaciones de fuerzas parlamentarias, la tendencia decreciente de apoyo popular que las agendas reformistas están sufriendo, el mantenimiento de sólidas estructuras de poder estatales y corporativas opuestas a cualquier cambio, así como los vientos reaccionarios que recorren el planeta, ponen una sombra de duda sobre la continuidad de unas iniciativas sobre las que sobrevuela de manera permanente la posibilidad de golpes de Estado. La contienda política a corto y medio plazo, en todo caso, dirimirá si algunas de las iniciativas que se apuntan cobran fuerza o se quedan en hechos puntuales sin mayor recorrido.

En resumen, y tomando en consideración las apreciaciones realizadas, exponemos a continuación un marco de ideas-fuerza de análisis y propuesta, realizadas desde una perspectiva posicionada y comprometida, pero también autónoma y rigurosa que, ojalá, alimente el debate sobre la transición ecosocial en el Norte de Centroamérica.

Leer el informe completo aquí

Notas:

1. Anexamos al informe un listado de las entrevistas realizadas así como los megaproyectos visitados.

2.  La firma del informe en su conjunto es responsabilidad de los dos investigadores del OMAL. De manera complementaria, protagonistas de las resistencias populares a los megaproyectos firman los casos paradigmáticos sistematizados en el tercer capítulo.

Fuente: https://vientosur.info/transicion-ecosocial-y-megaproyectos-en-el-norte-de-centroamerica/